Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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79. “De gustibus non est disputandum”

Doña Manuela cobraba la voluntad para completar su pensión. Si además le dabas algún sugus azul, de aquellos que se suponía que sabían a piña, anteponía tu ropa a la montaña de prendas que tuviera para arreglar. El problema era que éramos muchos en el pueblo, eran los más escasos y ella adoraba esos caramelos blandos tanto como aquella vida tranquila que llevaba. Nos afanábamos en conseguirlos. Íbamos a por ellos a pueblos lejanos si era necesario en cuanto nos sobraba un minuto. Mientras, ella escuchaba el canal clásico en la radio con las gafas de media luna en la punta de la nariz, serpenteando la lengua sobre uno de esos caramelos a la vez que hilvanaba y cosía. Los chupaba hasta que quedaban como papel de fumar. Luego los aplastaba con sus encías hasta hacerlos desaparecer. Pero que no se te ocurriera decirle que esos sugus no estaban ricos o no sabían a piña porque, en ese mismo momento, con su sonrisa desdentada y su templado carácter, pondría tu ropa, con suma dulzura y lentos movimientos, debajo del montón que le quedara por repasar.

 

 

4 Responses

  1. Josep Maria Arnau

    Un relato sobre un último tramo vital en plenitud. Muestras muy bien las pequeñas cosas que hacen esto posible para la protagonista: la tranquilidad, escuchar la radio, los pequeños arreglos que todavía realiza… y la alegría sensorial que le proporcionan esos sugus azules. Y una actitud vitalista en su día a día… completando su pensión y siendo un referente arreglando prendas. Me ha parecido muy bueno el remate final con la traviesa gestión de la cola de clientes según su empatía. Da para mucho Doña Manuela. Enhorabuena.
    Un abrazo y mucha suerte, Nuria.
    ¡Felices fiestas!

  2. Nuria, me has llevado a aquel pueblo y he visto a doña Manuela con esa sonrisa destentada. Relato con dulzura, la del caramelo y la de esa vida tranquila (pero no le llevéis la contraria, eh!)
    Un beso.
    Carme.