COPA ENTC 2022 / SEMIFINAL 1
LUISA HURTADO
JUANCHO PLAZA
LA LEYENDA DE SER BÉCQUER
Los dos participantes señalados arriba tendrán que publicar en el espacio reservado a los comentarios de esta entrada del blog, un relato INÉDITO de un máximo de 102 palabras (sin contar el título ni la frase de inicio obligatoria) antes de las 20 horas (hora peninsular) del JUEVES 9 DE JUNIO cumpliendo las condiciones que se señalan abajo.
La leyenda que os servirá como inspiración y comienzo para vuestro relato es
EL RAYO DE LUNA
CONDICION 1
De la misma forma que presenta el original de esta famosa leyenda de Gustavo Adolfo Bécquer vuestro relato deberá tener el título y la frase de inicio siguiente:
TITULO : EL RAYO DE LUNA
FRASE DE INICIO: Yo no sé si esto es una historia que parece cuento o un cuento que parece historia; lo que puedo decir es que en su fondo hay una verdad, una verdad muy triste, de la que acaso yo seré uno de los últimos en aprovecharme, dadas mis condiciones de imaginación.
La frase de inicio tendrá que incluirse tal y como aparece, no será posible alargarla, acortarla ni introducir términos o signos nuevos. La frase de inicio obligatoria NO se contabilizará, o sea que el relato podrá alargarse 102 palabras más.
CONDICIÓN 2: UNA PALABRA PARA CADA RELATO
Hemos sorteado 2 palabras entre aquellas que propusisteis en la inscripción para dar forma a esta segunda condición.
EL PRIMER RELATO publicado, sea del autor que sea, deberá incluir obligatoriamente la palabra
BRUMA
EL SEGUNDO RELATO publicado, sea del autor que sea, deberá incluir obligatoriamente la palabra
LABERINTO
Y …NINGUNO DE LOS DOS RELATOS PODRÁ INCLUIR AMBAS, lo que significa que el uso de una excluye el de la otra.
Consultadnos cualquier duda que os pueda surgir.
Y RECORDAAAAD
Revisad bien el texto antes de publicarlo porque,
una vez hecho,
no habrá posibilidad de corregir ni reeditar.
Tras la publicación de los dos relatos participantes abriremos el enlace a un formulario para la Votación Popular (solo se admiten usuarios de esta web) que permanecerá abierto hasta el viernes 10 DE JUNIO a las 20 horas.
El resultado de este encuentro se hará público en una entrada general de la sección ENoTiCias.
El rayo de luna
Yo no sé si esto es una historia que parece cuento o un cuento que parece historia; lo que puedo decir es que en su fondo hay una verdad, una verdad muy triste, de la que acaso yo seré uno de los últimos en aprovecharme, dadas mis condiciones de imaginación.
Cuentan que fue un rayo de luna haciéndoles cosquillas, esa noche un niño y una niña salieron al patio de sus casas y, estando solos, alejados de las peleas eternas en que estaban inmersas sus familias, se miraron y sintieron cómo se fundían sus vidas. Cuando ese amor fue descubierto años después por sus parientes, quizás una mirada de más o una sonrisa, los gritos y peleas se redoblaron a su alrededor como antes nunca; hasta que llegó la noche en que se les tragó una espesa bruma, logrando curiosamente que en ese dolor por su pérdida se abrazasen las familias.
Pensé si escribir un relato con la palabra «laberinto» y esperar al jueves; pensé, pensé; pero al final me ha podido el «ansia viva». Ahora, Juancho, tienes tiempo para escribir un relato de los tuyos, de los buenos; no creo que tengas ningún problema.
En cualquier caso, un placer repartirme palabras contigo.
Me ha encantado Julia!!
Que haya suerte 😉
Un beso,
Candelas
Jo, Luisa, tu relato es muy bueno. Yo creo que me voy a hacer esperar todavía, ahora que me he podido sentar un poco y empezar a darle vueltas, la verdad es que estoy bastante atascado. También para mí es un placer compartir contigo esta ronda. Intentaré presentar algo de batalla, pero no me lo has puesto nada fácil. Me voy a afilar el lápiz a ver si veo algo de luz…
Bsssss!!!
El rayo de luna
Yo no sé si esto es una historia que parece cuento o un cuento que parece historia; lo que puedo decir es que en su fondo hay una verdad, una verdad muy triste, de la que acaso yo seré uno de los últimos en aprovecharme, dadas mis condiciones de imaginación.
Puede que no me creáis, pero yo viví en aquel laberinto, retorcido y lóbrego a pesar de estar a cielo abierto. En él, la noche es perenne como la desconfianza de los gatos y solo un rayo solitario de la luna de septiembre señala la salida. Por raro que parezca nunca vi ni a Ariadna ni a Teseo, ni emerger al Minotauro de sus inciertos recovecos. Pude ver, eso sí, a Mary Shelley perseguir al hombre de hojalata y a Oscar Wilde embelesado con las enaguas de una niña. Pude escapar, o eso creo, de la mano de un muñeco de madera.