20 AMANECER EN LA RESACA (Belén Mateos)
Amanezco desnuda, desubicada, sedienta.
Son las trece horas de un sábado con sabor a resaca, con el aroma a sexo impregnado en mi piel, con el cabello enredado en unos bucles imposibles, con los ojos hinchados en el vientre de mi memoria.
Las sábanas, arrugadas, hidratan mi cuerpo, el contorno de mi pubis, el regazo extenuado de orgasmos.
Mi boca carece de aliento y gemidos, quizá se agotaron en mis sueños o entre mis dedos.
No sé, estoy todavía en el espasmo del delirio, entre la saliva de la almohada y el perfume del pecado.
Recuerdo un Cardhu sin hielo, en copa ancha, rebosado de ansia. Recuerdo un cigarrillo apurando su toxicidad en el cenicero, la música estallando mis oídos, las cortinas corridas de deseo.
Suena un WhatsApp en el móvil, creí que lo había dejado en vibración; es mi madre, me recuerda que hoy hay comida familiar, que Ricardo vendrá.
Me aseo, me dibujo una sonrisa, me sirvo un zumo con toda su pulpa y un ibuprofeno.
Compro dos botellas de vino.
Subo las escaleras, con la autoestima negando esa propuesta clandestina concertada entre ellos, contra mi voluntad, contra el invierno de mi vida.
Amanezco hundida de lluvia.
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Jo, a mí me has dejado con la boca abierta. Qué maravilla de relato!! Promiscuo, desmesurado, incierto, y sin embargo exquisito, supremo. La pasión y el deseo se entrelazan. Deseo de uno mismo y tal vez el arrebato de un pasado ya inalcanzable. O una huida hacia adelante, romper barreras, hacer lo contrario de lo que se espera de nosotros. Enhorabuena Belén. Me encantaría verlo impreso en la próxima edición de ENTC.
Besossss!!
Palabras que me colman de dicha, que me ruborizan viniendo de tí, un relatista/poeta que hace con ellas verdaderas maravillas.
Muchas gracias mi querido Juancho por esa boca abierta, por tu detallada lectura, la pasión que muestras en la escritura, por tu acertado comentario.
Mil besos de colores
Parece que el título ya diría, si no todo, mucho, pero faltaban esas pinceladas sutiles, como deslavazadas, con las que la protagonista enlaza dos mundos, el pasional y sin límites de pocas horas antes, y el social y conforme a normas que se espera que cumpla. Todo ello con una narrativa muy personal, la tuya, que esta vez juega entre lo lírico y lo prosaico, porque una resaca nunca es un camino de rosas, pero siempre hay espacio para la belleza cuando se sabe contar.
Un abrazo y suerte, Belén
Siempre con esa palabra precisa que complementa el texto.
Somos resaca de lírica, protagonistas de nuestra historia y la ajena, somos prosa en un título con sabor a incertidumbre.
Muchas gracias Ängel.
Abrazos grandes.
Me he quedado enganchada en esta escena tan sensual e intensa que nos has contado, linda poeta. Casi al oído, casi como si estuviéramos allí. Magistral, tocayita. Yo también creo que este vamos a verlo en papel. Muchos besos.
En los susurros está la calma, la espera, la sensualidad…
Muchas gracias mi Tocayita por tanto, por estar siempre ahí, a mi y de mi lado como yo del tuyo.
Mil besos azules.
Hola, Belén.
Está claro que la pasión se la has puesto a la narración. En cuanto al deseo, creo la historia viene a decirnos que una cosa es lo que se desea y otra bien distinta lo que se tiene.
Bueno, pues aprovecho esta pequeña reflexión sobre lo que cuentas para hilar la siguiente: tú tienes una joyita de relato y yo te deseo muchísima suerte con él.
Un cálido saludo.
Holaa Barceló.
La pasión está en nosotros por la escritura, el deseo se manifiesta entre las líneas de nuestros relatos.
La joya es tu comentario y palabras.
Muchas gracias.
Un abrazo enorme.