La final del Mnstrscp2018 – R7
Ya hemos llegado a la final del Monstruoscopio 2018, 7º ronda, Literatura. Nuestros 4 finalistas tenían estas bases
- relato de 150 palabras máximo
- plazo hasta las 12 de la noche del domingo 28 octubre
- debe aparecer un monstruo (esto es el Monstruoscopio)
- debe aparecer un libro (ronda literatura)
- el título debe rendir homenaje a una obra del alias que utilicen
Las votaciones estarán abiertas hasta el martes 30 a las 12 del mediodía.
podréis votar AQUI
y sigue abierta la votación de la mejor ilustración
El gato negro de EDGAR ALLAN POE
Mi hija Sara estaba fascinada por Frankenstein. Pasaba las horas ensimismada, leyendo el libro de Mary Shelley, abrazada a su vieja muñeca Elsa, con Byron, nuestro gato, enroscado a sus pies. Nunca interrumpí aquellos momentos. Tras morir su madre, los médicos habían recomendado que respetara sus silencios, hasta que todo volviera a la normalidad. Además, Byron y yo nos profesábamos una enconada antipatía. Una noche de tormenta me despertó un alarido. Al salir corriendo tropecé con el cadáver ensangrentado de Byron, cuya cabeza estaba destrozada. Aterrado, recorrí la casa en busca de Sara. Al no encontrarla, salí, y divisé su silueta sobre el tejado. Subí la escalera de mano y, al intentar abrazarla, su expresión me detuvo. Siguiendo aquella mirada vi a Elsa sujeta al pararrayos, con la cabecita trenzada de torpes suturas. El horror llegó cuando, al abrir los ojos y verme, la muñeca emitió un maullido rabioso.
Con la de lecturas interesantes que tendría la niñita mira que leer Frankeinstein!
Si tratabas de dar miedo, Edgar, conseguido! buena mezcla de relatos negros entre el «gato negro» y Frankeinstein!
psss miedo? a mi los gatos negros me encantan.
¿Por qué emite la muñeca un maullido? realmente no le ha colocado la cabeza del gato aunque nos lo quiera insinuar con lo de «Torpes suturas» ya que el autor dice que la cabeza de gato «estaba destrozada» no que no estuviese, así que no acaba de recrear bien el «mito» de construir un «monstruo».
Estimado Sr Diablote:
Sospecho que mi humilde obra acabó incinerada entre las llamas de su hogar antes de que usted pudiera leerla en profundidad como hizo Sara y tantos otros mortales que soñaron con trasplantes de cerebro.
Será un placer para mi enviarle otro ejemplar dedicado a través de su compañero Angelito.
Un saludo afectuoso.
M.S.
«When It Rains, It Really Pours» de ELVIS
Nuestro padre siempre quiso que fuéramos ingenieros de caminos, pero nosotros, más por darle un disgusto que por convicción, nos hicimos escritores. Aunque lo achacaron a unas fiebres tercianas, sabemos que lo mató aquella contrariedad. En el ataúd parecía un vampiro a punto de levantarse y reprendernos, como tantas otras veces. Así que, por si las moscas, le metimos un par de cruces y una biblia, cerramos la tapa y la sellamos con un sinfín de clavos. Durante el entierro tuvimos la gran suerte de que las gotas de recia lluvia enmascararon los golpes procedentes del interior.
Aquí la canción de Elvis
https://www.youtube.com/watch?v=uKKTxP_cbr4
ayy cuanta maldad con un padre!
me gusta (literariamente hablando) que la mención al libro no sea decir «libro» sino usando la santa Biblia y las «fiebres tercianas» como término poco común.
a ver, ¿quien es el narrador de esta historia en plural? ¿dos hermanos que se hacen escritores para fastidiar al padre? ¿¿¿??? Lo de ingenieros de caminos suena a chiste, una pena porque la historia podría ser buena, pero el tono humorístico…
Un grito en la noche de NATALIE WOOD
El piso se alquilaba con fantasma. Lo decía el anuncio: Calefacción central y fantasma incluido. Por ese precio, en el centro, no íbamos a encontrar nada mejor y para nosotros, sin hijos que pudiesen asustarse, resultaba perfecto. Poco a poco, nos hemos acostumbrado a su presencia. Le gusta apagar y encender luces y, si estamos viendo una película, cambia de canal. A veces, se enfada sin razón y, como un niño, nos arroja cosas, o se encierra en el dormitorio, dando un portazo. Pero lo peor son las noches, cuando estamos en la cama, leyendo un libro o haciendo el amor, y lo oímos gritar, llamar a papá y a mamá entre sollozos. Ni mi marido ni yo nos atrevemos a levantarnos. Escuchamos unos pasitos. Una corriente de aire recorre la habitación. Algo se desliza entre las sábanas y se acurruca a nuestro lado, mientras nos hacemos los dormidos.
Un cuento tierno sobre monstruos (fantasma) donde el monstruo se comporta como un niño, insinuas, Natalie, que los niños son unos monstruos??
vaya, qué valientes no? alquilan el piso con fantasma pero luego no son capaces de levantarse a darle un vasito de agua, vaya dos. Sabes que no me gusta de este relato? que me digan un «y como un niño» a ver, que ya lo hemos pillado que es un nene-fantasma-toca la pelotas como los de verdad, vamos que en este mundo y en todos los demás los críos son críos. La próxima vez alquilad con vecinos estudiantes que tampoco os dejarán dormir, jejeje
UN, DOS, TRES de WILDER
Sus papás estaban hartos de que el niño no durmiera solo y de que pusiera excusas como que había monstruos debajo de la cama. Así que se compraron un libro con un método infalible para enseñarle a dormir. Consistía en ir dejándole solo progresivamente aunque llorara. La primera noche un minuto, la segunda dos, la tercera tres… Anoche le oí sollozar tan desconsolado como el primer día del método. El papá no vino, la mamá tampoco. Lloró más fuerte. Nadie. De repente se hizo el silencio. Me imaginé a esos padres orgullosos y satisfechos de su éxito. Ni se les pasaría por la cabeza que yo también llevaba tiempo aguantando un minuto, dos, tres…, y que ya no soportaba más los llantos de la criatura. Salí de debajo de su cama y me lo llevé al mundo de tinieblas donde habito. Ahora muchos dirán que el monstruo soy yo.
ay, un relato donde se le da la vuelta al monstruo-malo y resulta ser el salvador del pobre crío «maltratado» por los padres.
oye monstruo, donde dices que vives ¿debajo de la cama? ¿o en el mundo de las tinieblas? porque estarás conmigo que lo mismo mismo mismo como que no es. Y si no «soportabas más los llantos de la criatura» es que eres un monstruillo patético, qué poco aguante! y no, la última frase me sobra, ya nos hemos percatado de que habla el de debajo de la cama.