NUESTRA PROPUESTA SE VISTE DE MODA

¿Queréis responder con nosotros a ese interrogante enorme que aparece en la ecuación que formula la relación entre dos aspectos tan interesantes como la forma de vestir y la personalidad? ¿Nos vestimos para mostrarnos? ¿Para ocultarnos? ¿Es nuestra personalidad la que define la forma de vestir? ¿O acaso son la moda y los “estilos” los que nos permiten ajustar nuestra personalidad a un modo de comportarnos? ¿Somos relmente independientes de cómo vestimos? Hay tantas cosas que preguntarse…

La moda es el arte del vestir, pero también es una parte de nuestra historia desde que el frío glaciar que tuvieron que soportar nuestros antepasados les obligó a buscar un remedio. Lo que comenzó siendo una sencilla necesidad ha ido alcnazando un grado de relevancia hasta terminar imponiendose como un carácter estético sujeto a cánones significativos que van de lo socioeconómico a lo puramente personal.

Durante muchos siglos, el modelo, el color o los materiales usados venian determinados por la clase social sin apenas margen de elección, y aunque ahora, aun queden diferencias importantes en calidades y estilos, nuetra sociedad occidental ha liberalizado mucho su uso hasta imponer cierta diversidad. Aun quedan las pautas dictadas de los uniformes, las modas y los estilos, pero… la ropa que usamos “cuenta” mucho de nosotros.

Por eso, el vestido o el vestuario en la litertaura, en el cine y el teatro, son siempre significativos; en nuestra forma de ver y explicar a una persona o a un personje, de situarlo en su tiempo, en su ambiente y su ámbito social, e incluso hablarnos de su personalidad. Un dobladillo mal cosido, un abrigo de piel, o unas botas altas no son una información circunstancial, no deben serlo, sino que nos ponen en alerta sobre qué aspecto de esa persona quiere señalarnos el autor para conocerla. Y cuidado porque la moda no se resume al vestuario sino que hay otros elelementos determinantes que pueden sevirnos: un rapado, un moño o una barba cerrada, un collar de perlas o una mano llena de anillos, una boina no es lo mismo en un pueblo de Zamora que en las calles de Paris, un maquillaje de tonos violetas y negros o la personalidad de un tatuaje ocupando todo el torso de la mano, una cuerda de cáñamo por cinturon, una medalla del Sagrado Corazón…

Y justo ahí queremos llevaros con nuestra propuesta, a que toméis la moda y el vestido (incluido complementos…) como referencia para construir vuestras propuestas. Y no os pedimos más… Podéis tomarlo como algo accesorio o como el centro del relato, podéis usar su valor más significativo o que sea simplemente circunstancial, pero que… el vestido o la moda tengan un especial protagonismo en el relato.

No te quedes atrás, sigue la moda ENTC y … cuéntanos.