17. El abismo en tus pupilas dilatadas
Me pregunté si estaba haciendo lo correcto muchas veces aquel día y, antes de salir de casa, interpelé con la mirada a mi marido que volvía la suya con dolor, incapaz de hacer ni decir nada. Me lo pregunté cuando huía, cuando mis pasos temblaban por las calles oscuras y me enfrentaba al lento desfile de seres fantasmales, a sus voces arrastradas y confusas. Y aunque sabía que no era la única mujer que se había sentido forzada a hacer lo que yo hacía, me lo pregunté al subir la escalera negra, al llamar a la puerta desvencijada y entreabierta. Sucia. Me lo pregunté al extender el dinero sobre una garra tatuada y recoger aquel paquete pequeño y lacerante. Me lo pregunté una vez más antes de entregárselo a mi hijo que, como una fiera insomne y convulsa, me lo arrancaba de la mano… Poco después, tras un silencio boscoso y desgarrador, supe que me lo preguntaría el resto de mi vida.
Debatirse entre el amor a un hijo y negarle lo que su organismo suplica, aunque no le convenga, no ha de ser sencillo para una madre, en modo alguno. La protagonista de tu relato tomó la decisión más sencilla, pero también la incorrecta, algo que sabe.bien que le acompañará siempre
Un abrazo y suerte, María José
No quisiera nunca, nunca estar en la piel de está madre sobrepasada. Convivir con un adicto,con un enfermo debe ser un auténtico infierno. En este caso se suma el infierno de la duda.
Muchas gracias, Ángel por la visita y por comentar. Un abrazo 🤗
Uff, Maria José, que historia más dura. Es terriblemente difícil saber si hizo o no lo correcto. Me recuerda a una época que espero que no regrese nunca.
Un abrazo y suerte.
Es una historia muy dura. El drama de la heroína dejó muchos muertos y muchas familias destrozadas. No puedo juzgar a esta mujer.
Muchas gracias, Rosalía por acercarte y comentar. Un abrazo 🤗
María José, me ha llegado al alma tu relato. Un tema duro, bien contado; una decisión que se adapta perfectamente al tema que nos ocupa en esta ocasión.
¡Enhorabuena!
Muchas gracias, Pilar por tu amable comentario. El tema es muy duro y, lamentablemente, forma parte de nuestra historia.
Un abrazo 🤗
Si esa pobre madre hizo algo incorrecto, lo ha pagado con el tremendo castigo de la duda perpetua. Muy triste.
Efectivamente, siempre será una herida sin cicatrizar. Muchas gracias Edita por acercarte y comentar. Un abrazo 🤗
Difícil decisión aún cuando la situación está abocada a la destrucción.
Mucha suerte
Muy difícil saber qué hacer en una situación tan insoportable para todos. Muchas gracias, Sonsoles por leer y dejar tu comentario. Un abrazo 🤗
He llegado a pensar que se trataba de una historia de seres extraños, zombis o algo parecido. Aunque las personas enganchadas a la heroína son seres de otro mundo. Salir de ese lugar es muy difícil.
Interesante las perspectiva de una madre que haría lo que sea por su hijo.
La droga es una trampa de donde casi nunca se sale, y c casi siempre les ha tocado a las madres hacer algo, correcto o no, para no ver sufrir a sus hijos. La situación es difícil. Muchas gracias, Rosa por leer y comentar. Un abrazo.
Qué buena manera de contar esa situación que resultaba demasiado habitual hace cuarenta y treinta años. Espeluznante. Saludos.
Efectivamente, era muy habitual y, desgraciadamente ,muchas familias perdieron a sus hijos . Como bien dices, espeluznante. Muchas gracias, Pablo por la visita y el comentario. Un abrazo 🤗