75 CAMBIO DE RUMBO (Ana María Abad)
El día que decidió cogerse unas vacaciones, tomó a uno de sus acólitos, lo instruyó en sus deberes, y le traspasó manto y capucha negros, mientras ella se embutía en pantalón corto y camisa hawaiana para no desentonar en la playa de moda. A su regreso, halló sus dominios transformados: su sustituta vestía de corto y de blanco, lo había redecorado todo en tonos pastel, y los difuntos jugaban al mus y a la petanca, bebían mojitos, y por las noches bailaban los últimos éxitos de la radio bajo una bola de luces multicolores.
Sabía que su deber era enfurecerse, poner el grito en el cielo, hacer rodar cabezas con aquella guadaña que ahora colgaba de la pared como un vetusto trofeo. Pero, en vez de abrirles a todos un expediente, se limitó a firmar su jubilación anticipada con un mohín que a nada la comprometía, y regresó a la playa.
Ahora es instructora de pádel-surf, se ha llenado la melena de rastas y lleva en el hombro un tatuaje que reza: “Estoy de Muerte”.
Ahhh, que bueno! Hay trabajos que no puede hacer cualquiera, por lo que no se pueden delegar. Si necesitas un descanso, mejor cambia de curro y de vida. O mejor aún, jubílate.
Un abrazo y suerte.
Muchas gracias, Rosalía.
Pues sí, creo que mi prota ha tomado finalmente la decisión correcta, aunque haya sido empujada por las incorrecciones de otros. Yo, al menos, la veo bastante más feliz así.
Besazos.
Pues a esta «chica» le ha sentado de muerte la jubilación. A los demás no sé, porque pasarse la eternidad en un sitio redecorado por una fan de Barbie, jugando al mus y la petanca y bailando reguetón no mola. El mojito sí lo firmo. Un abrazo y suerte, Ana.
Muchas gracias, tocaya.
Yo creo que ella sale ganando, la verdad, pero también es cierto que el resto no pueden elegir, tendrán que conformarse con lo que les toque, reguetón incluido.
Besos.
jajajaja. Buenísimo. Me he divertido un montón leyéndolo. Y redondo el cierre.
Un beso grande, Ana María
Muchas gracias, María. Si te ha sacado una sonrisa, me das una alegría a mí.
Besos de vuelta, compi.
La muerte se viste de Prada… Bueno, en este caso ni se sabe, de marchosa de playa. Muy divertido y refrescante el relato. Un saludo y suerte, Ana María.
Muchas gracias, Antonio.
De Prada, o de lo que se tercie. Yo me la imagino más bien en plan Corrupción en Miami, en una lancha motora y cambiando la guadaña por un pistolón, jajaja.
Besazo.
Lo correcto para la Muerte sería ejercer como tal, pero no se.ser tan serio siempre. Después de media eternidad de tinieblas y seriedad máxima, la siguiente, para compensar, a despendolarse de manera incorrecta, o puede que lo correcto siempre haya sido eso. Como suele decirse, bien está lo que bien termina, mejor aún si es a gusto de todos.
Un abrazo y suerte, Rosalía m!
(Fe de erratas: -no se me da bien escribir con el móvil-: Donde dice «no se.ser», quise decir.»no se puede ser». Y sobra ese «m!» del final).
Ahí va otro abrazo
Muchas gracias, Ángel.
No te preocupes por las erratas, a todos nos pasa alguna vez, y eso sin contar con el maldito corrector, que te mete en cada lío que para qué…
¿Correcto o incorrecto? Puede que dependa del color del cristal con que se mira, y creo que esta buena señora se ha cansado de las gafas negras y se ha pasado a las rosadas. Y tan contenta, oye.
Y me parece que los difuntos tampoco tienen queja, jajaja.
Abrazos de vuelta.
Además de la idea que es genial y simpática, el relato tiene expresiones muy bien elegidas, como “ poner el grito en el cielo”, “ hacer rodar cabezas » o “Estoy de Muerte”.
Muchas gracias, Edita, me alegra que te haya gustado. Las expresiones aderezan un poco el texto.
Un abrazo.
Qué bien le ha sentado a tu protagonista la jubilación. Parece que las vacaciones le abrieron las puertas a otro tipo de vida, aunque igual la cabra tira al monte y se cepilla, sin querer obviamente, a alguno de los alumnos de pádel-surf. Divertida visión de la Parca. Un abrazo y mucha suerte
¡Jajaja! Yo que los alumnos me andaría con cuidado, por si las moscas: aunque ha dejado la guadaña, un remo puede ser bastante efectivo, si se lo propone. Seguro que si el relato fuera tuyo la obligarías a hacer alguna jugarreta, con lo feliz que está la pobre en su nueva ocupación.
Muchas gracias por leer y comentar, querido Jesús. Abrazos de vuelta.
Hola Ana María. Me encanta el humor negro y el cambio de tono de esa «oficina del más allá». Un saludo y ¡suerte!
Muchas gracias, Sergio.
Suelo recurrir bastante al humor negro, y a los cambios de tono, ni te cuento, jejeje, me brotan en cuanto me despisto.
Un abrazo.
Ojalá fuera así. Se agradece la alegría y el tono festivo. Un abrazo, Ana.
Muchas gracias por pasarte a comentar, Pablo. La alegría que no falte, incluso (o sobre todo) en temas tan escabrosos como este.
Abrazos de vuelta.
Jajaja, pues claro que sí. Se chapa el chiringuito y a coger unas olas. Eso sí que es pasar a mejor vida. Un abrazo fuerte, Ana María.
Es lo que tiene la jubilación, a algunos los mata y otros se lo pasan de muerte. En cualquier caso, es otra vida muy distinta, y parece que la prota está dispuesta a disfrutarla a tope.
Muy buena esa frase, Aurora, le viene al pelo, jajaja.
Abrazos de vuelta.
Muy bueno, Ana María!! No me extraña que la muerte quiera jubilarse de una tarea tan poco agradecida. Muy ingenioso y divertido, con expresiones tan geniales como tú.
Besos y suerte. 💗
¡Muchas gracias, Nuria! ¡Qué bien que te haya gustado! Con tanto ansioso por jubilarse, no es de extrañar que ella también lo estuviera deseando, aunque no lo reconociera. Ahora ya puede descansar en paz y en playa, jejeje.
Besotes de vuelta.