43. Colofón onírico de una pareja acomodada
Apenas hablan entre sí. Cada anochecer, cuando el sol encuentra su refugio y la luz yace en el lienzo de un pintor consumido por la absenta, Margot se baña en los ojos de Fidel. No dice nada, pero él sabe que después de darle un beso seguirá el rastro de los grillos, que escapará por la ventana cubierta con el tul húmedo de su iris como único vestido, que volverá antes de que el rocío o la carama conquisten el haz de las hojas de amaranto, con la piel reverdecida y el vaso de sus senos repleto de una leche transparente.
Apenas hablan entre sí, pero cuando Margot acomoda la almohada y busca un libro en la mesilla, Fidel acaricia su melena y penetra en sus ojos como quien penetra en una gruta mil veces explorada, recorre galerías y regatos y exprime gota a gota los recuerdos. Después se da la media vuelta y se acurruca en su lado de la cama, escala a los rincones a contarle a las arañas historias que ha encontrado en una copa de armañac, a pintar corazones oxidados con las manchas de humedad que condecoran las paredes, mientras la muerte duerme en el armario.
Seguro que muchos nos vemos reflejados en esa pareja acomodada que, con el tiempo -mucho tiempo, con suerte-, ya no necesitan palabras para entenderse, con una simple mirada basta. Aunque tus miradas no tienen nada de simples, con toda esa poesía que rezuman en cada frase. Precioso, Juancho.
Un besazo.
Muchas gracias, Ana, por la lectura y por el generoso comentario. Muchas veces las parejas de largo recorrido creemos que nos conocemos tan bien que tendemos a interpretar los pensamientos del otro. Un placer poner a tus relatos una cara y una voz.
Nos leemos! Un beso enorme!!
Pura poesía. Jo qué grande leer relatos así, cuánto que aprender…
Un abrazo y suerte no te hace falta Juancho mío.
Hooola Yolanda!! Me encantó volver a verte. Lo bonito de este espacio es que aprendemos los unos de los otros. Yo considero a ENTC una escuela de escritura, en la que encuentras un maestro en cada frase de los compañeros.
Un beso enorme y muchas gracias por tu generosísimo comentario!!!
Muy poético y bellamente descrito,Un matrimonio que con las miradas y el tacto de sus cuerpos tiene de sobra. Aunque el final me inquieta, eso de que “mientras la muerte duerme en el armario”, no llego a entenderlo, ¿es porque son personas mayores y les queda poco tiempo?
Hola, Rosa! Gracias por la lectura y por tu generoso comentario! Cuando empecé a escribir este relato no tenía demasiado claro hacia dónde me iba a llevar.Sí tenía claro que debía dar protagonismo a los ojos, por la idea que encierra la palabra MAMIHLAPINATAPAI. También que quería hablar sobre parejas, porque mi experiencia me dice que es con quien más complicidad se desarrolla. La escritura fue fluida, aunque siempre condicionada por las doscientas palabras a las que tenemos que ceñirnos. Así llegué hasta «…condecoran las paredes.» con ciento noventa y cuatro palabras, por lo que me quedaban solo seis para cerrar el relato. Lo leí y releí bastantes veces para ver por dónde podía meterle la tijera, pero salvo un verbo que cambié de tiempo para ganar una palabra, no veía la posibilidad de hacerlo sin que se me desarmara lo narrado. Podía haber terminado ahí, pero pensaba que quedaba sin cerrar, así que después de darle varias vueltas sin que nada mejor aterrizara en mi cabeza, opte por la frase de la muerte, que a fin de cuentas siempre está al acecho, pero creo que no necesariamente debamos pensar que los protagonistas son dos personas mayores. Ese es el porqué de la última frase, tal vez equivocada, porque es posible, que como te ha pasado a ti, te saque un poco del relato.
Perdona si me excedido en explicarle o si he resultado un poco brasas, pero cuando salgo de la ficción me resulta muy difícil concretar.
Gracias de nuevo, un beso grande!!
Hola Juancho,
«penetra en sus ojos como quien penetra en una gruta mil veces explorada» Bellísima frase y bellísimo y poético relato.
Nos leemos.
Muchísimas gracias, Isabel!! Por la lectura y por tu generoso comentario! Me alegro mucho de que te haya gustado el relato y esa frase en concreto.
Un beso enrome!! Nos leemos!!
Así es como se crea, a fuego lento, como doy por hecho que has gestado esta buena historia de convivencia y complicidades sin necesidad de palabras, en la que tan importante es la esencia qee se transmite como la manera de hacerlo. Una pareja que, por alguna razón, ubico en un país caribeño, que al llegar al final de su vida siguen juntos con sus recuerdos, con la parca detrás de la esquina, o tras la puerta de un armario.
Un abrazo y suerte, Juancho.
Hooola, Ángel!! Enhorabuena por alzarte con el premio del café de Cabezón con ese relatazo! Después agradecerte, como siempre, esa inyección de autoestima que nos dan, al menos a mí, tus comentarios a quienes escribimos en este blog tan entrañable.
No te creas que este micro ha sido un guiso de los que se fraguan a baja temperatura, esperando a que el tiempo coloque a cada palabra en el sitio en qué le corresponde. Ha sido más bien un huevo frito, un entrecot al punto o una ensalada improvisada a base de canónigos, un buen tomate, algo de cebolla y unas aceitunas que anduvieran olvidadas en un rincón de la nevera, para aprovechar un par de horas en que una soledad sobrevenida y un catarro inoportuno, me han dejado postrado en el sofá del comedor con la tele apagada por un rato. Me ha sorprendido lo del país caribeño. He vuelto a leerlo y no encuentro esa voz. Tal vez, por los nombres de los protagonistas? En cualquier caso, gracias de nuevo por tu labor inestimable, por tu desmedida generosidad, por esa humanidad que también se ve después reflejada en tus relatos.
Un abrazo grande!!
Pues para hacerlo a vuelapluma te ha quedado redondo: muy poético y con una gran carga emocional.
Y sí, la muerte siempre duerme en el armario, esperando su momento.
Un abrazo y mucha suerte. Ah!, y me encantó conocerte!
A ver, a vuelapluma a vuelapluma tampoco, digamos que fue de una manera más fluida de lo habitual. Muchas gracias, Rosalía, por la lectura y el comentario tan generoso. También fue un placer para mí conocerte, espero que sigamos coincidiendo en estos saraos literarios.
Un beso grande!!!
Hola, Juancho.
Prosa poética de gran calidad. Decir que me ha encantado es quedarme corto.
Un cálido saludo.
Muchas gracias, Ángel, por la lectura del relato y por el genereso piropo,seguramente inmerecido. Un placer volver a veros a ti y a Mari Carmen (espero no equivocarme, jajajaj…) en Cantabria.
Un fuerte abrazo para los dos!!!
Hola Juancho:
Tu texto, brillante como casi todos los tuyos, me sugiere una lectura muy diferente. El pintor ha perdido la luz a causa del alcohol. Su musa lo besa todas las noches y sale en busca de su propia inspiración, la misma que encontraba él en el fondo de sus ojos cuando regresaba, al menos así lo recuerda, pero ahora la malgasta en fútiles historias a las arañas y corazones imaginarios en las paredes, incapaz de recuperarla tras una nueva dosis de armañac, mientras la muerte espera al acecho que su hígado sucumba por fin.
Bueno, tu lo cuentas infinitamente mejor, con maestría poética.
Mucha suerte y saludos
Hola, Javier! Muy interesante tu interpretación sobre ese artista deja de buscar la inspiración en los ojos de su musa para buscarla en el alcohol. Desde luego no se parece en nada a lo que yo tenía en la cabeza al empezar a escribir este relato, pero siempre digo lo mismo, quién soy yo para contradecir a un lector. Me ha dejado un poco tocado ese casi de «un texto brillante como casi todos los tuyos». No es broma, yo lo diría al revés, entre todos mis textos quizá haya alguno brillante. En cualquier caso, muchísimas gracias por la lectura y por tan generoso comentario.
Un fuerte abrazo!!
Guau, qué bueno. Lenguaje lleno de poesía para narrarnos los pensamientos y sueños de esa pareja acomodada. Me ha encantado, tanto la forma de contarlo como la historia. Y todo sin que los personajes digan ni una palabra, solo con sus miradas. Bravo.
Hooola, Jesús! Fue un placer conocerte en persona en Cantabria. Muhas gracias por la lectura y por tu generoso comentario. Espero que volvamos a vernos pronto, mientras tanto nos leemos.
Un abrazo!!
Hola, Juancho. Pura maravilla tu texto. Enhorabuena.
Un fuerte abrazo
Muchas gracias por la lectura y por tu generoso comentario, Francisco Javier!! Enhorabuena por tu Por la vida rápida!!
Un fuerte abrazo!!