25. Armonía
Hacía tiempo que la miraba con recelo, y ella le devolvía la mirada con indiferencia. Él la quería pero no soportaba sus manías. Ella se había habituado a su compañía. La relación no iba ni bien ni mal, ka dominaba una aburrida monotonía, y llamaron a un consultor sentimental. Les aconsejó que tuvieran paciencia, que intentaran sobrellevar las costumbres del otro y fueran más positivos. Ellos lo escucharon indiferentes, aprendieron a disimular y nunca más hubo un desplante ni una mala palabra o un mal gesto. Desde entonces las miradas de ambos atraviesan un ambiente en el que solo se oye el silencio.