76. Krampus
Desde las casitas de Hallstatt, todas con contraventanas de madera y balcones floridos, se escuchan escalofriantes lamentos que llegan desde las montañas. El enorme macho cabrío descarga su furia con las cadenas que penden de su cuello, formando un terrible ruido que resuena entre los recovecos de las cuevas laderas abajo, hasta hacer temblar el lago ante el que se contonea el pueblo. Sin embargo, con esos golpes, la bestia desprende la sal de las grutas de la que viven los lugareños, facilitando su recogida durante todo el año. Pero, cada diciembre, desde hace siglos, han de pagar un tributo.
Cuando los hombres descansan exhaustos, las madres velan los sueños de sus hijos hasta perder la consciencia. Algunas cuentan que, tras sentir su larga lengua por el cuello, por los pechos y entre los muslos, se despiertan encendidas. A cambio el niño duerme tranquilo en su cama. Pero a otras, que preferirían mil abrazos de la bestia antes que perder a su hijo, solo les queda llorar. Y lloran tanto que forman enormes charcos que se unen a los arroyos; y estos al río que nace en las montañas, elevando así, cada Navidad, sus depósitos de sal.
Leyendas negras como las montañas de noche… ay, esos miedos ancestrales…
Muy bien narrado. Saludos, Nuria.
Muchísimas gracias, Manoli.
Un abrazo.
Precioso relato, Nuria. Me interesa de cabo a rabo y está magistralmente escrito. Felicidades y suerte
Muchas gracias por tu generoso comentario, Salva!
Saludossss
Lo que parece un ciclo natural, en una alianza de los hombres con la naturaleza, conlleva un precio a pagar individual y muy duro, algo que no queda más remedio que asumir, cuando lo que importa es que todo fluya como siempre, con sus contrapesos.
Una historia escalofriante y muy bien contada.
Un abrazo, Nuria. Suerte y a despedir bien este dichoso añito
Muchísimas gracias por tu comentario, Ángel. 😃
Un abrazo!
Muchísimas gracias, Juan. A mí también me encantan estos temas. (Apunto tu recomendación. 😉)
¡Felices fiestas!
Saludos
Excelente relato de leyendas curiosas. Me ha encantado.
Suerte Nuria. Feliz año.