Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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65. Depredando (Alberto BF)

Miguel era el chiquillo más introvertido de la clase. Desde el primer día observé que apenas se atrevía a mirar a sus compañeros, y mucho menos a mí, como figura de autoridad que era. Intentaba ser simpático con él, pero su acusada timidez le impulsaba a rehuírme en cada intento de acercamiento.

Pronto me di cuenta que en su casa las cosas no andaban muy bien. Solía llegar a clase hambriento, casi siempre mal vestido y a medio asear.

Poco a poco me fui ganando su confianza, ofreciéndole generosas raciones del rico bizcocho que Sor Virtudes nos preparaba a los profesores cada mañana. Jamás vi engullir un alimento tan deprisa, sin rastro alguno de retraimiento. Barrera desbloqueada.

Camelar a sus padres fue más sencillo, y pronto Miguel pasaba más horas conmigo que en su casa. Las clases de refuerzo individuales nos permitían disfrutar de mucho tiempo a solas y, aunque a alguno de los profesores le parecía extraño tanto apoyo, miraban para otro lado, como siempre vimos hacer en estos casos. Fueron meses muy felices.

Cuando la congregación me informó de mi urgente traslado, me derrumbé. Pero tengo fe en que Miguel, hecho ya un hombretón, vendrá triunfal a rescatarme.

16 Responses

  1. Rosalía Guerrero

    Ay, Alberto, que desde que le ofrece el bizcocho he empezado a sospechar el desenlace. Una incorrección de las peores, por desgracia demasiado habitual.
    Un abrazo y suerte.

    1. Alberto Benito

      Muchas gracias, Rosalía.

      Malditas incorrecciones las de esta índole. Y, como bien dices, más habituales de lo que nos gustaría.

      Un abrazo, y suerte para ti también.

  2. Ángel Saiz Mora

    Algunas actitudes son tan graves que cualquier castigo sería pequeño, pero si además parte del agravante de provenir de alguien dedicado a ayudar a los demás, que proclama la rectitud y lo correcto, la indignación asciende, si cabe, varios grados más.
    Un relato que consigue incomodar sobre una situación de abuso de poder extremo, e hipocresía, que nunca debiera darse.
    Un abrazo y suerte, Alberto (disfrutando tu libro estoy).

    1. Alberto Benito

      Muy incómodo, Ángel, muy incómodo… ojalá no se dieran estas situaciones.

      Muchas gracias, como siempre, por tu comentario. Y gracias, al cuadrado, por la lectura de mi libro.

      Fuerte abrazo, y suerte para ti también.

  3. Sin necesidad de ser del todo explícito, apuntas perfectamente la situación, de manera que queda muy claro lo que está ocurriendo, real y espantoso a un tiempo. Espero sus caminos no vuelvan a cruzarse.
    Un gran abrazo, Alberto.

    1. Alberto Benito

      Yo tampoco quiero que se vuelvan a cruzar sus caminos, Ana María. Esperemos que no lo hagan.

      Muchas gracias por tu comentario, y gran abrazo de vuelta.

  4. Se intuye pero no queda claro. Es terriblemente abierto, y para un optimista patológico, dejas una pequeña vía de duda. Lo he vuelto a leer en busca de matices que me aclarasen la confusión, pero sigue siendo terriblemente ambiguo. Jurídicamente hablaríamos de indicios o indicios claros, pero no terminas de desvirtuar la presunción de inocencia.
    Mucha suerte.

    1. Alberto Benito

      Jajaja… me encanta el optimismo, así que nos quedaremos con tu versión y lo dejaremos en meros indicios. Mantengamos la presunción de inocencia, aunque, por si acaso, dejaremos pasar un tiempo antes de que se produzca su reencuentro.

      Mucha suerte para ti también, y gracias por tu comentario, Víctor.

  5. Uf, Alberto, y lo peor es que se siente legitimado para hacer todo lo que hace como si estuviera salvándolo. Qué bien lo has llevado. Me ha gustado mucho cómo lo has escrito a pesar de la molestia que se me ha instalado en la boca del estómago. Mucha suerte. Un abrazo.

    1. Alberto Benito

      Muchas gracias, Aurora. Espero que, como han pasado unos días, ya se haya disipado esa justificada molestia.

      Mucha suerte para ti también, y un abrazo de vuelta.

    1. Alberto Benito

      San Depredador, le llaman… y sí, un horror, qué duda cabe.

      Muchas gracias por tu comentario, Edita. Un abrazo.

  6. Nuria

    Vaya Alberto, lo que parecía un acto de bondad lo has convertido, sin ser explícito, en una aberración.
    Muy bueno.
    Mucha suerte y un abrazote.

    1. Alberto Benito

      Las apariencias, a veces, engañan, Nuria. Pero este profesor no parece trigo limpio, creo que le has calado.

      Muchas gracias por tu comentario, y abrazote rumbo a Madrid Sur. Suerte para ti también!

  7. Jesús Navarro Lahera

    Oscuro, con una pedazo de elipsis de las buenas y un micro muy bien construido. Desgarradora historia, así como, tristemente, demasiado habitual por lo que parece. Comportamiento incorrecto donde los haya, y un micro que te deja el cuerpo removido y las emociones despiertas. ¡Bravo, Alberto! Suerte y un abrazo muy grande

  8. Alberto Benito

    Ay, las elipsis, Jesús…

    A veces, aun utilizándolas, hay incorrecciones que no se pueden llegar a tapar.

    Espero que ya se te hayan pasado las malas sensaciones tras la lectura del micro. Abrazo gordo, y mucha suerte para ti también!

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