09. LA IRA DE LA CIVILIZACIÓN (JUAN MANUEL CHICA CRUZ)
Aquel niño, con su cuerpo que valdría como muestrario de huesos para estudiar anatomía a simple vista, miraba sin entender nada. Los nazis que hasta la tarde de ayer hundían sus botas en los cuerpos exangües de los que daban el último estertor y golpeaban a los judíos que transportaban en carretillas los cuerpos gaseados de sus compañeros para agilizar la barbarie, habían desaparecido sin dejar rastro. Solo quedaban las chimeneas que exhalaban las fumarolas de horror de los hornos crematorios, a todo trapo, desde la noche anterior en que sabían que la llegada de los soldados americanos era inminente. El niño se aproximó a una plazoleta que daba a los edificios de los oficiales cuyo paso estaba solo permitido a algunas jóvenes judías a las que, por alguna extraña razón que él no entendía, les permitían el paso.
Con ese pesado olor a ceniza de huesos quemados sobre su cabeza rapada vio aproximarse corriendo a un soldado negro que aullaba enloquecido. El espanto de lo que veía le hacía perder el juicio con los ojos fuera de las órbitas, sumido en rabia incontenible.
Entonces, viendo aquella ira ante el horror, el niño comprendió que la civilización había llegado.
La ira puede tener un efecto positivo, como reacción ante algún desmán. El problema es cuando ya no tiene remedio. En ese caso, al menos, tal vez sirva de desahogo, como a este soldado al ser testigo de lo inaceptable.
Me alegra leerte también por aquí, Juan Manuel.
Un abrazo y suerte
Hola, Ángel, muchas gracias por tus comentarios que siempre aportan más luz al texto. He visto que alguno de tus micros han sido finalistas. Eres muy bueno. Un abrazo!!
Hola, Ángel, muchas gracias por tus comentarios que siempre aportan más luz al texto. He visto que alguno de tus micros han sido finalistas. Eres muy bueno. Un abrazo!!
Cuando hablamos de este tema, y colocamos un ejemplo sin igual, tal como el mayor genocidio de la historia; debemos decir que no hay ejemplo mayor de desatar la ira sobre un colectivo. Aparte de eso, bien por Juan Manuel al escribirlo en torno a este interesante relato. Saludos.
Muchas gracias Óscar por tus apreciaciones. Un cordial saludo!!
Escalofriante relato, describes perfectamente esa horrible escena desde el punto de vista de un niño. Enhorabuena y mucha suerte con él.
Muchas gracias, Asun, por tu amable comentario. Un abrazo!!
Los ojos de un niño son buenos para mostrar el horror. Siempre imprimen una pátina de inocencia ante la barbarie que aumenta la sensación de angustia y la credibilidad. Buen relato, Juanma. Suerte y abrazos.
Rafal, muchísimas gracias por tu comentario. Muy interesante. Un fuerte abrazo!!!
Rafael quería decir. Disculpa.
Cuando sus ojos de niño descubren el horror, la ira se abre paso.
Un relato brutal, Juanma. Me alegra mucho leerte también por aquí. Te deseo mucha suerte.
Besos apretados.
Muchísimas gracias Pilar!! yo también me alegro mucho de leerverte por aquí. Muchos besos!!