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Los participantes con los alias: GATO CON BOTAS y VAMPIRO
Tendrán de plazo hasta las 23:59 horas de España peninsular del sábado 9 de Octubre del 2021 para escribir un microrrelato que cumpla con las siguientes bases:
- *Escucha el video musical y selecciona un frase de la canción
- *Relato : 123 palabras MÁXIMO (título y frase musical no incluido) y debe aparecer una frase de al menos 4 palabras LITERAL que aparezca en la canción del vídeo.
- *Título : de la extensión que quieras, pero debe contener al menos 3 notas musicales, en el orden que quieras. Ejemplos
- No vale : MI gato MIMí (3 veces Mi, no son 3 notas)
- No vale : MI FAMIlia (2 veces Mi y una FA)
- Sí vale: MI FAMIlia es LA mejor (mi, fa, la)
- Sí vale : MIs FAMIliares son DOscientos (mi, fa, do -repetimos el MI, pero cuenta como una sola nota: la MI-) y atención que sí vale que las notas están dentro de sílabas
- Un ejemplo melísimo con todas, jajaja : LA FAMIlia del SIlencioso SOLdaDO REbollo
Envía su relato AQUI, recuerda que una vez enviado ya no se podrá editar el relato. Por favor, escribe las notas y la frase musical en mayúsculas.
Votación del encuentro (se activará cuando se hayan presentado los 2 relatos). Recordamos que solo se permite el voto a participantes del concurso y del blog. Uno no se puede votar a sí mismo.
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LA DOlorosa SOLedad Llorona del GATO CON BOTAS
Todos los niños lloran al nacer, pero luego paran. Yo no paré. Cuando no era hambre, era sueño y cuando no un juguete roto, siempre había un motivo para seguir llorando. Crecí a la vez que el musgo en las paredes de casa y la humedad relativa del aire en mi localidad. Perdí a mi amigo Roque en la riada causada tras un llanto torrencial a los siete años. ME SUBÍ AL PINO MÁS ALTO y tan solo divisé su gorra arrastrada por el mar de lágrimas. Una pena. Con el tiempo decidí aprovechar mi potencial y aceptar un trabajo para dotar de oasis a los desiertos. Hace meses que no lloro y no me queda ni una lágrima para derramar en la cola del paro.
LA larga SIesta de MI princesa de VAMPIRO
El día del accidente, las manecillas se desplomaron en tu reloj de pulsera para marcar eternas las seis y media. Y el tiempo, con su obscena crueldad, ha seguido avanzando impasible. Até cada aguja que encontré al instante señalado con los lazos de tu pelo, y he dejado encerrado al pájaro cuco de tu dormitorio infantil que, desconcertado, ya no puede cantar las horas en punto. Hoy he intentado subir hasta la torre del ayuntamiento para silenciar el carillón que devora los minutos que no controlo, pero tu padre me lo ha impedido.
Yo le he gritado que AUNQUE LA VIDA ME CUESTE, mantendré intactos tus sueños donde los dejaste dormidos.
Hasta que consigas despertar.