COPA ENTC 2022 / ENCUENTRO R2 / 17
Encuentro R2/17
EZEQUIEL BARRANCO / EVA GARCÍA / BELÉN MATEOS
Cada uno de los participantes señalados anteriormente tendrá que publicar en el espacio reservado a los comentarios de esta entrada del blog, un relato INÉDITO de un máximo de 102 palabras (sin contar el título) antes de las 20 horas (hora local peninsular española) del JUEVES 12 DE MAYO
cumpliendo las siguientes condiciones:
CONDICIÓN 1:
UNA HISTORIA… ILUSTRADA
El relato tendrá que estar inspirado en cualquiera de las dos ilustraciones que os adjuntamos en la imagen superior (puedes ampliarla haciendo doble click sobre la imagen).
CONDICIÓN 2:
ALGO FANTÁSTICO
Será obligada la presencia, de manera puntual o desarrollado a lo largo de todo el relato, de algún elemento fantástico .
CONDICIÓN 3:
UNA PALABRA EN LA ÚLTIMA FRASE.
La última frase tendrá que incluir obligatoriamente la palabra
TIJERAS
Podrá ir en cualquier lugar de la la frase y aparecer con cualquier variación de género o número posible.
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Tendréis que pegar vuestro relato como comentario a esta entrada del blog. Cuando los tres relatos hayan sido publicados, abriremos el enlace a la VOTACIÓN POPULAR mediante un formulario en el que podrán votar todos los usuarios de ENTC (participantes de la Copa ENTC 2022 o no) salvo, lógicamente, los jugadores implicados en este encuentro. La votación permanecerá abierta hasta el viernes 13 de mayo.
Consultadnos cualquier duda. Hay tiempo.
REVISAD BIEN EL TEXTO ANTES DE PUBLICARLO PORQUE, UNA VEZ HECHO, NO HABRÁ POSIBILIDAD DE CORREGIR NI REEDITAR.
El resultado de este encuentro se hará público en una entrada general de la sección ENoTiCias.
ENLACE A VOTACIÓN POPULAR (cerrado)
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Somnífero definitivo
Olvis, el anciano de las estrellas, trituraba los recuerdos convirtiéndolos en un polvo fino e indoloro que podía diluirse en agua para tragarlos mejor. A veces añadía azúcar, sal o pimienta si juzgaba que eran demasiado amargos, insípidos o insulsos. Otras, giraba como un loco su molinillo borrando memorias completas. Conmigo, que cometí el pecado de ponerlos a salvo en mi diario, se ensañaba lanzándomelos intactos a la cabeza para atormentarme cada noche. Incapaz de revivirlos más veces, decidí destruir las páginas. Al día siguiente, junto a las tijeras, apareció un vaso con un líquido amargo y espeso que bebí sin respirar.
CUANDO LAS BARBAS DEL GNOMO VEAS RASURAR…
Al gnomo del jardín le crecía hierba entre sus barbas, por más que le podara volvían a emerger con más fuerza, sobre todo en los días de luna llena y al sonar las doce de la noche en las campanas de la torre.
Traté de decolorarla con esmalte de uñas, pero aún se intensificaron más las púas malvas de sus pelos. Le pasé una lima del dos y floreció más frondosa.
Creo que mañana jugaré con él a piedra, papel o tijera y apostaremos su cutis lampiño contra mi mata de pelo.
A GRANDES MALES…
Amaro era muy celoso. Yo me di cuenta la noche de bodas, en que me cogió mi alianza de oro y la puso junto a la suya que, no me quiso explicar la razón, tenía la forma de una serpiente. Yo no le di mucha importancia, pensé que cada uno tiene sus gustos, pero al despertar vi que su anillo había apresado al mío. Intenté liberarlo, pero fue imposible hasta la mañana siguiente en que, sin esfuerzo alguno él los separó y me lo ofreció.
A partir de ese momento noté que cada vez me apretaba más, sobre todo si me retrasaba, no recogía bien la casa o salía con mis amigas, hasta que llegó el día en que ya no pude sacármelo. Él se ofreció a ayudarme, me dijo que tenía que actuar de otra manera, más solícita y recatada, y me acarició. Pude sentir que la serpiente, en su dedo anular, me sacaba su lengua bífida y mi anillo encogía. Intenté arrancármelo y entonces me abrazó Amaro y me rozó la mejilla con una aparente ternura. Noté la caricia de su reptil plateado y no lo pensé: una tijera no corta el metal, pero sí arranca un dedo.
… qué rabia dan estas cosas… jo.
El número de palabras máximo para esta propuesta eran 102 y el relato de Ezequiel tiene 200, por lo que no es válido para este encuentro. Los puntos serán para Belén y Eva.
Ooooh, vaya Ezequiel, ¡qué despiste! Este sí que es un gran mal sin remedio. Ya lo siento… ese dedo cortado merecía otro final…
¡Qué buenos relatos!
Estoy atontao