Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

SAUDADE

Un relato con menos de 200 palabras inspirado en el tema que te proponemos

Bienvenid@s a ENTC 2024 Este año, la inspiración llega a través de conceptos curiosos de otras lenguas del mundo. El tema de esta cuarta propuesta es el concepto portugués de SAUDADE. Y recuerda que el criterio no debe ser poner menos palabras sino no poner palabras de más. Bienvenid@
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Esta convocatoria finalizará el próximo
30 de SEPTIEMBRE

Relatos

653. ESPECTÁCULO HOBBIT, de Amanita

Pasen al Bosque! ¡La función dará comienzo en breves instantes!
La mujer araña se acomodó en su tela y su presa adormecida exhaló el último hálito de vida. 
El Puck de Shakespeare, el último superviviente del Pueblo de las Colinas, se sentó junto al pueblo del Puck creado por Kipling, rodeado por robles, fresnos y espinos. En las profundidades de los túneles, horadados por topos, escarabajos y grillos, se ocultaban los Goblins de Tolkien protegidos con sus zapatos de suelas de hierro. En las oquedades de los troncos se agazapaban los Harfoots de pies peludos, tan ligeros como las liebres, y cerca del río que serpentea el bosque, los corpulentos Stoors permanecían alerta, mientras el resto de los habitantes, los altos y delgados Fallohides, tomaban asiento.
¡ Con todos ustedes Gandalf, el hechicero blanco, el Merlín de los celtas, el Odín de los Normandos, El Mercurio de los romanos, el Hermes de los griegos, el gran Toth de los egipcios !.
Y Gandalf agitó su bastón blanco y el espectáculo de colores, luces, y movimientos sincronizados del Bosque dio comienzo.  Me senté junto a un elfo que me dijo: ¡el premio al mejor observador es un anillo!

652. UN BOSQUE DE SUEÑOS, de Amanita

El Bosque de los Sueños se hilvana con hilos de oro, tricotando el muérdago sobre la madreselva y pespunteando la hiedra en los troncos de tu fantasía. Se teje, igual que un poeta escribe un verso, se exhibe como  un trovador lo declama.  Se borda, igual que se funde un lienzo con tus pensamientos color violeta. Se disfruta, con la misma delicadeza que saboreas una obra de arte.
El Bosque de tus Sueños, se encuentra siguiendo el Sendero del Río de la vida.
Podrás detenerte en cualquier rincón para zurcir los melodiosos piares vespertinos, observarás el silencio cuando las hojas deambulen errantes en la soledad del crepúsculo. Dejarás tus huellas impregnadas con tus anhelos, cuando la nieve oculte el patchwork otoñal. No podrás recoser el nacimiento de los hijos del bosque, porque crocus, prímulas, margaritas y hongos,  se cobijan en los albores primaverales junto al roble, el acebo o el castaño.  Y cuando te acerques a él,   no olvides remendar a los elfos con su invisible fragilidad, que escondidos tras las briznas de hierba, te contarán sus secretos más íntimos,  y de cómo,  tus sueños, pueden enhebrarse en la paz de este Bosque.

651. EL LICÁNTROPO Y LA LUNA, de Jaguar

Un hombre languidece en su cuarto. Es noche de luna llena. La magia del bosque lo avasalla. Camina hacia él. Deambula entre los árboles sin rumbo fijo. La luz del astro se filtra entre las ramas. El influjo del antiguo hechizo le hace estremecer. Empieza a transformarse. Colmillos, músculos, olfato aguzado. Los ojos de un búho son testigos de la metamorfosis. Ahora es un licántropo. Depredador implacable. Duendes y gnomos huyen a su paso. Los espectros se agazapan detrás de los arbustos. Los animales se refugian en sus madrigueras. Observa a la luna aproximase al nadir. El licántropo corre jadeante a su encuentro. Sus espíritus se funden momentáneamente en uno solo. La amante extasiada se torna roja. Venus acecha a la distancia. Un rayo de plata golpea el corazón del licántropo. Es la venganza de quien se sabe desdeñada. Herido de muerte se arrastra hacia su amada. Sus lágrimas de dolor forman un espejo de agua. Hacia allí, desciende la afligida luna en
 su afán por consolarlo. El licántropo gime de melancolía al contemplarla por última vez. Ella le acaricia el lomo con su luz antes de volver al firmamento. Una sombra triste se apodera del bosque. Es un eclipse

650. ¡QUIERO INTIMIDAD!, de Golondrina 2

-Vamos que ya está bien ¿eh?. Todos los días lo mismo, así no hay quien duerma , esto se está volviendo insoportable, no se si es la edad, pero…
-Si es verdad, al principio era divertido, por lo peligroso, la velocidad, la adrenalina, los amigos , las piruetas pero todos los días lo mismooooo ¡ ya está bien..!
-Con todos los árboles que hay en el bosque , porque mira que hay ¿¿eh??  Si me dices que estamos en un parque , que solo hay unos pocos y cada vez menos y mas raquíticos, pero ¿aquí?.
_Si , mires por donde mires …. Es lo único que hay, árboles de todas las especies  tamaños, colores, formas, con pocas ramas, con muchas, si lo difícil sería elegir .
-¡Pues no! Tooodos los estorninos al mismo, aquí todos bien juntitos, volamos juntos, comemos juntos , dormimos juntos, y ya si te toca al lado alguien que ronca ….  apaga y vámonos.
–  ¡Ya está  bien! Yo quiero un poco de intimidad , quiero volar sin miedo a chocarme que hay cada loco que….
– Y lo bonito que hace en el cielo ¿eh?
-Si, eso si.
-Hasta mañana.
– hasta mañana .

649. MIEDO, de Golondrina 2

Era noche cerrada, tenía que atravesar el bosque y sin dudarlo se adentró en él . Al principio iba centrada en el camino, lo complicado era caminar sin tropezarse, cosa que resultaba bastante difícil ya que las raíces de los centenarios árboles asomaban a lo largo de todo el sendero que cada vez se hacia mas estrecho e intransitable .
 Las ramas empezaban a tocarla , primero suavemente y después enganchándose en sus ropas con lo que su atención se desvió hacia estas, que poco a poco fueron tomando formas horribles  con largos brazos que intentaban atraparla y enormes ojos que lanzaban terribles miradas sobre ella.
Los sonidos eran escalofriantes, y recorrían todo el bosque , como en una conversación infernal, creyó oír hasta su nombre ¡¡¡ANNNAAA!!!.
Ya  estaba aterrorizada, pero sabía que si se paraba sería peor así que sacó fuerzas de donde pudo y siguió adelante, sin mirar donde pisaba ni hacia donde se dirigía . Tenía que salir de allí antes de que la atrapase alguno de aquellos monstruos.
Sentía como se iban acercando y sin saber cómo, se encontró fuera del terrible peligro.
-¡Bien! Había pasado la prueba, entraría en la hermandad ….

648. LA LAGUNA DE LA NOVIA, de Conejo

Ella estaba sentada al margen de un río, cerca del canal de la novia. Sara vivía en aquella pequeña casa en lo alto de la montaña del Ciervo, en medio de un frondoso bosque. Había escogido un lugar tranquilo que le permitiera pensar y escribir sus novelas.
Aquel día el otoño se había hecho presente. Las hojas ya amarillas se desprendían de sus ramas y bajaban al suelo en un baile de pasos y giros interminables hasta que tocaban tierra. Luego seguían su ritmo en danzarines en el suelo. Las aguas del río, cada vez más frías, arrastraban las que se atrevían caer en su cauce.
No sabía, a ciencia cierta el nombre del río, pero sabía que la parte que se anchaba, un poco más abajo, era llamara, “La Laguna de la Novia”.
Contaban las leyendas locales que, en siglos pasados, una doncella, prometida a un apuesto joven, había sido vendida por su padrastro a un señor de la corte. Después de la boda, se había fugado de la fiesta, antes de consumar el matrimonio, se había tirado a la laguna. Y como su vestido tenía muchas faldas, no pudo nadar para salvarse y murió ahogada.

647. EL BOSQUE DE LA LAGUNA, de Conejo

Hoy he decidido dar un paseo por el Bosque de la Laguna. Mientras caminaba por entre sus majestuosos árboles, una sensación de paz abrazaba mi alma. El viento otoñal traía buenas noticias. Era cálido, acariciaba mi rostro y revoloteaba mis cabellos. Las ramas bailaban en una coreografía muda, siempre igual.
 Las hojas volaban de sus cunas para jugar con las demás. Observé que el suelo verde, hoy estaba vestido de marrón con muchos tonos. El cantar de los pájaros y el corretear de las ardillas. Todo ocurría en total harmonía.
 Me senté bajo un hermoso árbol, reclinado sobre el río. Sus hojas llegaban a tocar el agua cuando, al soplar el viento, sus ramas balanceaban de acá para allá.
Allí estuve pensando el lo solemne poder de la creación. Los detalles y mecanismo de sus engranajes. En fin su total perfección. No me percaté de que el tiempo pasaba y ya en la tarde, el sol reflejaba su luz en las aguas, dándoles un color amarillo dorado. Otra vez la sensación de alegría me invadió. Tal belleza fotografiada en mi memoria, los olores y sonidos grabados en mi mente. Era todo tan puro que podría decirse que es casi celestial.

646. EL ROBLE CENTENARIO, de Conejo

Soy el más alto y más viejo de mis hermanos. Llevo asentado en estas tierras ya hacen cien años. He visto muchos humanos pasaren por aquí. He dado sombra a muchos seres vivos. A mí me ha azotado en muchas ocasiones el furioso viento del Norte y me ha lavado las tempestades del Sur, pero mis raíces se han penetrado en la tierra lo más hondo que pudo para que yo me mantuviera en pie.
Hoy, al mi alrededor se extiende un bello bosque, aunque pequeño para lo que fue un día. Mis hermanos y hermanas, como ya he dicho, más jóvenes que yo, procuran levantar sus ramas para alcanzarme, pero yo soy centenario; tengo ciento y diez años. En mi tronco, guardo secretos de todas las épocas. En mi raíz derecha hay una caja con cartas de amor de una doncella. A mi izquierda una toponera. Allí, vi nacer más de siete generaciones de topos. En mis ramas, muchos nidos de diferentes pájaros.
Hoy, los humanos hacen una fiesta en mi honor. Festejan que cumplo un año más y sigo aquí, en pie, aguantando todo lo que la Naturaleza me ofrece de bueno y malo.
Yo soy el “Roble”.

645. ¿PERCIBES EL AROMA DE ESA PLANTA?, de Planta

Desayunaba cereal mientras leía la información nutrimental y algún reportero cantaba su nota por televisión, cuando una hermosa mujer de la oficina hace sonar mi celular para invitarme a pasar un fin de semana con ella, en medio de la nada. Y digo nada porque por aquí hay más cosas vivas que muertas; porque en algunos puntos  no hay señal telefónica.
¿Percibes el aroma de esa planta?
       Francamente nunca me ha interesado clasificar en subespecies lo que casualmente llamo «olor a tierra mojada», pero ese día mis neuronas se estaban congelando lo suficiente como para asentir con un leve cabeceo a su pregunta sin desviar la mirada del piso.
       De regreso, en la cabaña, voy al baño. Su espejo muestra el semblante de un incompetente. Me pregunto qué he estado haciendo todos estos años, pero no puedo llegar a una conclusión concisa, pues al poco tiempo noto que no estoy sólo. Lo que me pareció una tarántula salvaje y peluda —probablemente era una araña inofensiva, y hacía telarañas preciosas en sus ratos libres— acechaba a un lado del excusado.
       En ese momento traté de salir corriendo, pero la puerta estaba atorada y la ventana era demasiado pequeña

644. INFIEL, de Golondrina 2

-¡Ahhhh ¡ que aburrimiento! Y eso que la casita nos ha quedado monísima, pero la espera se está haciendo muy larga.
-Bueno mujer, enseguida todo pasará, intenta descansar que después lo que nos va a hacer falta es tiempo para descansar.
-Si , tienes razón cariño, pero .. me aburro.
-Pues mira el bosque, siempre hay algo que admirar y en primavera mas aún .
-Pero solo veo moverse las ramas de los árboles ,y alguna que otra ardilla.
-¡Ay mujer!, tienes que fijarte mas; mira las flores, como cada día hay mas ,y de colores diferentes, a nuestros vecinos o como se llenan las ramas de hojas.
-Esta bien, pero oye dime una cosa . Hoy me siento rara , desde que  he vuelto de desayunar esta mañana , no me siento cómoda ,¿ puedes mirar por favor  a ver si hay algo raro?
– Esta bien, aparta un poco. ¡Anda! ¡Esto si que es raro! Mmmm….
– ¿Que pasa cariño?¡ Me estás asustando!.
-No tranquila , no pasa nada , solo que hay uno mas … ¡¡ y tiene manchas!!.Cariño, ¡esto me lo tendrás que explicar!.
_¡Pero si solo me he movido del nido cinco minutos!

643.ZENÓN, de Gorrión

El  sol se escondía detrás de los edificios, comenzaba a caer una suave llovizna. El agua helada le producía una sensación de respiro.
 Había caminado todo el día en busca de trabajo. Solo  reposo,  en el banco de la plaza y comió una empanada que compró con algunas monedas,  renunció a la gaseosa,  prefirió una porción de tarta tenía hambre más que sed, el  bebedero de la plaza le dio agua fresca.
 Ahora, sentado en el cordón de la vereda, hundió el rostro entre sus manos y la melancolía de los recuerdos tironearon  su corazón. Como en una película aparecían las imágenes. En su pueblo podía ver el sol hasta que se hundía en el horizonte acompañado del trino de los pájaros que dormían sus noches en los eucaliptos y los demás árboles del bosque.
Tuvo que emigrar a la gran ciudad, a  la pobreza se sumaba el desmonte para dar  paso a los cultivos de soja. La  devastación avanzaba destruyendo la vida de la gente.
Allá quedó todo lo que poseía la choza, amigos,  león, su mascota. Algunos cacharros…
 Le  habían dicho que aquí encontraría  trabajo. La realidad es dura, duerme en la plaza protegido con cartones. 

642. LA FANTASIA DE EMILIO, de Gorrión

Emilio desde chico jugaba con los animales del bosque los conocía y entendía  su idioma. Cuando regresaba de jugar con ellos,  dejaba en el patio su mochila y corría a contar a su hermano historias fantásticas que él  imaginaba. 
 Juan le preguntó si era verdad que el zorro cuando lo vio le dio la mano y lo llevó a conocer su madriguera.  Emilio le aseguró que si,  que así fue tal como se lo estaba contando. Juan quiso ir con él para ver la escena,  a partir de ese momento el chico argumentó mil excusas para impedir que su hermano insistiera pero al verse hostigado por este decidió seguir el juego.
 Se dirigieron al bosque.  Ya  en el  lugar, señalo a su hermano una cueva. Allí  habitaban unos cuantos chajales que alarmados por la presencia de los visitantes emitieron fuertes aullidos para alejarlos.
 Aprovechando la ocasión  haciendo  alarde de sus conocimientos Emilio explicó que los chajales invadieron la madriguera del zorro y este huyo asustado.
 Juan se quedó conforme aunque luego se enteró que la madriguera era de los chajales, los zorros  habitan  en madrigueras abandonadas o  cuevas que hace en el suelo.

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