Miré al cielo y te volví a dar las gracias por permitirme sentir los latidos de tu corazón, La cremallera cicatrizada en mi pecho representaba el inesperado vínculo entre nuestros cuerpos.
Un canto a la vida, a la generosidad que la permite y al agradecimiento que merece, con las palabras suficientes que aún lo hacen más intenso.
Un saludo y suerte, PatMar
Pocas palabras para describir la gratitud al donante anónimo de un corazón. Excelente.
Suerte, PatMar.
Un canto a la vida, a la generosidad que la permite y al agradecimiento que merece, con las palabras suficientes que aún lo hacen más intenso.
Un saludo y suerte, PatMar