Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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28. ¡ABRE LOS OJOS, QUERIDA! (Petra Acero)

Madre trata de convencerme con voz empalagosa, pero ni una mosca cojonera se dejaría atrapar por miel pulverizada: sin brillos dorados, sin untuosidad ni sabor, sin olor a primavera ni calidez otoñal. El insecto se cubriría los ojos con su media docena de patas y recordaría, con nostalgia, a la madrasta de Blancanieves. ¡Esa bruja sí sabía engañar a su hijastra con métodos apetecibles! Debajo de mis manos, aprieto los labios y cierro los ojos. No quiero un alma. Me conformo con comer, beber, dormir y copular; seguir caminando bajo atmósferas azules o vespertinas; sentir la luz y el calor de todos los soles en mi superficie veteada; moverme libremente entre caliente y frío, suave o áspero, seco y húmedo, blando o duro, sin porqués ni responsabilidades… ¡Quiero mi madera!

—Hijita, si no abres los ojos, no funciona —insiste Gepetta, a cada bocanada mágica.

Pinocha separa las manos a modo de ventana. Sus ojos analizan una nariz prominente que, sintiéndose observada, se frunce incómoda. Luego, tras enjuiciar cada oreja, llega a la conclusión de que la derecha, todavía, no parece humana.

13 Responses

  1. Ángel Saiz Mora

    Un relato muy original, lleno de intensidad y, quizá, abierto a más de una interpretación. Ya me dirás si acierto al decir que tu protagonista es una muchacha que se niega a asumir la realidad a la que, quiera o no, se va a tener que enfrentar. Ella prefiere no convertirse en humana completa, que es como decir en adulta, por más que su madre quiera prepararla para ello con la mejor de las intenciones. Sabe que luego ya no habrá marcha atrás, intuye que, tener alma puede ser sinónimo de sufrimientos, de ahí su resistencia. Es más fácil ser una niña de madera, con derecho a decir mentiras, aunque se la note a causa de la nariz
    Un abrazo y suerte, Amparo

    1. Ángel, eres admirable. No sé cómo puedes hacer todo esto: ser el comentador oficial de ENTC, ¡con todos los que somos!, con el respeto y cariño que nos hablas a cada uno, con los ánimos que nos das…
      Gracias por realizar esta tarea, que llevas a cabo tan desinteresadamente.
      Gracias por comentar.
      Un abrazooo grande!!!

    1. Muchas gracias, Luisa.
      A mí me pasa lo mismo con los microrrelatos: me gusta reelerlos. Cuando llegó al desenlace, vuelvo a empezar. Entonces descubro significados, pistas que antes no había visto, y me gusta el hallazgo!! 🙂
      Besosss

  2. Qué trabajo nos cuesta crecer Amparo! Me has recordado a mi hija que hubiera pasado muy bien por tu Pinocha. Realmente excelente, como nos acostumbras. Felicidades y suerte.
    Besicos muchos.

  3. Me gusta tu relato, es original, diferente, poliédrico en interpretaciones, y no está exento de un toque de humor (lo de las orejas, que me parece una forma estupenda de cerrarlo, por cierto). Así que solo me falta desearte suerte.Mucha.
    Un abrazo.

    1. Hola, Paloma!
      Muchas gracias por tu comentario.
      Qué nada más «abrir los ojos» al mundo, a su entorno, comience a enjuiciar, a valorar, a criticar… No sé, parece que los adultos somos poco naturales, demasiado perfeccionistas, olvidadizos de disfrutar el placer de un atardecer, del calor del sol, de estar vivos.
      Un besooo

  4. Hola Amparo, como bien te dicen en los comentarios anteriores, nos dejas un relato muy original. Esa Pinocha y Gepetta en femenino, me parecen ya toda una declaración de intenciones. Aparentemente sencillo tu relato me hace reflexionar, ya desde el título: abre los ojos querida!, nadie puede escapar a la realidad, hay que vivir en el mundo, mal que nos pese.
    En cualquier caso, como te digo muy a menudo lleva tu sello, esa frescura que sabes darle a todos tus cuentos.
    Un besazo

    1. Hola, Asunnn!!
      Mal que nos pese, debemos crecer, claro que sí. Lo que no tenemos que olvidar es todo lo que la protagonista no quiere perder. Tal vez, porque ha comprobado que los adultos la rodean, ya no lo tienen: disfrutar de las pequeñas cosas que la vida nos ofrece.
      Aunque, su reacción, al «abrir los ojos», no parece muy alagüeña.
      Un besazoooo grande.

  5. Abro los ojos Amparo, pero para regodearme con tu magia, esa que impones en cada frase y lleva a sentir tu personaje que se parece mucho a la vida que fuimos dejando en un pasado ya lejano, donde quedaron sueños y utopías.
    Un abrazo maestra mientras sigo disfrutando la magia de tus letras.
    Suerte, aunque se que no la necesitas.

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