73. Make Heaven Great Again
Urdió el malévolo pero necesario plan, Jacob tenía la facultad de ver aquella escalera por la que transitaban querubines y benjamines, por eso, cuando vio subir a ese diantre de cara anaranjada y rubio tupé, supo que algo no iba bien. Con su compinche, su ángel de la guarda, dulce compañía, decidieron embadurnar con aceite los escalones de la escalera y provocar un accidente que evitara que aquel diablillo cumpliera sus amenazas; últimamente se paseaba brabucón por la escalera, p’arriba y p’abajo, vociferando que Dios le había elegido para recuperar el esplendor del Cielo y deportar a todas las almas ilegales, reclamaba en tono chulesco el control del gasto, la reducción drástica del funcionariado celestial, y unos altos aranceles para todos los postres y dulces terrenales. Jacob deseaba que la aparición de aquel maldito demonio fuese otro de sus sueños, una pesadilla transitoria.
Tramp da para mucho, sobre todo para un micro divertido. Mejor que sea así.
Menuda revolución va a liar cuando suba al cielo, igual es premonitorio.
Vivimos tiempos inciertos, con problemas que no se terminan de solucionar, y personajes que surgen con supuestas soluciones fáciles, que, como poco, inquietan. Tampoco podemos hacer mucho por cambiar esta situación. Como con todo lo inevitable, el humor es, al menos, una medicina que ayuda a sobrellevar.
Un abrazo y suerte, Marca ¡campeón!