84. Espíritu navideño (Elena Sanz)
Su hija no era distinta a las demás adolescentes. Tampoco lo fue para elegir regalo de Reyes, unas Nike Air Force 1 negras y abotinadas. Con ánimo de reina maga recorrió tiendas y centros comerciales con idéntico resultado: agotadas. El mismo día cinco de enero entró en el último comercio. Ahí estaban, al fondo. Vio entonces a un hombre abalanzarse como loco hacia las deportivas. Ella se abrió paso a empujones. Justo cuando él las iba a alcanzar, le puso la zancadilla y el hombre cayó de bruces tiñendo el suelo de sangre. Aprovechó el caos para pagar antes de que se levantara.
¿El fin justifica los medios? ¡Noooo! Pero el libre albedrío de los humanos puede llevar a burradas como esta. La educación es lo único que nos puede salvar de energúmenas como esta, aunque dudo que ella vaya a cambiar a estas alturas.
Muy descriptivo!
Gracias Rosa. El debate está en qué hacemos por los hijos, deberíamos hacer cosas que no hacemos y hacemos otras que no deberíamos hacer. Y luego nos extrañamos de su mala educación, de por qué les importa lo que le importa y les resbala lo que debería ser importante.
No sabemos si ella se alegró del mal ajeno, pero seguro que sí del bien propio. Algo hace que nos imaginemos que, en su insensibilidad y fijación, no quiere ver nada más, que se marchó sin mirar atrás. Ni siquiera la alegría de una hija adolescente, a veces difícil de conseguir, merece algo así.
Un relato de amor de madre mal entendido.
Un abrazo y suerte, Susana.
Gracias Ángel. Tantas veces por el hecho de hacerles felices, lo único que hacemos es maleducarles y pasar por encima de quien sea para que nuestro hijo tenga lo que desea. En fin…
Si es que vivimos en una sociedad consumista hasta la nausea, más aun nuestros adolescentes. Yo le recomendaría a esa madre kamikaze que a la próxima busque en internet. Tardan un poco en llegar pero pueden salirle más baratas las originales. Y si anda con el bolsillo achuchado, la copia, que ya resultan indistinguibles. Además, tendremos un pobre hombre lesionado menos.
Un abrazo y suerte.
Gracias Rosalía, el hecho de comprar en tienda el día de reyes es que online no llegan ese día y los niños quieren su objeto físico. Hay muchos padres así. Además, está inspirado en un hecho real (muy ficcionado eso sí) , y online estaban agotadas.