42. ENCRUCIJADA (Rafa Olivares)
Apurados de tiempo, los tres sabios se dirigían, en carruaje tirado por briosos corceles, al castillo de Fronenbürg donde tendría lugar el congreso de científicos. Sabían que, en un punto determinado, el camino se bifurcaba hacia Este y Oeste. Desconocían cuál era el que llevaba al castillo pero, afortunadamente, en ese cruce vivían dos hermanos gemelos, tan idénticos que solo se diferenciaban en que Hans decía siempre la verdad y el otro, Hans también, siempre mentía. Además, nunca admitían más de una pregunta de los viajeros.
Elucubraban los eruditos sobre qué única interrogante plantear para saber la dirección correcta cuando el filósofo Müller exclamó «¡Ya lo tengo! Preguntaremos al primero que encontremos cuál sería la respuesta de su hermano sobre el camino a Fronenbürg y tomaremos el contrario al que nos indique». Celebraron con euforia la ingeniosa lógica del colega hasta que llegaron al lugar en el que se encontraban los hermanos. Antes de poder formular la pregunta acordada, el doctor Schneider advirtió «Aprecio en ambos gemelos evidencias claras de trastorno bipolar, con tendencia a adoptar la personalidad de personas cercanas». Fue entonces cuando el profesor Weber sacó una moneda de su bolsillo y la lanzó al aire.
Hasta quien se supone que siempre dice la verdad puede mentir, igual que quien siempre miente podría, en alguna ocasión, ser sincero. Nunca podemos estar seguros de nadie, ni de nosotros mismos, no hay ciencia que demuestre la veracidad de una afirmación. Para llegar a este hecho pueden redactarse extensísimos tratados, avalados por contrastadas pruebas empíricas, o escribir una historia divertida y con inteligente ironía en no más de 200 palabras .un abrazo y suerte, Rafa
Quizás debieron meter en el carruaje un polígrafo portátil.
Gracias, Ángel, por tus siempre generosos comentarios.
Un abrazo.
Ja ja ja. Una genial idea para engañarnos hasta el final.
Los científicos siempre son capaces de encontrar soluciones aleatorias.
Un beso, Edita.
Está claro que el azar resulta ser la única solución y muchos casos. Hay que dejarse fluir, como en tu relato.
Un saludo.
Sí, a veces ahorra complejos analisis y aporta soluciones inmediatas.
Gracias por comentar.
Un abrazo.