92. Taller de floricultura (fuera de concurso)
De las cenizas de aquel libro brotaron los geranios. Necesité también humus de lombriz, el pedernal rodado del estuario de un río moribundo y la placenta feraz de una musaraña. Solo así conseguí en sus pétalos los rojos más audaces, los verdes más notables en sus tallos y en sus cálices. La sensualidad abrasadora de pistilos y carpelos atraían al taladro sin remedio. La suavidad del néctar, que contenían las anteras, embriagaba a las polillas hasta sumirlas en un sueño de atardeceres púrpuras, y lluvias de ambrosía, mientras duraban los vuelos del cortejo. Después la cópula, el aleteo prístino, la conjunción de abdómenes y la transfusión de esperma, intensa y acre, hasta quedar exhaustas. La puesta era la antesala de la muerte; los cadáveres de las hembras abonaban el jardín después de desovar y los machos, tal vez el del vecino si no conseguían seducir a tiempo a otra hembra. Cada primavera era lo mismo, el desconsuelo por la muerte de sus plantas favoritas y el abrigo de mis brazos, tramposos y solícitos, el milagroso purín de las ortigas, la delatora picazón en las manos y aquel manual de jardinería que utilizaba como el peor de los sicarios.
Un pequeño tratado de jardinería, por lo bien documentado; y una delicia literaria, por lo bien escrito, con un protagonista que utiliza sus conocimientos para hacer daño y luego consolar, pensando solo en el aprovechamiento propio.
Un abrazo, Juancho
Ni quito ni pongo coma, Ángel. Solo puedo rendirme a la precisión de tu bisturí para interpretar relatos. Mi admiración y mi más profundo agradecimiento!!
Un abrazo enorme!!
Juancho, pura poesía, pero muy incorrecta. Además del manual de jardinería debe tener también el de manipulador (o manipuladora, no sabemos).
Un abrazo y suerte.
Un pelín manipulador si que ha salido este prota, y encima parece que le funciona. Muchísimas gracias por leer y comentar, Rosalía. Por más que lo intento no consigo salir de mi zona de confort.
Un abrazo grande!!
Puro estilo Juancho. Jo…
Un beso,
Carme.
Sí, lo que le decía a Rosalía, no consigo salir de mi zona de confort, seguiré intentándolo. Muchísimas gracias, Carme!!
Un beso grande!!
Me siguen encantando tus textos, Juancho, no me canso de decírtelo.
Besazos.
Jo, Ana María, a mi me gusta como eres, tu simpatía, tu espontaneidad, tu frescura y, por su puesto, tu manera de escribir. Muchísimas gracias!!
Un beso enorme!!