Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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24. En la frontera

Mi padre era un pirata. Surcaba las aguas enfangadas y antes del alba volvía a casa con el botín. Sabía de su regreso porque hasta mi cama llegaba el olor del torrefacto. No tenía parche ni una pata de palo. Tampoco sus hermanos. Pero todos se dedicaban al contrabando de café. Aunque yo sabía que era el más valiente de los cuatro. Y que, a pesar de su cuerpo menudo, era capaz de enfrentarse a una patrulla de la Guardia Civil. Las mujeres también colaboraban. Bajaban con los niños al río cargadas con cestas de ropa. Allí las esperaba el Gloria, un portugués más fuerte que un alcornoque. Él ocultaba los fardos en un chamizo y con su voz de urraca siempre reclamaba la única presencia de mi madre. Al separarse de nosotros, el miedo se alojaba en sus grandes ojos terrosos. Un día la seguí y vi cómo el portugués metía la manaza bajo su ropa. Ella me pidió silencio pero me faltó tiempo para contárselo a mi padre. Aquella madrugada no me despertó el olor a café. Por la mañana, trajeron el cuerpo de mi pirata favorito cubierto de lodo. Del Gloria, nunca más se supo.

10 Responses

  1. Los niños nunca mienten y, a veces, un silencio a tiempo salva situaciones y, en este caso, vidas.
    Es muy creible tu historia de contrabandistas, porque en más de una casa, seguro que ocurren situciones iguales o parecidas.
    Seguro que ese niño aborreció el café para siempre o igual a partir de ese episodio, le daba alergia su olor.
    Suerte y feliz noche.

  2. Milagros Sánchez

    Entre dos aguas: ficción y realidad, has soltado a contracorriente a tu encantador «pirata», lo fatídico, es decir, la inocencia, se interpuso en medio de esas aguas turbulentas que se llevaron a la tumba el secreto para la protagonista.
    María, me ha gustado tu forma de hacernos partícipes del porqué de la cruda realidad, que tanta importancia tiene en tu bien construida historia.
    Saludos y suerte. 🙂

  3. Salvador Esteve

    El contrabando de aroma da paso a la cruda realidad. Inocencia,instinto y venganza se entremezclan en un fatal desenlace. Muy bueno, María. Un abrazo y suerte.

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