Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

Single Blog Title

This is a single blog caption

19. Huella y Contrahuella (A. Barceló)

Le obsesionan las escaleras, él las entiende como herramientas que el destino utiliza para llevar a cabo su función. Incontables son los sucesos de su vida que dan veracidad a esta teoría. En su infancia, por ejemplo, su padre anunciaba sus temibles borracheras tambaleándose de escalón en escalón antes de entrar en casa, hasta que un día, completamente ebrio, se desnucó en uno de los peldaños. En la pubertad, la última vez que subió las escaleras que conducían al despacho del director del instituto, fue expulsado definitivamente del centro, así se libró de la banda de hijos de puta que no dejaban de hacerle la vida imposible. Años después, conoció a la mujer de su vida en las escaleras de una discoteca y, hace poco, la perdió para siempre cuando se cruzó con ella subiendo las que conducían a la habitación del hotel donde se acostaba con su amante.

Hoy, de nuevo su destino le espera en una escalera, concretamente en el descansillo de la de servicio. Allí se encuentra apostado un matón a sueldo del promotor de la timba que acaba de abandonar con las ganancias obtenidas gracias a una increíble escalera de color.

16 Responses

  1. Ángel Saiz Mora

    Está claro que, como tu protagonista conoce mejor que nadie, las escaleras son herramientas del destino para él, presentes en los momentos clave de su existencia, aunque más bien en los peores, que son todos o casi. Ni siquiera le sonríe la vida cuando la suerte se pone de su lado de manera clara y en forma de una buena jugada de cartas. Hay gente así, que parece no tener derecho a ninguna felicidad, en su caso, con los escalones como testigos mudos del infortunio, también del último y definitivo. Los peldaños, con sus huellas y contrahuellas, le han dado y le han quitado, aunque más lo segundo que lo primero, escenario necesario para su desdicha.
    Una historia redonda y original. Un personaje a quien las escaleras venían en su rescate, o le hundían, solo podía tener un desenlace acorde con su trayectoria, aun así, sorprendente.
    Un abrazo grande y mucha suerte, querido tocayo.

  2. Rosalía Guerrero

    Ángel, nos has contado en unas pocas líneas toda una vida, marcada por las escaleras y los acontecimientos que en ellas ocurren. Marcan su destino hasta el final, con esa escalera de color y el matón apostado en el descansillo. Si te enrollas y rellenas huecos te sale una novela negra, eh.
    Un abrazo y suerte.

    1. Barceló Martínez

      Hola, Ángel.
      Bueno la vida puede ser así de dura para algunas personas. En este caso se intuye una historia personal y familiar difícil, donde unas cosas condicionan otras y se produce una especie de efecto dominó, cuyo elemento común son las escaleras.
      Gracias por tus buenos deseos, tocayo. Muy buena suerte para ti también. Un cálido abrazo.

    2. Barceló Martínez

      Hola, Rosalía.
      Es sorprendente la línea temporal que puedes abarcar en un microrrelato si escoges bien la información y la estructuras correctamente. Yo lo compararía, salvando mucho las distancias y la forma de contar, con la información subliminar que te aportan algunas escenas en el cine con muy pocos recursos. Por ejemplo: sale un tipo de imagen muy descuidada en su salón emborrachándose, mira una fotografía de su mujer y su hijo, brotan las lágrimas y vuelve a beber compulsivamente. Apenas son tres imágenes, pero tú ya puedes hilar de qué va la cosa. Con unas cuantas frases bien escogidas y dando la información adecuada se puede contar mucho extendiéndose muy poco. Es uno de los retos que me motivan para escribir microrrelatos.
      Te agradezco mucho el comentario y te envío un afectuoso saludo y un cálido abrazo.

  3. Qué buena historia, Ángel, siempre enmarcada por escaleras en los principales momentos de la vida del protagonista. Que lo hayas cerrado con la única escalera que no es de verdad, esa jugada de cartas, me ha parecido un toque maestro.
    Un abrazo y mucha suerte.

    1. Barceló Martínez

      Hola, Ana María.
      Te confesaré que al escribir este microrrelato me ha pasado algo que normalmente no es así: el final es lo primero que tenía claro, el resto, aprovechando que las escaleras son elementos de conexión, se construyó a posteriori. Se puede decir que empecé la casa por el tejado.
      Los finales abiertos me gustan especialmente porque ofrecen a los lectores la posibilidad de ser partícipes de la historia, ni más ni menos, que decidiendo su propia forma de terminarla.
      Muchas gracias, un cálido abrazo y mucha suerte para ti también. Nos leemos.

  4. Rosa Gómez Gómez

    Con tantos sucesos a lo largo de su vida no me extraña que se obsesione. El que le espera puede que sea el definitivo, ¿o no?
    Lo has dejado abierto, es igual, lo mejor es todo lo anterior. Relacionar su biografía con las escaleras es original y complicado.

    1. Barceló Martínez

      Hola, Rosa.
      Muchas gracias por tu lectura, es fantástico que te haya parecido original. Como le he dicho a Ana María, soy muy partidario de los finales abiertos, así, quien lee es quien decide como debe terminar. Estaría bien saber el final que le has puesto tú, ¿le dejarás al protagonista librarse de ese matón?
      Un cálido abrazo.

  5. Barceló Martínez

    Hola, Susana.
    Me alegra mucho que te haya gustado. Espero que al jurado también lo haga. Por cierto, como te comenté, tu relato me ha gustado mucho, yo te veo con posibilidades.
    Mucha suerte y un cálido abrazo.

  6. Jesús Navarro Lahera

    Buenísimo, Ángel. Tu personaje lleva una vida dura y llena de situaciones traumáticas que se resuelven gracias a lo que ocurre en distintas escaleras. Su destino parece ligado a este elemento, aunque me da que él y su empuje seguirán escribiendo más historias que acaban con alguien tieso sobre los escalones.
    Mucha suerte y un abrazo

    1. Barceló Martínez

      Hola, Jesús.
      Muchas gracias por tu valoración.
      Si nos ponemos a pensar, todos tenemos historias relacionadas con escaleras, como metáfora de la vida son absolutamente extraordinarias, porque la vida es un subir y bajar constante.
      Enhorabuena por tus éxitos, tú sigues escalando peldaños de calidad en tus relatos.
      Un cálido abrazo, amigo.

  7. Vaya escaleras que le tocaron a este señor en su vida, particularmente la última, aunque sea de naipes, y que siendo su suerte, puede terminar convirtiéndose en su desgracia (esperemos que al final elija el ascensor y que el matón se quede con las ganas…)
    Muy buenas estas huellas y contrahuellas, querido Barceló; me encantaron…

    Cariños,
    Mariángeles

    1. Barceló Martínez

      Hola, Mariángeles
      No sé si alguna vez escuchaste esa historia que habla de cómo una humilde familia encuentra un caballo y el hijo dice al padre que es una suerte a lo que el padre contesta ¿porqué le llamas suerte? el tiempo lo dirá… El caballo tira al joven lo lesiona y éste le dice al padre en esta ocasión que es mala suerte a lo que el padre contesta lo mismo que la vez anterior. Estalla la guerra y, al estar lesionado, no se pueden llevar al joven a luchar…
      Bien, pues ya veremos si esa escalera es suerte o no…
      Gracias por todo. Un cálido abrazo y cariños para ti también.

  8. Ana Fúster

    Me encanta el título, porque refleja a la perfección que cada escalera contiene en sí misma algo positivo y algo negativo, incluso la «falsa» escalera del juego de cartas. Y es que resulta tan difícil poner un título redondo que cuando los encuentro me admiran. Un abrazo y suerte.

  9. Barceló Martínez

    Hola, Ana.
    Muchísimas gracias. Los que gustamos de leer y escribir microrrelatos entendemos muy bien la importancia de un buen título. Dicen los buenos tratados del género que es fundamental para completar uno, porque al tener tan poco recorrido narrativo, nada es superfluo.
    Me alegro de haber atinado.
    Un cálido y cariñoso saludo.

Leave a Reply