40. Cuando subió la marea
Con el arrojo del inexperto me introduje en la desconocida cueva que sentí húmeda y cálida a la vez. Sin miedo me adentré en su oscuridad, tanteando para no perderme, con la ilusión de encontrar la recompensa de la que tanto me habían hablado.
Una y mil veces me sumergí en sus dulces aguas. Tú me ibas indicando la ruta a seguir en ese mapa tan personal en el que, como un explorador novato, siempre me perdía; entonces te reías de mi ignorancia a la vez que me cubrías de besos y caricias para excusar mi torpeza.
Aquella búsqueda, que nos dio los mejores momentos, llegó a ser toda una excitante aventura. Ya no importaba el objetivo, el placer era el camino.
Fue tu extrema excitación el aviso de que había llegado al punto, a ese famoso punto en donde la razón se pierde y se llega al éxtasis.
En ese momento, mojado en ti, pude notar como de repente había subido la marea.
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Un recorrido intenso y lleno de sensaciones, contado con gran elegancia. Un viaje que es toda una aventura, en el que los sentidos y los sentimientos se combinan para crear magia, que hacen que pensemos que la naturaleza, realmente, es sabia.
Un abrazo y suerte, Pilar
Me gusta tu comentario, Ángel. Así es, cuando los sentidos y los sentimientos se unen surge la magia ✨✨
Muchas gracias por dedicar tu tiempo a comentar.
Un abrazo
Relato húmedo y delicado que nos va llevando de la mano por esa cueva, que al principio parecía una y al final resultó otra bien diferente. No sería descabellado sumarle un nuevo sinónimo a serendipia: ge.
No es más que la versión erotica de la serendipia. Muchas gracias, Edita, por comentar.
Uala qué elegancia, enhorabuena. No es nada fácil relatar con el trasfondo del erotismo y que quede tan fino. Mucho menos que comience dando un contexto que al final del micro se transforma en otro. Muy bueno, mucha suerte.
Gracias Izaskun por tu tiempo. Soy partidaria de que estos temas se traten con naturalidad y sentido del humor. El calificativo de “ elegancia” me da subidón ja, ja…
Encantada de conocerte 🙋🏻♀️
Pilar, qué bien contado, parecía uno de los relatos húmedos del verano pasado. Erótico a la par que sutil.
Un abrazo y suerte.
Guau, Pilar, qué bello, cargado de erotismo y elegancia. Me ha gustado mucho este micro tan sensual, tan excitante. Qué maravilla. Mucha suerte y un abrazo.