BESTIAS Y DIOSES PARA UN TEMA SOLITARIO

Decía Aristóteles (-384–-321 a.C)…

“El ser humano es un ser social por naturaleza, y el insocial por naturaleza y no por azar o es mal humano o más que humano… La sociedad es por naturaleza y anterior al individuo… el que no puede vivir en sociedad, o no necesita nada por su propia suficiencia, no es miembro de la sociedad, sino una bestia o un dios.“

Nos encantó la idea de plantearos esta propuesta por la malvada dualidad de perspectiva que acerca a los extremos: la oscuridad de la bestia y la luz de lo divino… o, acaso sean tópicos amaestrados que podamos redirigir de otro modo…

Es evidente que el hombre ha nacido para vivir en sociedad y que su supervivencia depende básicamente del grupo. Pero conseguir el poder suficiente para permitirse la independencia requiere el planteamiento salvaje y cruel de la indiferencia ante todo, ante todos. Y también es interesante el otro lado, su omnipotencia divina, al reducir su humanidad a los límites de si mismo: TODO es él.

Creemos que con ambos planteamientos tendremos ocasión de rebuscar en el universo esos perfiles poderosos que harán que el relato recargue su energía, ya sea de luz o de oscuridad. Estamos deseando contemplar todo lo que surge de aquí.

La faceta más propia de estos dioses y bestias del mundo se encuentra en la decisión de apartarse, de esconderse, de no prodigarse, salvo necesidad, entre los que les resultan débiles o inferiores. Prefieren permanecer ocultos. Por eso nos ha parecido oportuna esta imagen de la argentina Susan Cipriano que nos permite usar la web pixabay.com, y que representa bien la idea de ese espacio “natural” alejado de lo humano.

Tal vez sea una ventaja,

ya sabéis dónde tendréis que buscar,

donde no se le espere…

Poned en marcha vuestra imaginación…

convertiros en dioses esta vez y cread, recread, inventad…

Nosotros solo podemos prometer que intentaremos

no ser muy bestias y os leeremos con interés.