CRONICA DEL 13º ENTCUENTRO. Cabezón de la Sal 1/3 Marzo 2024

Desde hace unos años nos gusta compartir la crónica del encuentro entre diferentes voces de las que tuvieron la oportunidad de vivir ese fin de semana tan especial. Gracias a los que habéis buscado tiempo para convertiros en cronistas por una vez.

VIERNES 1 DE MARZO.

SENDERO DEL AGUA. San Vicente del Monte

por Rafa Olivares

Y llegó el día. Y fueron llegando al Sendero de cuatro en cuatro y de cinco en cinco hasta superar la cincuentena. Chus y JAMS nos esperan con unos brazos tan abiertos que abarcan todo el valle. En el reENTCuentro, besos y abrazos con los antiguos; más besos y abrazos, después de mirarles la chapa, a los nuevos, que no son pocos y de los que ya conocemos sus letras pero necesitábamos ponerles rasgos. El reparto de las cartelas con nuestro nombre sirvió para saber que este año superábamos a todos los demás: 54 invitados.

No tarda en rodar la oferta de viandas: quesos diversos, empanada, lomo, empanada, cocas con anchoa, empanada, fiambres, empanada, hojaldres, empanada, tortilla, empanada… Los vinos y la cerveza tampoco faltan… de momento.

Las charlas se suceden por grupos, cuya composición va cambiando cada poco, bajo el foco atento de las cámaras de Rafa H. y José. Los amables fumadores dejan algo de holgura en la sala cada vez que salen a hacerse un pitillo. De pronto un alborozo atrae la atención de todos: son Chus y una de las Nurias –la de los ojos bonitos, aunque el dato no aclare mucho– que acaban de aparecer con una caja de Estrellas de Galicia fresquitas. La ovación es unánime.

Entre el tumulto, Belén reparte servilletas recogidas en bandas literarias de colores con frases escogidas de nuestros relatos. Se anuncia el QUIENTC ES QUIENTC y se reparten las boletas de apuestas. La presencia de alguien que se confiesa virgen concita la conmiseración general hacia el personaje aún anónimo. Que otro hubiera sido experto en ropa interior masculina y femenina parece despertar una envidia libidinosa; y quien aseguró que su abuela había fallecido tiempo antes de que tuviera a su hija motivó que más de uno pensara «Aquí tengo un relato».

La intensa tarde de emociones y buen rollo fue dando paso a la necesidad del descanso ante un sábado que prometía nuevos y grandes momentos, y los de La Resistencia tuvieron la deferencia de llevar su alegría al Cabezón de la Sal y permitir algo de reposo a los habitantes del Sendero.

Saliendo del valle aún vimos en los prados algunas vacas. En sus miradas –que de eso vamos este mes– se podía leer que sabían que tendrían empanada para una semana.

SÁBADO 2 DE MARZO

GINKANA DE ESCRITURA «SAL A ESCRIBIR». Cabezón de la Sal

por Sara Nieto

Y ya van trece, que se dice pronto. Trece años de reunión anual de amigos de Esta Noche te Cuento. Este año la cita ha sido en el encantador pueblo cántabro de Cabezón de la Sal.

El viernes 1 de marzo, venidos de cada rincón de España, nos dimos el tan anhelado baño de abrazos en nuestro querido «Sendero del Agua», el hogar de Chus y Jams, donde bebimos, charlamos y comimos «algo» de empanada.

El baño continuó al día siguiente, el sábado por la mañana, cuando pudimos disfrutar de una jornada cántabra en su pleno esplendor con la lluvia sobre nuestras cabezas. Pero poco nos importó a los participantes de la Primera Gincana Literaria «Sal a escribir 2024». Quince parejas de microrrelatistas corriendo como locos, libreta en mano, empapados como sopas y preguntando a los lugareños mientras esquivábamos paraguas y visitantes del mercadillo, no debe ser una imagen habitual. Tanto que a Miguel Á. Molina y a mí hubo quien nos ayudó espontáneamente a encontrar algún que otro sitio: «vosotros debéis estar buscando esto porque hoy hay mucha gente que pregunta por ello», nos dijeron señalando el «Atelier Olivae», una encantadora tienda de cerámica artesanal donde nos pidieron escribir sobre unos platos bellamente decorados «lo que os inspiren».

En «Café con Palabras» una librería rebosante de encanto, donde además venden café y antigüedades, nos ofrecieron unos títulos de libros bien sugerentes para que escribiésemos lo que nos viniese a la cabeza usándolos como quisiéramos. Nada más entrar comprendimos que nunca un sitio estuvo tan bien bautizado porque automáticamente las palabras acudieron al papel. El café no lo tomamos porque el tiempo corría, no por falta de ganas.

La biblioteca municipal Conde de San Diego también se unió, como no podía ser de otro modo, a esta bonita convocatoria y allí, sentados en su acogedora sala y rodeados de mis tan queridas estanterías llenas de libros tejuelados, dimos vida a un breve relato relacionado con el edificio de piedra tan singular que acogía a la biblioteca.

Entre carreras, charcos, pelos chorreando y «abre y cierra el paraguas» llegamos a conocer de primera mano «El secreto de las abejas», que no es otro que el de ofrecer todas esas maravillas que ellas saben hacer para que los propietarios de la tienda las pongan a la venta en un lugar del que no querrías marcharte nunca… Hasta que te acercas a un sitio donde el cariño y la emoción de su propietaria impregna cada hilo y cada botón de las prendas que vende. En «Fibra Sensible» nos recibió un hermoso vestido blanco recuperado que andaba buscando nueva novia para lucirse. Dar a las prendas una segunda vida es el motivo de la existencia de este lugar mágico, porque sin lugar a dudas, allí se hace magia y cada camisa, falda o pantalón cuenta una historia. A nosotros ese hermoso y humilde vestido nos contó una muy bonita.

Aunar dos pasiones tan aparentemente distintas como son la botánica y las materias primas textiles parece cosa difícil, pero no para la propietaria que regenta «Botánica textil». No fue complicado cumplir con el reto que nos planteaba. Y es que una mujer con la imaginación para dar a luz un negocio tan creativo es de esas personas que inspiran sin quererlo.

También colaboró en esta fiesta de las letras la librería «Sancho Panza», una de las de toda la vida, donde se respira la profesionalidad y la dedicación de sus dueños. Y por último la ONG Ruta 6, una organización no lucrativa cuya principal misión es ayudar a las poblaciones más desfavorecidas a través de la educación. Con semejante hoja de ruta, estaba claro que se unirían a participar en esta gincana literaria, que espero que no sea la última.

Y por si el disfrute no fuera poco, Miguel Á. Molina y yo tuvimos el honor de ser los ganadores, junto con Patricia Collazo y José María, al ser elegidos nuestros relatos por los regentes de los comercios participantes. ¿Qué más se puede pedir a esta fiesta? Pues solo una cosa: que se repita.

SÁBADO 2 DE MARZO

CAFE VINILO Y RESTAURANTE EL CRUCE. Cabezón de la Sal

por Yolanda Nava

Teníamos, en el programa de este año, proyectado un encuentro en el Vinilo a las 12 después de un tiempo de visitas y paseos que la lluvia intentó empañar, porque, llover llovió, y generosamente. Si a ello le añadimos que era el encuentro número 13, se podría temer lo peor…

Lejos de eso los Entecianos nos empapamos a la hora y lugar convenidos de reencuentros y emociones aderezadas con el sabor del excelente vermut de la casa, mientras, llegaban los nuevos asistentes que faltaron el viernes, al ya rebosante paragüero se sumaban  los paraguas de los aguerridos participantes de la ginkana que, pese a traer los pies mojados, destilaban calor por la emoción de la reciente experiencia de escritura compartida.

De ahí nos fuimos al Cruce, donde las conversaciones se mezclaban con los platos, recuerdos de antiguos concursos, repaso de anécdotas de años pasados, mención a quienes faltaban e intercambio de preguntas para identificar a los nuevos.

Este año no hubo confusión con la elección de los platos y llegamos a los postres sin sobresaltos. Aunque no compartimos espacio en la misma planta, estuvimos todos unidos, que son muy poco unos cuantos escalones para poner barreras a la creciente Familia Enteciana. El Cruce resultó ser un lugar amplío y cómodo, en el que los platos llegaban a tiempo y en su punto a las mesas, un lugar ideal para compartir recuerdos e intercambiar proyectos.

Con el café pegado al paladar fuimos dejando vacío un lugar que ya reposa en nuestra memoria con un poso que ya es nostalgia. El día siguió y con él las emociones.

SÁBADO 2 DE MARZO.

ENTREGA DE PREMIOS ENTC 2022.

CC Conde San Diego. Cabezón de la Sal

por JAMS

Espero que me perdonéis la longitud de mi charla, pero me gusta aprovecharlo para que, de algún modo, queden aquí recogidos los resultados de todo el año.

Tal vez, estas dos horas concentren mucho de lo que se vive a lo largo del año, y no me refiero solo a los resultados del concurso, sino al alma que mantenemos viva entre unas y los otros. La colaboración para lo que sea necesario, el compañerismo, el buen humor, las ganas de compartir por encima de todo, el ánimo de “hemos venido a pasarlo bien” aunque la fortuna no nos sonría en el resultado… Nosotros nos presentamos siempre con la sensación de que la justicia estaría en poder repartir mucho más todo lo que ofrecemos, pero también contamos con vuestra completa comprensión. Gracias de antemano por hacer siempre de esta entrega de premios una verdadera fiesta, una fiesta más de este fin de semana.

Este año estrenábamos lugar de reunión y estrenamos también espacio para la entrega de premios. La Casa de Cultura Conde de San Diego es un palacete de 1901construido por Eugenio Gutiérrez y González de Cueto, médico de la casa real que fue nombrado conde por haber asistido el nacimiento de los hijos de Alfonso XIII. Pese al mal tiempo meteorológico que nos acompaño, creo que pudimos ver la preciosa estampa de su arquitectura y de todo el jardín que lo acompaña.

Utilizamos el espacio de su Salón de Actos que llenamos completamente: 91 personas nos chivaron los que se encontraban en la entrada.

Sin apenas tiempo de estrenar el precioso fotocall lunático que nos había traído Carmen Parada (lo tuvimos que dejar para el final) iniciamos el acto de entrega de premios con las tradicionales “bienvenidas”. La de JAMS fue breve porque esperaban Oscar López, alcalde de Cabezón de la Sal y Carlos Sánchez, Concejal de Cultura para hacerlo oficialmente. Fue un verdadero honor para nosotros que nos hicieran un hueco en un día liado de asuntos para agradecer nuestra visita.

El intercambio de corona entre el Enteciano de Honor saliente y el entrante siempre ha sido un momento emocionante, porque se trata de subir al escenario a gente a la que queremos y admiramos por muchas razones. En el caso de que la saliente sea Gloria Arcos, que ha superado este año peleando contra los más dolorosos y jodidos problemas con la ilusión de poder venir aumentaba la emoción, y más teniendo como entrante a alguien cuya estima general es más que evidente, Manuel Menéndez.

Y aún teníamos una razón más para ponernos en pie ante una estampa que nosotros no habíamos preparado: la oportuna presencia en este año de las 7 personas que han lucido este galardón: Esperanza Tirado, Rafa Olivares, Ángel Sáiz, María Elejoste, Eva García, Gloria Arcos y Manuel Menéndez. La foto es historia viva de ENTC.

Una vez coronado con todos los honores nuestro nuevo EdH 24 comenzamos con el reparto de premios. Comenzamos por la Ginkana de la mañana. No entraremos en detalles porque ya hay una publicación que lo recoge, pero Óscar López y Carlos Sánchez se encargaron de entregar los premios a los dos equipos o parejas que habían quedado empatados en el Primer Puesto: Sara Nieto y Miguel Ángel Molina, y Patricia Collazo y Jose María Olmedo.

A continuación, iniciamos la entrega de premios del concurso Anonimous que desarrollamos en 2023 mediante 4 propuestas. A cada una de ellas le correspondía un relato ganador cuyo premio era un lote de productos Alonso de la Torre (gracias Nieves por seguir ahí con nosotros) y una ilustración que, en su mayor parte, aún no habían visto y que conocieron y se llevaron en una copia impresa. Los relatos ganadores fueron Hijos de nadie de Juancho Plaza, Otra vez algún día y Pescadores de sueños, de Particia Collazo, y La sal de la vida de Rafa Olivares. Creo que no olvidaremos nunca el momento en el que, en medio del proceso de entrega de premios y lectura de relatos, Manu Montesinos quiso recoger su “zapatilla de honor”, como preámbulo y preparación de lo que aún le esperaba y él desconocía…

Tras la lectura de todos los textos, liberamos el atril para que Rafa Loscertales nos contará lo que había dado de sí la propuesta veraniega de 2023. Aunque no estaban todos, fuimos llamando a los ganadores de las propuestas que estaban presentes para que leyeran sus relatos. Los ganadores habían sido Veranos con Amanda, de Jesús Alcañiz y Javier Arroyo en la convocatoria del “amor de verano”; Mi familia y otros animales, de Enrique Mochón y Pablo Núñez en “Un verano de libro”; Sábado noche, de Juan Manuel Sánchez y Rosalía Guerrero en El sueño de una noche de verano e Imprevistos, de Nieves Torres y Manuel Menéndez en la convocatoria de “lo más natural del verano”. Como ya advertimos en el comienzo del concurso el premio consistió en formar parte del recopilatorio y en un precioso set de sombrero y toalla con los anagramas de ENTC que van a dar mucho que “contar” en el próximo verano.

Y como repito cada año, creo que no hay un premio más emocionante de recibir en ENTC que el Lince Montesdetoledo. Hay tanto cariño, tanta emoción, tanto afecto representado en esa bandeja… Y es tan hermosa la memoria a veces, es tan emocionante traer a Javier Ximens cada año a nuestro lado durante un momento, durante ese instante en el que el ganador coloca esa bandeja a modo de peineta y todos le representamos en nuestra mente… Gracias a Saly y Clara por continuar haciéndolo posible, a su hermano Miguel Ángel que las acompañó este año, y enhorabuena al flamante ganador de 2023, Pablo Núñez y su magnífico relato Epílogo.

El inicio de la “competición oficial” y la anécdota de que un amigo de ENTC me descubriera lo bien que nos “sienta” el término “lunáticos”, fue la ocasión para que nos sorprendiera la actuación de Aroa que venía dispuesta a sumarnos a una secta que tampoco nos parece tan … extraña. Gracias, lunáticos, por entrar en el juego con tanto buen humor…

Y comenzamos con esos datos que cada año nos gusta recordar sobre la participación, sobre el funcionamiento de nuestras convocatorias, sobre la impresionante lista de componentes de nuestro jurado d ella final… Y también conocimos el nombre de los Finalistas de 2024, ganadores ya del concurso, después de estar ahí tras superar 5 rondas de votaciones y una de comentarios de dos jurados que suman 16 integrantes. Repartimos los pins “lunares” de finalista de este año entre los 8 finalistas asistentes y entregamos la mermelada y esa luna azul a los Ganadores Entecianos de este año, bueno… a Pablo Núñez porque Enrique Mochón lo recibirá por correo.

Y llegaba la hora de saber si el Jurado Final había tenido el mismo criterio o si, como siempre, difería parcial o totalmente del Jurado Popular. Este año no coincidió en absoluto.

El premio Sendero del Agua fue para el relato El Premio, de Manuel Montesinos y el Premio A Curuxa para Camino a la gloria de Elena Bethencourt. Los ganadores recogieron sus premios y pudimos estrenar los vídeos que forman parte de lo ganado.

Nuestro juego de la quiniela se quedó vacío porque nadie de los participantes acertó con el resultado final, pero en el “QuiENTC es quiENTC” que llevamos a cabo el viernes con aquellas peculiaridades de nuestros participantes tuvo un triple empate (con solo 4 aciertos de 12 posibles) entre Manuel Menéndez, Pablo Núñez y Rafa Heredero.

Pusimos broche sonoro a la tarde con la voz y la guitarra de Manuel Menéndez que nos trajo un tema que aún no habíamos oído en su voz y la sorpresa de que ese himno de Esta noche te cuento sonó con una estrofa más que, oportunamente, se ajustaba a este año en el que presumiremos de Manu como EdH.

Finalizado el miniconcierto, y mientras muchos aprovechaban el fotocall para guardar un buen recuerdo, comenzamos el reparto entre los asistentes de nuestro recopilatorio. Comenzamos con muchos fallos en la tecnología, que pudimos solucionar medianamente. Disculpad las paradas y dudas que sufrimos en mitad de la desesperación. A pesar de todo, la entrega fue transmitida decentemente por streaming a través de un canal de Youtube. Gracias a Andrés Pujol por su ayuda en el control técnico y por hacer posible la retransmisión.

Fueron dos horas inolvidables, de esas que van a quedar imágenes en el recuerdo de todos para mucho mucho tiempo. Gracias otra vez a todos los asistentes por colaborar en hacer algo tan hermoso. Sois un privilegio.

SÁBADO 2 DE MARZO

RESTAURANTE EL CAFÉ. Cabezón de la Sal

por Nuria Rodríguez

Tras una tarde maravillosa y con las emociones a flor de piel, que mejor que acabala en un espacio tan acogedor como especial.

Se aprovechó el momento para qué Willy, el responsable del restaurante, diese a conocer a los ganadores del 1º Concurso de Microrrelato EL CAFÉ. Los agraciados fueron Ángel Sainz Mora, Ángel Barceló y Nieves Torres, que nos deleitaron con la lectura de sus excelentes micros. Enhorabuena de nuevo, compañeros.

Bailamos y cantamos hasta la saciedad y aún así, y como todos los años, se nos hizo corto. Gracias de nuevo Manuel por tú generosidad.

DOMINGO DÍA 3 DE MARZO:

RUTA POR LIÉRGANES Y COMIDA EN EL “OJO DEL ÁBREGO”. Liérganes

Por Alberto Moreno

Y llegó el domingo. Frío, lluvia… lo cual hacía tambalear los planes previstos. Pero, como todo el mundo sabe, un buen enteciano no le teme a nada (salvo, si acaso, a un bloqueo creativo, ufgggg), así que… ¡Nos fuimos pa Liérganes!

Allí nos esperaba Rocío, nuestra guía, y también el sol, y entre ambos nos regalaron una mañana preciosa. El recorrido comenzó a orillas del río Miera, donde Rocío nos contó la misteriosa leyenda del Hombre-Pez, nos enseñó las Tetas (las de Liérganes, se entiende, que son dos cerros llamados Marimón y Cotillamón), y nos habló de los tres acontecimientos que favorecieron el desarrollo del pueblo (el cultivo del maíz, que acabó con la hambruna; la fábrica de Artillería; y el Balneario de Fuensanta). Y también en cada parada, en cada plaza, nos fue mostrando los diferentes estilos arquitectónicos (barroco, clasicista, indiano…), para terminar en la zona más concurrida del pueblo, donde pudimos degustar los famosos sacristanes de hojaldre.

     El restaurante “El ojo del ábrego” (también en Liérganes) resultó ser un local formidable. La comida, exquisita, fue una excusa más para estar un ratito más en familia, justo antes de los abrazos de despedida. Y aquí, permitidme un inciso (o una emoción, mejor dicho), así me he sentido en esta mi primera quedada enteciana: acogido como uno más de la familia. He conocido a gente que ya admiraba por sus letras y ahora… jolín, pues os admiro como personas. ¿Queda demasiado cursi? Pues es lo que hay.

Y hasta aquí esta crónica de tres días que siempre pasan volando y que siempre, siempre, dejan un regusto en el paladar tan dulce… como salao. No os lo creeréis, pero esto va en serio: ya hemos comenzado a pensar en la siguiente.

Abrazos