29. Adiós Nonino (ana-liliana)
Hoy murió mi papá. Luchó contra la enfermedad lo más que pudo. Mi hermana está haciendo todos los procedimientos que deben hacerse. En unas horas lo velamos. Se me vienen todos los recuerdos. A la vez, siento un poco de culpa porque, de a ratos, se me cruza el pensamiento de que el siguiente en la lista soy yo ya que mi madre ya murió también. Sé que no es momento de pensar en esto.
Estoy en casa con mi señora e hijos. Se me mueven solos los dedos, no aguanto más y voy a mi habitación. Les pido a los demás que no me interrumpan. Agarro a mi fiel compañero y empiezo. Nota tras nota, saco el dolor que siento en el pecho, es como si el bandoneón se uniera a mi cuerpo. Ya no tengo que gritar o usar palabras, simplemente me expreso a través del instrumento. Empiezo con fuerza, sacando todo mi dolor por tener que separarme de él; sigo, acordándome de todo lo que vivimos juntos; y termino, con un ritmo suave, diciéndole gracias, adiós y hasta pronto.
Es muy duro despedir a un ser querido, pero a veces la música ayuda.
Me ha gustado el relato. Mucha suerte.
Muchas gracias por comentar. ¡Saludos!
Como homenaje a la música, y como forma de comentario alternativo, quiero compartir con vosotros una canción que esté relacionada con algún aspecto de vuestros relatos. Espero que te guste la que he elegido para el tuyo.
DISTURBED – Hold on to memories
https://youtu.be/qG05D3OeJYQ
Leí la letra y tenés razón, pega muy bien con el relato. Gracias por comentarla.
El arte puede ser una terapia para expresar todo lo que se siente dentro, para aliviar un poco, al hacerlo, ese duelo necesario cuando se pierde a un ser querido. Frutos de este desahogo aplicado a la música es este relato, que, acorde con la melodía que se describe, aunque comienza con dolor, termina con agradecimiento y un siempre esperanzador: «Hasta pronto», que viene a ser como un: «La muerte no es el final» (que también es una canción).
Un saludo, Ana. Suerte