Íñigo Redondo

Llueve sangre. Con las alas arrancadas, no pueden volar los derrotados, aquellos que deberían morir y no mueren. Los cuerpos tocan la arcilla yerma, los... Read More

Ha aparcado temprano, frente a la puerta principal del centro comercial. Una furgoneta rosa. Es la primera. Cerca del tiovivo llama mucho la atención. La... Read More

Hace tiempo que nos convertimos en unidades útiles para producir eficientemente. Y así ganamos dinero. También somos consumidores. Y así gastamos nuestro dinero. Consumimos lo... Read More

En el club de fotografía se van a asombrar. Ha quedado perfecta. Ya la veré bien en casa, pero creo que podré presentarla al concurso.... Read More

Manu me dice que tengo que eliminar el origen de mis miedos. Mudó su consulta, ¿sabes? Gana mucho dinero, pero a mí no me cobra.... Read More

Tengo casi sesenta años. Y el recuerdo de cuando tenía diez, once, doce. De cómo bajábamos al río y me ponía en el tobillo la... Read More

Cuando está triste ríe, para parecer contenta. Cuando está alegre llora, para no presumir. Y canta, queda, cuando me coge la mano. Y baila, calma,... Read More

La veo todos los días asomada al balcón, desde el estacionamiento, cuando llego a trabajar. Al mediodía, durante la ronda en planta, la encuentro cuando... Read More

He conseguido comunicarme con los lamparones. Así los llamaba Alba. Les puso ese nombre porque siempre volvía del cole con la bata llena de salpicaduras... Read More

Por qué se disfrazan así. Esas ropas grises, los abrigos peludos y húmedos. Tienen cara enfermiza, amarillenta, y la piel reseca como la de los... Read More