Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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44. ERROR 404 (A. BARCELÓ)

La tía Enriqueta no se hablaba con su hermano por un tema de herencias. Mi cuñada Remedios no tragaba a Juanito, el nuevo novio de mi hermana. Pepe y Luchi, amigos de toda la vida y padrinos del niño, se acababan de separar y no podían ni verse. Los abuelos paternos y maternos no se llevaban bien… Ya no podía más, aquello era misión imposible. Se me ocurrió aprovechar mi profesión de experto informático para programar un algoritmo al que introducir datos de los invitados que ayudasen a generar un informe de compatibilidad entre ellos. Me ilusioné pensando que podría estar inventando una herramienta de interacción social de última generación y fantaseé con forrarme gracias a ello.

Llegó la hora de la verdad, pulsé intro y esperé a que el programa generase un plano con la ubicación más adecuada para cada comensal. El software se bloqueó, pensé que la wifi se había caído, la pantalla se puso azul, se escuchó un ruido como de avión entrando en barrena y comenzó a oler a quemado. ¡Catapummmmm!, el ordenador explotó.

Suspendimos el convite, después de la comunión nos llevamos al niño y a sus dos mejores amigos a una hamburguesería del centro.

7 Responses

  1. Rosalía Guerrero

    Ay, Ángel, si es que hay cosas que no se pueden arreglar ni con la mejor de las técnicas. Seguro que el «comuniante» se lo pasó genial.
    Un abrazo y suerte,

  2. Ángel Saiz Mora

    La tecnología puede ayudar en muchas cosas, pero no solucionar las relaciones complejas y conflictivas. Tu protagonista fue correcto al consultar a una inteligencia no humana. Dado el resultado y ante el seguro colapso, suspender ese convite fue lo más prudente, sin duda. Mejor que se rompa un ordenador que no que un familiar acabe rompiendo la crisma a otro.
    Muy divertido, además de actual.
    Un abrazo, querido tocayo

  3. La mar de realista, Ángel. ¿Quién no tiene conflictos en la familia que le complican asignar las mesas en un banquete de bodas o, como en este caso, de comunión? La opción elegida finalmente me parece la más sencilla y seguro que salió genial, aunque estoy convencida de que hubo familiares que protestaron, que es otra de las constantes universales.
    Abrazos a repartir.

  4. Antonio Toribios

    Interesante conclusión. Cuando ni la técnica más puntera resuelve, lo mejor es cortar por lo sano. Seguro que los niños se lo pasaron mejor. Saludos y suerte, Barceló.

  5. ¡Pobre tipo! Ni aún teniendo las mejores intenciones la cosa le salió bien, aunque entre nos, pienso que el hecho querer «forrarse» de plata le arruinó la buena vibra para acomodar los lugares del banquete a fin de que todos se llevaran bien… Como dice el refrán, «no intentes arreglar lo que ya está roto»… ¡Si ni siquiera la IA pudo con ellos! ¡Se llevaban y se seguirían llevando a las patadas, jaja! Lo cual me recuerda otro refrán: «El comedido siempre sale mal» 😉

    Muy bueno y divertido el micro, querido Barceló.

    Un abrazo grande,
    Mariángeles

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