Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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04 DESAJUSTES (Ángel Saiz Mora)

Varios jóvenes aterrorizados permanecen retenidos por un muchacho lleno de ansiedad, dispuesto a segarles la vida o quitarse la suya, quizá ambas cosas, en ese orden. Acude alguien muy adiestrado en incidentes críticos.
El negociador utiliza la palabra, su mejor arma, junto con la empatía. Un megáfono eleva y distorsiona su voz habitual.
Tras horas angustiosas al fin se traslucen las carencias de socialización del criminal, el resentimiento por no haber sido invitado a esa fiesta. Huérfano de madre, con un padre que apenas le presta atención, confiesa que el revólver lo tenía en casa. Dispara al aire. Sabe utilizarlo.
El agente de élite flaquea, temeroso, carente de su seguridad, fruto de una dedicación profesional absoluta, por la que es admirado.
Se despoja del pasamontañas, chaleco antibalas y arma. Ajeno al protocolo, camina hacia el local. Los demás uniformados no dan crédito. Actúa como un héroe, o un suicida.
La puerta se abre. Los puntos rojos de los fusiles de los tiradores no encuentran blanco, el temerario compañero no lo permite, al interponerse adrede.
Promete dedicarle más tiempo, el que el chico necesita y merece.
Padre e hijo se funden en un abrazo.

37 Responses

  1. Purificación Rodríguez

    Hermosa historia, Ángel. Dura y tierna al mismo tiempo… TIEMPO, tan solo un poco de eso necesitaba ese muchacho, algo tan en nuestra mano pero que, con demasiada frecuencia, dilapidamos. Enhorabuena y un gran abrazo, querido amigo.

    1. Ángel Saiz Mora

      El tiempo es nuestro mayor tesoro, y se nos escapa entre los dedos. Es nuestra responsabilidad llenarlo de la mejor manera, y qué hay más correcto que ocupar buena parte de él en los seres queridos.
      Gracias, Puri
      Un abrazo

  2. Javier Arroyo

    Hola Ángel,

    Solo así se entiende que fuera a cara descubierta. por un hijo se hace lo que sea. Sin duda va ser la negociación más difícil de su vida.

    Buen micro, bien contado y atrapa hasta el final. Cuesta imaginarse cual de los dos está más aterrorizado

    Suerte. ¡Saludos!

    1. Ángel Saiz Mora

      Un hijo lo cambia todo y, como bien dices, por ellos, lo que sea. Si todo termina bien se anotará mucho más que otro caso resuelto.
      Muchas gracias, Javier.
      Un abrazo

    1. Ángel Saiz Mora

      Los hijos no vienen con manual de instrucciones. La educación no es fácil, los riesgos de equivocarse son muchos, pero hay que dedicarles tiempo e intentarlo.
      Gracias, Alfonso.
      Un abrazo

  3. María José Escudero

    Todas las persona necesitamos atención y los hijos muy en particular necesitan tiempo y atención, mucha atención. Y cuando los padres no les damos algo tan básico, ellos lo demandan con ansiedad y de la forma que sea. En este caso dando donde más le duele al padre debido a su oficio. Espero que sepan recuperar el tiempo perdido. Nunca es tarde.
    Te deseo mucha suerte con este relato, Ángel. Como siempre muy bien contado, con mucha humanidad. Creo que has clavado el problema. Un abrazo.

    1. Ángel Saiz Mora

      Cuando alguien destaca en algún campo se debe, tal vez, a una facilidad innata, pero también a la dedicación. El tiempo que se consume en una tarea deja otras raquíticas. Intentar distribuir bien y de forma equilibrada nuestra existencia es todo un reto, una necesidad y una obligación, mucho más cuando hay criaturas a nuestro cargo.
      Agradezco mucho tus palabras, María José
      Un abrazo

  4. María Jesús Briones

    Después de mantenernos en vilo, la sorpresa del desenlace final en un relato muy elaborado y cuidado en todos sus detalles que nos hace reflexionar sobre la necesidad de atención que necesitan los hijos.
    Buena suerte y un abrazo virtual.

    1. Ángel Saiz Mora

      Una vez alguien me dijo que existen personas que tienen hijos como quien tiene un ficus, es decir, esperan que con los mínimos cuidados salgan adelante, cuando en la práctica una persona que depende de nosotros precisa de cuanta atención podamos darle, algo que debería tener claro quien se embarca en esa, por otro lado, hermosa aventura.
      Gracias María Jesús
      Besos

  5. CALAMANDA NEVADO CERRO

    Hola Ángel
    Has manejado muy bien los tiempos y acertado con las imagenes y las palabras, como siempre. Estas situaciones se producen en diferente formato y deberían hacernos reflexionar sobre qué lleva a alguien a tocar el límite. Casi siempre se puede poner remedio, como en tu historia y continuar caminando.
    Suerte y saludos.

    1. Ángel Saiz Mora

      Muchos problemas se solucionarían cuando la persona emite señales de petición de ayuda. Si no se satisfacen pueden conducir a acciones nocivas, para ella y para los demás, pero a veces no queremos, o no sabemos ver.
      Gracias, Calamanda.
      Un abrazo

  6. Un narrador externo retransmite una escena que todos hemos visto en el cine o en la televisión. Es al final cuando aparece el hecho diferencial que da personalidad al texto. El narrador conoce a los protagonistas, pero no nos desvela su relación hasta la penúltima frase. Buenos detalles de oficio, como la utilización del megáfono para evitar que el lector, en una segunda lectura, le eche en cara al autor un resquicio argumental. Enhorabuena.

    Un abrazo y suerte.

    1. Ángel Saiz Mora

      Hasta cuando alguien actúa de la forma más inesperada, incluso en apariencia incoherente, se debe a razones ocultas que le han motivado a hacerlo. Siempre existe un motivo objetivo, cada efecto se corresponde con una causa. A nada que se indague, la realidad tiende a rellenar las lagunas que nos faltan.
      Gracias, Josep.
      Un abrazo

  7. Aurora

    Ángel,
    Una gran historia, poco puedo comentar ya. Me ha gustado mucho ese pequeño -gran- detalle de la atención que merece, no solo necesita.
    Y todas esas pistas que vas dejando a lo largo del texto como la del revólver que tenía en casa. Excelente!

    1. Ángel Saiz Mora

      Todo el mundo merece atención, en especial durante los primeros años, más aún por parte de sus allegados. Las pistas, como las miguitas del cuento de Pulgarcito, aunque parezcan fruto del azar, guardan una lógica y conducen a una conclusión.
      Muchas gracias, Aurora.
      Un abrazo

  8. Pablo Cavero

    Un relato en el que nos enganchas con la incertidumbre llena de detalles y se hace visual. rematas con un desenlace inesperado y con una gran moraleja de nuestros tiempos. ¡Bravo! Suerte con él, Ángel. Un abrazo, amigo.

    1. Ángel Saiz Mora

      La falta de tiempo, también el poco que dedicamos a lo que más deberíamos, es, como bien dices, un mal de nuestro tiempo.
      Muchas gracias, Pablo
      Un abrazo

  9. Blanca Oteiza

    Estupendo relato Ángel,
    Al final en esta sociedad lo que menos sobra es el tiempo para nuestros seres queridos y para nosotros mismos.
    Bonito final.
    Un abrazo

    1. Ángel Saiz Mora

      El tiempo se nos escapa de los dedos como el agua por las rendijas, eso lo sabemos, pero tampoco deberíamos olvidar que los afectos son lo más importante.
      Gracias, Blanca
      Un abrazo

  10. Ya casi te lo han dicho todo, Ángel. Una historia por lo cotidiana y humana, llega de manera especial y ese final, es sublime. Me ha encantado tu relato!! Suerte y felicidades.
    Besicos muchos.

  11. José Luis Chaparro

    Hola Ángel.
    Una trágica historia, más real y frecuente de lo que podemos imaginar. Ojalá todas tuvieran un final tan feliz, pero sé por experiencia que no es así.
    Muy buen relato, con una gran carga de suspense hasta la última línea.
    Un saludo y mucha suerte.

    1. Ángel Saiz Mora

      Es cierto que situaciones más o menos semejantes de la vida real tienen finales más indeseados. Supongo que para eso está la fantasía, para modelar el mundo un poco como quisiéramos que fuese.
      Muchas gracias, José Luis.
      Un abrazo

  12. Ángel Saiz Mora

    Qué más puede pedir alguien que escribe que el hecho de que lo lean, si a eso se añade un comentario como el tuyo, entonces solo puedo decir que, como poco, me has alegrado el día y me animas a continuar, porque uno (al menos es mi caso) nunca está del todo seguro de la aceptación que tendrán las pequeñas creaciones que se nos ocurren.
    Agradezco infinito tu tiempo y tus palabras.
    Mil abrazos, Juan

  13. Un micro intenso,certero, que da en el blanco del corazón del lector y tiene em mejor final que podríamos desear para el policía y el reo, que no son cualquier policía o cualquier reo… 😉
    Incluso narrando desajustes, no deja de admirarme tu escritura, ÁNGEL querido…

    Me encantó.

    Un beso grande,
    Mariángeles

    1. Ángel Saiz Mora

      Como se suele decir, bien está lo que bien acaba, porque cuando hay ansiedad, miedo y armas de por medio, cualquier cosa puede suceder.
      Agradezco mucho tu lectura y tus palabras, Mariángeles.
      Un beso

  14. Una historia muy verosímil que mantiene la tensión a base de miedo y angustia hasta el final, que bordas al hacer aparecer en escena a ese policía desarmado en busca del hijo delincuente. Un hijo que vive fuera de norma al faltarle la madre y la debida dedicación por parte de su padre. Pero parece que la vida les va a dar una nueva oportunidad, que empieza con esa promesa del padre y el abrazo de ambos. Muy intenso y emotivo, Ángel. Suerte y un abrazo.

    1. Ángel Saiz Mora

      Rectificar es de sabios y más vale tarde que nunca. A menudo se cometen errores, por acción u omisión, de los que no somos conscientes hasta que sucede algo inesperado que nos cambia los esquemas, un aviso para navegantes que supone un vuelco. Por suerte, en esta ocasión, se ha rozado la tragedia, pero sin caer en ella.
      Muchas gracias, Juana
      Un abrazo

    1. Ángel Saiz Mora

      A veces ha de ocurrir un suceso crítico para que lo torcido comience a enderezarse. Lo importante es que no haya consecuencias irremediables y no se llegue demasiado tarde.
      Gracias por leer y comentar, Salvador.
      Otro abrazo para ti

  15. Juan Antonio

    Has descrito, magistral como siempre, el peor de los miedos que puede padecer cualquier padre o madre, cuando la vida lleva a extremo a un hijo en cualquiera de sus peores formas ya sea de enfermedad, locura, desafección, como es es caso de tu protagonista, o peor de la muerte.
    Enhorabuena. Un saludo afectuoso.

    1. Ángel Saiz Mora

      El peor de los temores, a la par o mayor que el de perder la propia vida, es el de ver en peligro la de quien más quieres.
      Gracias por la lectura y tus palabras, Juan Antonio
      Un abrazo

  16. Damos por hecho que el que comete un acto ilegal, inmoral o incluso criminal es un delincuente, sin más. Casi lo valoramos como si no fuera una persona porque lo despojamos de miedos, traumas, desesperación y de todas esas características humanas que, con toda probabilidad, lo han llevado a esa situación, y a la que muchos de nosotros también llegaríamos si las circunstancias se aliaran con nuestras debilidades.

    Tu historia se posiciona en el otro lado, en ese donde un padre no puede superponer un acto, una parte, de la que él también es en cierta forma responsable, al universo de luces y sombras que componen al ser humano que tiene enfrente, a su propio hijo.

    Frases cortas, precisas, eficaces, repletas de esa facilidad que tienes para hacernos llegar las múltiples facetas de la poliédrica naturaleza humana.
    Y lo mejor de todo, aún nos queda la felicidad para seguir disfrutando de tus relatos.

    Un abrazo, muy fuerte.

    1. Ángel Saiz Mora

      Las circunstancias de cada persona deberían tenerse siempre en cuenta, no solo a efectos legales, también y sobre todo cuando cometemos la simpleza de juzgar, porque la vida es conpleja siempre.
      Tus palabras siempre son un lujo, Antonio, en comentario, en relato o en persona.
      Mil gracias y otro abrazo grande para ti.

      1. Francisco Javier Igarreta

        Una vez más nos sorprendes con un relato que nos mantiene en suspense como si de una película se tratara. La cosa podría haber acabado mal, pero nos has regalado un final esperanzado. Mucha suerte y un abrazo.

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