83. MODERNA CENICIENTA
– Que una es pudiente pero de tonta nada de nada, ni un pelo, que me ha costado y mucho lograrlo, que yo no nací entre algodones. Tampoco me dejé atrás un zapato de cristal en las escaleras de ningún gran palacio esperando a que un hermoso príncipe me buscara…
No paraba con la retahíla de frases, tratando de defenderse ante el encargado de la tienda que la había pillado robando unas medias de seda fina.
– Pues mire usted querida señora, yo tengo sangre azul según mi extenso árbol genealógico y heme aquí cada día vigilando para que ningún vasallo se sobrepase. Podría haber ido mejor a la sección de zapatería, donde seguro sí está el zapato que perdió esa bendita noche.
Una amiga de lo ajeno con salidas imaginativas, pero el dependiente no le va a la zaga.
Un abrazo, Antonio.
Suerte
Es que la necesidad agudiza el ingenio. Estos dos personajes bien podrían representar un sainete.
Un abrazo y suerte.
Buenos personajes has creado: una ladronzuela y un segurata celoso de su trabajo y con muchos “tiros pegados”. Mezclarlos con el viento de la cenicienta ha sido un acierto.
Gracias por todos vuestros comentarios, que siempre se agradecen.