104. CERRADO POR AMOR
María quedó sorprendida al encontrar aquel cartel prendido en la pequeña librería “Tres Rosas Amarillas”, que decía “Cerrado por Amor”.
No podía entender que razón habría podido llevar al cierre de ese lugar de encuentro, en cuyo escaparate se reflejaban, a menudo, los sueños hechos realidad de sus amigos escritores.
Por mucho que echara a volar su imaginación jamás comprendería ese tipo de amor opresivo, capaz de llevar a la desaparición de aquel espacio de libertad, ideas y esperanzas.
Y es que en su fuero interno María esperaba que esa fatal decisión no fuera la imposición de un corazón tiránico sobre otro. Deseaba que ningún latido pudiera tener ese influjo negativo sobre quién, como ella, solo ansiaba dejar atrás su soledad.
Quería pensar que la bajada de la persiana solo podía deberse a un motivo positivo como la entrega, amor o pasión, aunque temía que, en verdad, las razones escondidas fueran la maldad, la envidia, el sufrimiento o la codicia.
La aprendiz de escritora decidió que debía emplear lo que la fortuna le había concedido, el premio de la Primitiva, en reflotar aquel pequeño templo de cultura.
El cierre de una librería es una noticia triste, porque también supone la clausura de muchas ilusiones; el que haya sido por amor quizá lo justifique, pero no mitiga sus efectos. Hay quien sabe transformar los problemas en oportunidades e interpretar de forma correcta las señales que la vida le lanza. Seguro que tu protagonista encuentra su camino entre libros y, quien sabe, también puede que mitigue su soledad.
Un abrazo y suerte, Gloria
Gracias, Ángel.
Fue en la última quedada cuando pasamos por delante de la librería «Tres rosas amarilla» y descubrí ese mensaje en el escaparate.
La verdad no sé que hay detrás de él, si es una licencia literaria, o si es cierto, y de verdad está cerrada. Pero como estaba encallada con el color amarillo, me pareció un tema adecuado.
Ojalá a mucha gente con posibilidades y suerte se le ocurra reflotar estos templos de sabiduría.
Recibe un abrazo.
Gloria
Bonito relato, me ha gustado Gloria. Suerte y un beso
Muchas gracias, Pablo por pasarte y comentar. La verdad es que aunque comentamos que el amarillo no nos motivaba, ha dado mucho de sí. Hay relatos muy interesantes. Un abrazo