Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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44. Cuaderno de campo

Día veinticinco del año dos mil ochocientos

Los ejemplares han iniciado una especie de cortejo. Se miran de modo intenso para luego proceder a un complicado protocolo de tocamientos. El macho exhibe su órgano reproductor mientras la hembra lo introduce en su cuerpo, sin emitir sonidos continúan moviéndose a un ritmo acompasado hasta que caen exhaustos sobre el suelo.

 

Dispongo de suficientes datos para decir que este tipo de actos van a facilitar la reproducción de la especie, aunque la probabilidad de supervivencia es casi nula, en todo el planeta solo quedan cuatro parejas.

Una leyenda almadiana cuenta que en la antigüedad millones de estos seres poblaban la tierra. Construyeron todo tipo de artilugios para facilitar sus vidas, alcanzando altos niveles de desarrollo. A cambio destruyeron ecosistemas y provocaron una crisis climática. Como consecuencia un virus desconocido acabó con todos, y los escasos supervivientes perdieron la capacidad de hablar.

Desde el laboratorio de alta seguridad en el que me encuentro, puedo asegurar que estos individuos multiplican su poder cuando están juntos. 

Concluyo que se trata de una especie muy peligrosa, la tierra vivirá más segura sin ellos.

 

12 Responses

  1. Ángel Saiz Mora

    Somos una especie fascinante, llena de posibilidades, pero también dañina, para el entorno y para nosotros mismos, como ha quedado claro en tu relato distópico. Como no acabamos de aprender, es probable, como bien apuntas, que de quedar alguien en ese futuro hipotético, si volviesen a empezar incurrirían en los mismos errores.
    Un abrazo y suerte, Rosa.

  2. Rosa Gómez Gómez

    Gracias Angel, ayer asistí a unas jornadas sobre literatura y naturaleza en mi ciudad, muy interesantes, tuvo como centro el problema del agua. Llegué a una única conclusión, el problema somos nosotros, hay una superpoblación humana, somos los causantes de los problemas del planeta y no queremos ser conscientes. Creo en la persona, como ente individual, pero NO EN LA ESPECIE HUMANA, COMO COLECTIVO SOMOS LO PEOR. Siento verlo así.
    Gracias por ser tal fiel a cada uno de nosotros.

  3. Isabel Cristina Fernández Sánchez

    Hola Rosa,
    Veo que tu relato es una distopía total y puede ser que no esté tan lejos como pensábamos hace unos años; sin embargo lo que más me preocupa es la desesperanza por salvar el planeta. Yo no quiero dejarme llevar por ese sentimiento. Pero, ¡maldito sea el poder de la economía!
    Nos leemos

  4. Rosa Gómez Gómez

    Si nos dejamos arrastrar por la desesperanza no vivimos. Aunque cada vez que reflexiono sobre el tema, no encuentro salida. Es evidente que hay que seguir e intentar ilusionarnos en nuestra vida cotidiana.
    Gracias por tus comentarios.

  5. Hola, Rosa. Releyendo el texto, me pregunto si será de la «especie almadiana» la bióloga que redacta su cuaderno de campo sobre esos humanos mudos que se aparean… Como sigamos así, el micro no será distópico sino profético, lamentablemente…

    Muy buen micro, me encantó.
    Besos😘😘😇😇

  6. Rosa Gómez Gómez

    Gracias, M. Ángeles, sí, son almadíanos. Una especie aún por definir.
    He llegado a pensar que los almadianos son incorpóreos, y que podrían ser las almas de los humanos desaparecidos, pero que carecen de recuerdos sobre su vida anterior.
    Esto da para un relato e incluso, con mucha imaginación, para una novela.
    Encantada de que te haya gustado.

  7. Rosalía Guerrero

    Rosa, coincido contigo en que nuestra especie es lo peor: SOMOS UNA PLAGA, y el planeta y sus otros habitantes estarían mucho mejor sin nosotros.
    Dicho esto, me gusta tu micro apocalíptico. A veces me pregunto si en un futuro muy lejano seguiremos aquí, y si al fin nos visitarán seres inteligentes que puedan entendernos.
    Un abrazo y suerte.

  8. Rosa Gómez Gómez

    Rosalía, “mal de muchos, consuelo de tontos”.
    Nos ha tocado vivir este tiempo, tú y yo somos unas privilegiadas porque ocupamos una zona del planeta en la que vida se nos presenta, a casi todos, cómoda y sin demasiadas estrecheces. Pero si pensamos un poco sabemos que no es sostenible.
    Gracias Rosalía por tu comentario.

  9. Josep Maria Arnau

    Un relato que anticipa muy bien un futuro que nuestra especie se ha ganado a pulso, Rosa. Aunque sea utópico, quizá un último intento puede generar algo menos autodestructivo. Pero es mejor protegerse, por si acaso, como hace el escritor de tu cuaderno de campo.
    Un abrazo y suerte.

  10. Rosa Gómez Gómez

    Si Josep, la utopía es una ilusión, pero de ilusiones trasmiten se vive. Siempre reconforta pensar en positivo, sobre todo si estás en juego nuestra existencia.
    Como suelo decir con frecuencia: si hay Dios es el único que puede saber de nuestro futuro como especie. Mientras, A VIVIR.

  11. Aurora

    Da miedo pensarlo, Rosa, pero habrá que pensar en ello para ver si así espabilamos de una vez y cambiamos y dejamos de destruirnos. Me ha gustado lo de la leyenda almadiana, muy buena esa mirada que da pie a una serie de aparatosos tocamientos.
    ¡Está genial!
    Abrazo

  12. Rosa Gómez Gómez

    Gracias Aurora, no me veo con capacidad para imaginar sobre otros mundos, pero el mundo de Almadia podría llegar a ser interesante…

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