Mnstrscp2022-R1-Encuentro14
Los participantes con los alias: ELVIS – TARZÁN- LA LLORONA
tendrán de plazo hasta el miércoles día 5 de octubre hasta las 23:59 horas de España peninsular para escribir un relato que:
- * nos cuente algo especial de su personaje
- * no exceda de 150 palabras (título no incluido)
- * use, de cualquier forma, sentido (admitimos singular y plurales) la palabra : PIEDRA (si la pones en mayúsculas al enviar el relato nos ayudas mucho)
Enlace para que los autores envíen el relato AQUI
Para votar (cuando el encuentro esté ya completo) AQUI
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Diles que lo hizo Santa Claus de ELVIS
Elvis y el joyero están sentados en el salón de Graceland.
– Quiero que ponga: cuidando del negocio, las siglas TCB, enmarcadas por dos rayos hacia arriba porque he vuelto con mi rock, mi baile, mi góspel, ¿lo entiendes, Hays? De oro y platino, con PIEDRAS preciosas, quiero muchos diamantes, que sea un anillo enorme, quiero llevarlo en el escenario y que se vea desde la tercera fila y quiero una réplica para cada uno de la mafia de Memphis -Elvis detalla emocionado hasta que una noticia en el televisor llama su atención y se calla.
A pocas manzanas de allí, una mujer y sus tres hijos han perdido su apartamento en un incendio.
Enseguida, Elvis encarga a uno de sus muchachos que les busque una nueva vivienda y compre regalos navideños a los pequeños.
-Si quieren saber quién paga, ¿qué digo? -pregunta el muchacho.
Elvis sonríe antes de responder.
La ley de la selva de TARZÁN
Soltó un grito histriónico que sonó fuerte y desafinado. Ya ni siquiera eso lo hacía bien, verbalizó. Le dolían las articulaciones, se le entumecían los huesos y se le agarrotaban los músculos, confesó entre sollozos. Si hasta había tenido que hacerse una rebequita con pieles de animales muertos para protegerse del relente. No, definitivamente ya no estaba para ir en taparrabos saltando de liana en liana por la selva, había llegado el momento de jubilarse, admitió muy a su pesar.
Se escuchó el chasquido de una rama y el búho, que había estado aguantándole la chapa sin decir ni “bu”, se lanzó sobre un ingenuo ratoncillo que había salido de debajo de una PIEDRA.
¡Ay de mi llorona! De LA LLORONA
No creáis lo que cuentan las leyendas, son las “fake news” de la antigüedad. Por ejemplo, dicen de mí que ahogué a mis propios hijos. Una puritita mentira que inventaría algún hijo de la chingada. Yo solo los metí en el río para que aprendieran a nadar. Lo que pasó después fue no más la voluntad de Dios. Eso y que llevaban los bolsillos llenos de PIEDRAS. Sin embargo, me he convertido en la heroína de las “malas madres” que me utilizan para asustar a sus chavos. Les dicen que me los voy a robar si se portan mal. Como si no hubiera tenido bastante con los míos ¡pinches gritones! Lo que no entiendo es por qué me llaman “la llorona”. Bueno sí, porque también se llora de risa.