13. Cita a ciegas
Ella hizo una lista con los ingredientes necesarios para el postre: harina, huevos, azúcar, leche condensada, nueces molidas, levadura, zumo de limón… Las manos le temblaban mientras escribía.
Se conocieron en una página de desparejados buscando pareja y llevaban varios meses tonteando hasta el amanecer. En el trabajo ya habían notado algo, porque cabeceaba frente al monitor.
En todo ese tiempo se habían enviado fotos vestidos, desnudos y en pijama, recién levantados. Solo les faltaba tocarse, olerse y sentir. Por eso le pareció una fantástica idea verse a oscuras.
Lo esperaría en su casa con las luces apagadas y la cena lista. Él llamaría y ella abriría la puerta; se quedaría escondida detrás mientras él cerraba. Entonces lo cogería de la mano para llevarlo a tientas a la mesa. Antes se comerían a besos.
Se excitaba solo de pensarlo. Pero tenía muchas dudas: ¿seguiría sintiendo lo mismo cuando lo sintiera a su lado?, ¿le gustarían los dulces?, ¿le saldría el pastel tan bueno como siempre?
Todas ellas se despejaron con los elogios que él dedicó a la cena y cuando hicieron el amor.
«Olvidé comentarte que soy alérgico a los frutos secos» —le dijo él antes de encender la luz.
La realidad nunca concuerda del todo con los sueños, que modelamos según nuestra medida ideal. Las expectativas previas fueron emocionantes para tu protagonista, así como la primera parte del encuentro. La segunda, puede que en las urgencias de un hospital, ya será otra cosa, pero ya se sabe que nada ni nadie es perfecto.
Un relato acorde con el tema propuesto, con toques agridulces y divertidos.
Un abrazo y suerte, Susana.
Muchas gracias, Ángel, por tu comentario. Sí, tenía que tener ese toque agridulce y divertido que me dices para no quedarse en un cuento de hadas.
Gracias por leerme,
Almudena, no Susana 😂.
Disculpa, Almudena, por cambiarte el nombre sin querer. Un abrazo
Una primera cita CASI perfecto. ¡Esperemos que lleguen a tiempo de avisar a la ambulancia para que no sea la última!
Un abrazo y suerte.
Gracias, Rosalía.
Esperemos que no se lo haya cargado con lo bonita que fue la cita.
Vaya, ¿las nueces le van a chafar una historia tan romántica? No lo creo. Qué voy a decir yo si he elegido una nuez para la imagen de mi perfil y mi apelledo es Nogueira… Ja ja ja
¡Gracias, Nogueira!
Y con lo ricas que están.
Los preparativos a veces superan a la realidad, pero todo forma parte de la historia y se disfruta igual de bien. Es una forma de alargar algo que te va a hace feliz. En el caso de «cita a ciegas» el giro final sorprende al lector y añade valor al relato.
Encantada de leerte Almudena. Saludos
Me alegra mucho que te haya gustado.
Gracias, Pilar.
Un pelo arriesgados, yo iría más despacito. La ventura los volvió locos. Espero que llegue a tiempo al hospital, si no tendremos un duelo.
Final inesperado, borrachos de deseo, bajaron de la nube a la fuerza.
¡Gracias por leerme, Rosa!
Mira que hablar todas las noches y no contarle ese «pequeño» detalle.