30. DEMASIADO PRONTO
Me desenreda el cabello para quitarme el salitre y la arena, con mucha suavidad, como lo hacía mamá, pero yo me retuerzo y me quejo de que me hace daño. Me ha traído mi bocata favorito, pero le digo que no lo quiero, que hoy quiero fruta. Papá se enfada y ella me disculpa. Que estoy cansado —dice— . Que bañarse en el mar agota. Que es normal que esté irritable. Que necesito tiempo para conocerla un poco más.
Y me sonríe. Y yo sé que es buena y que tiene ganas de llorar, como yo, que solo quiero llorar. Y abrazarla, aunque la abuela me diga cada sábado que mamá llora en el cielo porque aún no hace ni un año y eso es demasiado pronto.
Un choque de sentimientos tremendo el de este niño. El dolor de haber perdido a su madre, junto a la adaptación a una candidata a madrastra que le gusta mucho, pero se empeña en mostrar que no es así.
El título del relato acaba de rematar, de manera brillante, lo que sucede en su cabeza y en su corazón, su forma de proceder.
Un abrazo y suerte, Nieves
Muchas gracias por tu análisis, Ángel. Un abrazo
Me gusta. Están muy bien reflejados los sentimientos de todos los personajes. Produce penita.
Muchas gracias por comentar, Edita. No sé que tienen las cosas por las que sufren los niños que siempre acaban dentro de mis relatos. Será que duelen… Un abrazo.
Quiero pensar que efectivamente es la pareja de su padre, pero me confunde eso de que “tiene ganas de llorar”, y que a continuación aluda a la abuela, me sigue confundiendo. Creéis que era la abuela a quien rechazaba.
Lo siento, me he liado en esto.
Gracias por comentar, Rosa. Efectivamente, es la pareja del padre y al niño le gusta y quiere quererla, pero miente y disimula influido por su abuela que no acepta que el padre empiece una nueva relación ‘tan pronto’. Me temo que para la abuela siempre será demasiado pronto. Un abrazo
Nieves, qué duro, peró que bien contado. Sufre la mujer porque el hijo de su pareja no la acepta, y sufre el niño al sentir que están suplantando a su madre. El único que parece que no sufre es el padre de la criatura.
Imagino que la mentira es que esa relación ya existía antes de quedar el niño huérfano.
Es muy profundo, por lo que cuenta y lo que nos hace intuir.
Un abrazo y suerte.
Gracias por comentar, Rosalía. Para mí la mentira es que al niño le gusta y quiere quererla, pero miente, hace como que no le gusta y no se deja querer influido por su abuela que no acepta que el padre empiece una nueva relación ‘tan pronto’. Me temo que para la abuela siempre será demasiado pronto. Un abrazo
Hay mentiras que cuestan un mundo y es que el amor y la simpatía es muy difícil de fingir, y más cuando el amor de verdad, como es el de una madre, es insustituible.
Bien reflejados los sentimientos del niño.
Un saludo.