Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

ANIMALES

Un relato con menos de 200 palabras inspirado en ANIMALES

Bienvenid@s a ENTC 2025 Comenzamos nuestro 15º AÑO de concurso. Este año hemos dejado que sean nuestros participantes los que nos ofrezcan los temas inspiradores, y el 5º de este año serán LOS ANIMALES. Y recuerda que el criterio no debe ser poner menos palabras sino no poner palabras de más. Bienvenid@
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Esta convocatoria finalizará el próximo
15 de AGOSTO

Relatos

JUL27. DE VIAJES Y COMPAÑÍAS, de Marta Trutxuelo García

El miedo colapsaba sus movimientos. El armario lleno de ausencia. Él no volvería. Pero la nueva inquilina apareció de improviso. Ella no quería verla. Cerró la puerta de su casa sin despedirse de aquélla.
Facturó su temor en clase turista y sus piernas, aliviadas, se sumaron al ciempiés protector que componía la fila de pasajeros embarcando. En el avión compartió asiento con la incertidumbre que se dibujaba en el horizonte. Atravesó montañas, cruzó ríos, divisó campos y transitó por sus recuerdos. La tibieza de la brisa mediterránea calmó y colmó su espíritu. Guardó las gafas, no necesitaba protegerse ni del sol, ni de nadie. La sombra del pasado ya no hería su rostro. Antes de entrar en la mezquita de Rabat, se descalzó, descargó la mochila de su dolor y cubrió sus hombros con un suave velo de esperanza. El Gran Canal de Venecia rebosó cuando ella estalló en lágrimas tras tantos abriles. Atravesó montañas, cruzó ríos, divisó campos y abandonó sus recuerdos tras la frontera.
La calma mecía su caminar. Abrió la puerta de su casa y entró sonriendo. Llenó su armario de ilusión. La miró. Y abrazó a su primera compañera en este nuevo viaje… se llamaba soledad.

JUL26. DESTINO ALGUNA PARTE, de Nieves Martínez Menaya

     Siento esa paz que invade al paseante. Esa manera confidente de hablarle a la vida y escucharla. Esa
forma serena de no decirse nada y comprenderlo todo. En el camino hay miradas descalzas que se cruzan, te ven y no preguntan Y tú escondes en el suelo tus versos, tus poemas.  Ahora todo ya es tú y se te presenta como si en tu alma nunca hubiera habido otra cosa que desiertos. Se ha transformado en cieno calmo y fósil y forma parte de ti, de tu persona.
      En cada paso se mezclan los secretos, los sueños, las nostalgias, las palabras de alguien, su mirada, las preguntas, los miedos. Cada paso que das es el camino. El  tuyo. Del color con que pintan tus ojos el paisaje y te lo cuentan. Y si miras atrás, el principio está lejos y no es reconocible. Es lo que has avanzado.
     Sólo al final percibes que habías iniciado, sin saberlo, un viaje. Un trayecto desconcertante y útil
en el que llegar a alguna parte es lo de menos. Porque un paseo…también es un viaje.

JUL25. AQUEL VIAJE, QUE EN REALIDAD, Marcos Santander Llona

El viaje me enseñó a disfrutar de las cosas cercanas, tangibles, aquellas con las que yo venía disfrutando desde hacía años, pero aún no lo sabía, las personas de carne y hueso queridas que tenía alrededor, mis libros, mis lluvias, mis palabras, mis silencios, pero, a la vez, también me enseñó a disfrutar y compartir las más lejanas, mis silencios, mis palabras, mis lluvias, mis libros, las personas de carne y hueso queridas que tenía alrededor.  Aquel viaje, que en realidad casi me acercó hasta la muerte, supuso en realidad mi nacimiento. Hoy sigo vivo, esperando poder viajar de nuevo.

JUL24. VIAJE A LOS MÁRGENES DEL VALOR, de Raúl Gómez Lozano

Cuando atravesé el campo dorado de los hombres–mula me detuve un instante y respiré profundamente: nunca antes había avanzado tanto en mi viaje. Atrás quedó el pavor que me ocasionó la visión de la Torre de Sangre, o lo poco que faltó para que mi aventura acabase al escuchar el sonido prohibido de la flauta que nació de la madera del Árbol del Tiempo. Delante de mí se alzaba la inmensidad de lo desconocido y yo estaba decidido a franquearla con paso firme.
Horas más tarde, cuando divisaba en el horizonte el país de las amazonas ciegas, la pelota de mi hermano mayor destrozó todo mi mundo. Con su risa estridente, empezó a recordarme una vez más la obesidad que me acompañaba desde pequeño, lo horrorosa que quedaba mi cara con mis gafas nuevas, y lo rarito que era al pasarme todo el día encerrado con un papel y un bolígrafo. Pero hacía tiempo que todas aquellas burlas habían dejado de afectarme ¿Cómo iba a preocuparse por semejantes niñerías el héroe que salvó Yuzzuf de sucumbir ante el fuego helado del dragón de plata?

 http://lacallejueladelaspalabras.blogspot.com.es

JUL23. CARTA DESDE OZ, de Juan Torralba Padilla

Querida Paula. Acabo de llegar al Tíbet. Te escribo como te prometí desde el punto habitado más alto del mundo. Desde el principio estabas al tanto de mis inquietudes, de esa sensación de vacío que me oprimía. Fuiste consciente de la necesidad que suponía para mí este viaje. Y tú la primera que me animó a hacerlo.

                        He recorrido miles de kilómetros para hallar respuestas. He conocido gente, gente muy diversa. Pero mis preguntas nunca encontraban una respuesta concreta. Ni monjes, ni anacoretas, ni yoguis. Todos negaban con la cabeza y se tapaban el pecho con la mano. Al principio no lo entendía.

                      Esta noche tuve el sueño, ya sabes ,el sueño. Un huracán me despertaba y elevaba nuestra cama por los aires, lejos, muy lejos. Al principio sentí el mismo miedo de siempre   . Luego me gire y te vi dormir plácidamente a mi lado. Entonces lo entendí. Mi casa esta donde esté mi corazón. Y mi corazón está contigo. Y ya lo decía Dorothy: en ningún sitio como en casa, en ningún sitio como en casa.

JUL22. GUÍA PARA LLENAR UNA MOCHILA, de Paloma Hidalgo Díez

El viaje me enseñó que es mejor meter en la mochila sólo lo necesario. Me aleccionó, a conciencia, de que los besos saben mejor cuando los da el corazón; y al dedillo, de que es mejor sumar ilusiones y restar importancia para solucionar problemas. Me mostró, al pie de la letra que no se necesitan alas para volar; y de carrerilla, que si me caigo, me tengo que levantar. Asimilé, letra por letra, que la vida, aunque regale sonrisas, también puede reírse de mí. Aprendí de memoria, que ser libre es muy difícil. Y punto por punto, que también hay comas y signos de interrogación. Me hizo comprender que en el barro mis pies pueden dejar huella, que las palabras tienen una fuerza incalculable y que los sentimientos palpitan en las sienes. Ahora te toca a ti, mi pequeña. Sé que vas a conseguirlo. Tu periplo empieza en una crisálida de cristal, rodeada de máquinas que te conectan a la vida; pero en un rinconcito de tu incubadora tienes tu mochila, ahora llena a reventar con el amor de tus padres, esperándote para que la vacíes y la llenes poco a poco de vida.


http://unlibroesunjardindebolsillo.blogspot.com

JUL21. DONDE VAN LOS QUE NO DUERMEN, de Vidal Fernández Solano

No tenía por costumbre mirar a los ojos de los demás. Nunca reparó en el daño que sus actos infligieron a sus seres queridos. Vivía única y exclusivamente por y para sí misma. El resto del mundo existía sólo para satisfacer sus necesidades.
Ignoraba que nadie pudiera vivir aislado. Lo descubrió de repente, al atravesar la calle equivocada en el momento inapropiado. Y entonces se cruzó con alguien como ella, al volante de un coche.
Meses después, abrió los ojos de nuevo. Lo que quedaba de ella era poco más que una sombra, un puñado de huesos recubiertos de pellejo. A su lado, para su sorpresa, estaban su madre, su marido y su hija, a quienes había abandonado y olvidado años atrás.
Haciendo un titánico esfuerzo, elevó los brazos y se fundieron en un abrazo.
Nada volvió a ser  igual. Mucho tiempo más tarde, ya repuesta y transformada en otra persona, alguien le preguntó por el cambio.
– Volví de un largo viaje… del que pocos regresan -respondió ella-. El viaje me enseñó.

JUL20. ALMAS GEMELAS, de Paloma Casado Marco

Me gusta recorrer el mundo y además lo hago en pocas horas. Cuando se cierran las puertas de la biblioteca donde trabajo, giro su gigantesca bola terrestre y poso el índice ciego. El azar decide el lugar de mi próximo viaje.
Claro que en numerosas ocasiones, mi destino no ha sido otro que las aguas del océano, pero nunca me ha importado nadar entre delfines y ballenas.
 Ilustro mi expedición, acudiendo a los libros que anteriores viajeros escribieron para mí.  Así preparo los sueños que habitarán sus paisajes,  los colores de sus ropas, o el aroma de sus guisos.
El lunes pasado, mi dedo se posó en Honshu, la isla japonesa más grande. Por eso me dio un vuelco el corazón, cuando le vi aparecer en la biblioteca, con sus bonitos ojos rasgados, buscando información sobre la ciudad.
Se dirigió a mí, con un “hola” y continuó preguntándome en inglés. Charlamos, charlamos, y acabamos tomando juntos el desayuno del día siguiente.
Durante la noche conocí el aroma, el tacto, y el sabor, del País del Sol Naciente. Mi destino.
-¿Sabes cómo te he encontrado? –me confesó. Tengo costumbre de elegir mis viajes haciendo girar una bola del mundo

cantabriaendoslatidos.wordpress.com

JUL18. TRAS LA PIEL ADULTA, de Cándido Macarro Rodríguez

Anhelante, con el macuto al hombro, emprendí camino en busca de respuestas.
Crucé infinidad de pueblos, ascendí elevadas montañas, bajé barrancos profundos, atravesé oscuros bosques y praderas inmensas…
Pregunté, indagué, investigué, busqué, escruté, inquirí, pero cuanto más me alejaba, más cerca me encontraba de la duda más absoluta.
Consulté a expertos, sabios, religiosos, sin importarme sus credos. Nada conseguí.
Sonsaqué a gurús, charlatanes y videntes. Idem.
Sondeé a amigos. También a enemigos. Siempre la misma estéril respuesta.
Nunca me llevé bien con Dios, pero cedí dirigiéndome a él como último recurso. Silencio.
Desorientado, me senté a meditar al borde del camino.
Fue entonces cuando se me acercó un niño de rostro familiar y me miró con grandes ojos azules y sonrisa verdadera. Me dio un beso y marchó.
Ese niño…
No podía quitarme su imagen de la cabeza…
¿Me conocía?
¿Quién era ?
De repente, caí en la cuenta…
Creí saber…
Finalmente, tuve la certeza…
Estaba otra vez en el punto de partida. Tras mi viaje comprendí que sólo conocería la respuesta definitiva cuando aprendiera de nuevo a contemplarme a mí mismo con la pureza de la mirada del niño que otrora fui. El niño que ignoré al hacerme mayor.

JUL17. UN VIAJE INOLVIDABLE, de Mª José G. Varela

Miro el reloj, son las seis de la mañana y sé que no podré volver a dormir. Me levanto y observo la habitación del hotel donde viviré el próximo mes, es bastante impersonal y un tanto fría. Abrazo el peluche que ha viajado con nosotros mientras pienso que en apenas cuatro horas tendrá lugar el encuentro más importante de mi vida, el que conseguirá por fin llenar esa faceta incompleta que habita en mi interior.
Te acercas y tus brazos rodean mi cuerpo mientras me susurras que esté tranquila, que ya queda poco, que todo saldrá bien. Pareces tranquilo, pero yo sé que en tu interior estás tan nervioso como yo y que tampoco has dormido esta noche imaginando como será todo a partir ahora.
Nos vestimos y salimos hacia el lugar del encuentro. Nuestra impaciencia hace que lleguemos con demasiada antelación y decidimos tomar un café. Mientras, los minutos pasan lentamente y yo sigo abrazando con fuerza el osito de peluche que entregaré dentro de poco al que será artífice de mi nueva vida, de nuestra nueva vida…, el que hará inolvidable el viaje a este lugar donde ha nacido, vive y espera también impaciente por conocernos…..
                …nuestro hijo

JUL16. CRUZANDO EL CORAZÓN, de Blanca Oteiza Corujo

Aquella mañana tomé el ferri que une las dos orillas a una hora temprana, cuando la bruma abraza el agua en un baile silencioso. Miré algún asiento libre, mas tan sólo pude divisar uno junto a una anciana mujer. Me senté a su lado, reconozco, con cierta reticencia, pues vestía unas ropas viejas y su cabello hacía mucho que no visitaba una peluquería. Los primeros minutos ni tan siquiera le dirigí la mirada, no fuera a ser que le diera por conversar a la mujer. Absorta en los rostros del resto de los pasajeros intentaba entretenerme. El viaje era largo, y la mujer comenzó a hablarme. La mujer fue contándome su vida, de cómo de haber sido una bella joven, con toda una vida prometedora por delante llena de sueños e ilusiones, pasó a ser una anciana solitaria que ya no soñaba ni bajo las estrellas de la noche. El barco atracó y de pronto advertí un montón de asientos vacíos a mi alrededor. Acompañada de la anciana pisé de nuevo suelo firme y con una despedida afectiva giré sin mirar atrás. El viaje me enseñó, que no hay que fiarse de la primera impresión sin conocer el corazón.

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