Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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19. Huella y Contrahuella (A. Barceló)

Le obsesionan las escaleras, él las entiende como herramientas que el destino utiliza para llevar a cabo su función. Incontables son los sucesos de su vida que dan veracidad a esta teoría. En su infancia, por ejemplo, su padre anunciaba sus temibles borracheras tambaleándose de escalón en escalón antes de entrar en casa, hasta que un día, completamente ebrio, se desnucó en uno de los peldaños. En la pubertad, la última vez que subió las escaleras que conducían al despacho del director del instituto, fue expulsado definitivamente del centro, así se libró de la banda de hijos de puta que no dejaban de hacerle la vida imposible. Años después, conoció a la mujer de su vida en las escaleras de una discoteca y, hace poco, la perdió para siempre cuando se cruzó con ella subiendo las que conducían a la habitación del hotel donde se acostaba con su amante.

Hoy, de nuevo su destino le espera en una escalera, concretamente en el descansillo de la de servicio. Allí se encuentra apostado un matón a sueldo del promotor de la timba que acaba de abandonar con las ganancias obtenidas gracias a una increíble escalera de color.

2 Responses

  1. Ángel Saiz Mora

    Está claro que, como tu protagonista conoce mejor que nadie, las escaleras son herramientas del destino para él, presentes en los momentos clave de su existencia, aunque más bien en los peores, que son todos o casi. Ni siquiera le sonríe la vida cuando la suerte se pone de su lado de manera clara y en forma de una buena jugada de cartas. Hay gente así, que parece no tener derecho a ninguna felicidad, en su caso, con los escalones como testigos mudos del infortunio, también del último y definitivo. Los peldaños, con sus huellas y contrahuellas, le han dado y le han quitado, aunque más lo segundo que lo primero, escenario necesario para su desdicha.
    Una historia redonda y original. Un personaje a quien las escaleras venían en su rescate, o le hundían, solo podía tener un desenlace acorde con su trayectoria, aun así, sorprendente.
    Un abrazo grande y mucha suerte, querido tocayo.

  2. Rosalía Guerrero

    Ángel, nos has contado en unas pocas líneas toda una vida, marcada por las escaleras y los acontecimientos que en ellas ocurren. Marcan su destino hasta el final, con esa escalera de color y el matón apostado en el descansillo. Si te enrollas y rellenas huecos te sale una novela negra, eh.
    Un abrazo y suerte.

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