14. FUERA, FARSANTE
Siempre te dije que yo era mucho mejor actor que tú, pero ese director amigo tuyo te dió a tí el papel que sólo yo podía interpretar a la perfección.
Con dinero y mucha publicidad, conseguiste ser una estrella en el engañoso firmamento de la fama, pero tu doble personaje en esa gran película reflejó, una vez más, lo anodino y plano de tu propia personalidad. Entonces decidí que el público no se merecía semejante engaño y me propuse acabar para siempre con tu farsa.
Pasé de la ficción a la vida real y te enseñé cómo era, de verdad, ese fascinante Mr. Hyde que tú no entenderías jamás y, por una simple cuestión de justicia, yo lo interpreté contigo. Y lo bordé.
Por fin, fui yo quien pasó a ser la fulgurante estrella del momento. A mí me encerraron, claro, pero logré expulsarte de mi sagrado firmamento y de la vida
Descansa en paz, farsante.
En muchas profesiones puede haber celos profesionales, pero el mundo del espectáculo en general, y de la interpretación en particular, parece más propenso a un componente de endiosamiento, que como en el caso de tu protagonista, llegue a la obsesión y al extremo. Interpretar a un personaje con una personalidad dual no ha de ser sencillo, seguramente tienda más a una que a otra. En este caso salió a relucir el peor Mr. Hyde.
Un abrazo y suerte, Puri.
Muchas gracias, Ángel, una vez más. De nuevo, diseccionas a la perfección mi relato porque, lamentablemente, y en muchas facetas de la vida, el endiosamiento sólo provoca la destrucción en algunas personas. Un abrazo, guapo.
Hola, Purificación.
Creo que el tema de llegar al estrellato está muy sobrevalorado.
Lo que sí te deseo a ti, sin ninguna clase de falsedad, es que alcances el firmamento de la selección para el recopilatorio de ENTC.
Un cálido saludo.
Hola, Barceló. Tienes razón, porque es muy cierto que las ansias de fama y notoriedad obsesionan a demasiadas personas hoy en día, y en el mundo de los/as «influencers» por ejemplo, tan vacío por lo general, ya ni te cuento. Gracias y un abrazo.
Parece que hay un personaje con mal perder y mucha envidia capaz de llevar sus malos instintos hasta el final por brillar un poco más. Suerte Puri
Hola, guapo. Muuuuuchas gracias por leerme y por comentar mi cuentito. Y, en efecto, como bien has resumido, quienes no tienen un buen perder, a menudo se inventan una realidad paralela, y si además se la creen pues…Acaban fatal. Un abrazo, querido Manuel.