Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

SERENDIPIA

Un relato con menos de 200 palabras inspirado en SERENDIPIA

Bienvenid@s a ENTC 2025 ya estamos en nuestro 15º AÑO de concurso, y hemos dejado que sean nuestros participantes los que nos ofrezcan los temas inspiradores. En esta ocasión serán LA SERENDIPIA. Y recuerda que el criterio no debe ser poner menos palabras sino no poner palabras de más. Bienvenid@
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Esta convocatoria finalizará el próximo
15 DE NOVIEMBRE

Relatos

MAY129. LA INFECCIÓN REAL, de Luisa Pérez

-La princesa tiene una pequeña infección en el lagrimal, lo que le provoca esa irritación ocular. Yo mismo vendré la próxima semana a palacio para practicarle un sencillo drenaje que eliminará esa infección y por tanto ese continuo lagrimeo.

La pequeña princesa no entendía muy bien las palabras del doctor, y con esa pesadumbre convivió los siguientes días. 
Llegó el momento de la sencilla intervención y en menos de lo canta un gallo la princesa fue curada, ¡albricias!. Todos celebraron la pronta y eficiente solución, así que tranquilos se quedaron y volvieron a sus rutinas palaciegas. Hasta que al día siguiente la pequeña princesa comenzó a llorar involuntariamente. De sus nobles ojos brotaban lagrimitas como gemas de corte diamante.
 La reina no daba crédito, su enojo era tal que quería expulsar al doctor de la corte. Justo había dado orden de recibirlo, cuando apareció el rey, quien, cansado, regresaba de una dura y larga batalla en el norte de sus fronteras. 
La pequeña princesa salió corriendo a su encuentro, y ya en brazos de su padre, sus lágrimas se secaron para siempre.
-Papá, no me gusta que te vayas tantos meses… No me gustan las guerras.

MAY128. AMÉN, de Alfonso González Cachinero

—Creí que no terminábamos. Apaga, anda.

—Te dije que el antipático del cura la liaba. Parar la ceremonia tres veces… ¿Es que una ya no va a poder hablar ni en la comunión de su hija? 
—No era solo el jaleo; le sentó mal que tu hija le diera en un ojo con el avión. Y tampoco le hizo gracia que tu hermano trepara al San Juan para hacer la toma genital. Menos mal que cayó más o menos bien… 
—¡Mi hermano quedó tercero en «Vídeos Caseros», es un artista! A ver cómo se apaña ahora con el esguince… 
—Vamos, apaga. 
—Paco, mi Yasmina era la mejor. ¡Por aquí, iban a ser los demás más que nosotros! ¡Qué pena que se rompiera la falda en el jardín! 
—Dijo que estaba desenterrando cadáveres. Peor ha sido lo de tu tía. Afortunadamente solo le quemó el moño, pero el vestido está inservible; ya no puede devolverlo. Tu hija es más bruta… 
—¡Nuestra! Y no hables de mi familia, que tu padre, guardándose las botellas de JB… ¡Vaya estampa!
—Tiene un problema… 
—Y quitarse el pantalón para subastarlo… 
—¡Ya está bien! ¡A dormir! 
—Paco, la comunión de Kevin la hacemos por lo civil.

MAY127. LEYENDAS, de Mar González Mena

Descalza, la princesa se sienta en la orilla y chapotea con los pies en el agua. Tiene que encontrar una rana. Y no una cualquiera. Una perfecta. Ha desechado a todos los príncipes del reino y solo le queda confiar en las leyendas. No entiende dónde se esconden. Estira el cuello. Mira hacia un lado. Hacia otro. Afina el oído, pero no escucha nada.
Mientras tanto, ocultas entre los juncos, las ranas esperan calladas a que la princesa se marche. En la charca también se cuentan historias. Hubo algunos batracios que se dejaron seducir por bellas damas y, tras un beso envenenado, desaparecieron para siempre convertidos en altivos caballeros que ya nunca volvieron a croar.

www.losjardinesdepuck.blogspot.com.es

UN PREMIO YA ESPERADO

Otra de esas noticias que nos reconfortan por esperadas… 
Lleva pocos meses por aquí, pero creo que tiene una buena lista de seguidores por su permanente  interés por experimentar y buscar nuevos escenarios.
 El relato ÉXODO de
RUBEN ROJAS
ha sido el último ganador semanal del programa radiofónico WONDERLAND de Radio Nacional 4.
En su BLOG podéis leer el cuento seleccionado y conocer un poco más de Rubén.
¡Enhorabuena, compañero! 

MAY126. LA PRINCESA PARTE DE SU REINO, de Elena Duce Pastor

La princesa miró por la ventana de su habitación, que daba a un patio interior de un barrio de extrarradio.
“Princesa” Así era como la llamaba su padre desde que era pequeña, como la despertaba por las mañanas y le daba un beso antes de entrar en el colegio. Princesa fue cuando acabó el bachillerato y fue aceptada en la universidad. Cuando se graduó y cuando…¿ahora qué? Princesa sin castillo, princesa sin fortuna, y lo que es peor, princesa sin futuro.
Princesa sin posibilidades en su reino, porque no hay trabajo, porque no hay esperanza, porque el futuro se ve incierto. Esta princesa debe coger las maletas y partir. En esta ocasión las princesas no parten con su príncipe encantado, sino solas, con la única compañía de sus ilusiones y de un portátil conectado a skype para hablar con su familia.
Pero la princesa labrará su futuro fuera, matará al dragón de la desesperanza y un día volverá a su reino amado cargada de sueños nuevos, cargada de nuevas ilusiones y con sus triunfos como nueva bandera.
Porque ser princesa implica muchas cosas, y una de ellas es soñar con una pasión que solo puede ser sofocada cumpliendo los sueños.

MAY125. CUENTOS PEGAJOSOS, de Rosa Molina López

Cuando, al año de mi desafortunada boda, abandoné al príncipe, visité a la reina Zyra, en las montañas de Altái. Con ella cabalgué por las estepas siberianas hasta los profundos desfiladeros donde, debido a la furiosa voluntad del viento, los bosques mueren tumbados, como los hombres. Allí transformé mis experiencias en diarios de viaje, mi angustia en poesía y encontré el latido de mi existencia. Entonces, con mi voz soleada y feliz, regresé.

Lejos del reino, en una aldea escondida tras un cerro, encontré un trabajo y una sencilla casita, sin soledad y con muebles. Y, aunque mis escritos fueron elogiados, no logré eclipsar esa parte de mi vida que aparece en el pegajoso cuento que un famoso escritor añadió a su antología. Entiendo que la contraposición entre mi insoportable familia y mi edulcorada boda es atractiva, pero me desconcierta que todos se encallen en ese excesivo final con inútil moraleja, y que nadie valore las palabras que tejieron las versiones particulares de mi vida, tan alejadas del otro relato y que deberían haber servido para que todos dejaran de llamarme con el horrible y humillante mote que inventó mi madrastra: Cenicienta.

UN LIBRO POR UN LIBRO… EN ABRIL

Le ha costado mucho trabajito decidirse este mes, pero finalmente, Marta Calderón, desde su librería SANCHO PANZA en Cabezón de la Sal, mantiene su colaboración ofreciendo un libro como regalo (que se podrá elegir entre tres títulos cercanos a la obra homenajeada) a uno de los relatos del mes anterior que cumplan esa condición.

De todos los que hacían un homenaje directo a la obra del Quijote, 
el relato que será destinatario de esta mención del mes de ABRIL es 

ABR81. DON QUIJOTE EN LA BIBLIOTECA, de Juana Mª I…

También nos hace llegar la lista de los relatos entre los que decidió finalmente. 

ABR24. ELOGIO DE LA LOCURA, de Ana de UráN
ABR44. NOMBRE DE CABALLERO, de Paz Alvar
ABR76. EN LONTANANZA, de Héctor Hernández
ABR78. QUE TRATA DEL DESCUIDO DE SANCHO Y DE SU PO…
ABR96. EPÍLOGO, de Beatriz Carilla Egido
ABR104. DUELOS Y QUEBRANTOS, de Mei Morán
ABR124. DON ANSELMO Y SANCHO, de María Sergia Mart…
ABR138. PERDIDO ENTRE HOJAS, de Antonia Garcia Lag…

Gracias a tod@s.

MAY124. LA PRINCESA ILUSIONADA, de Yolanda Muñoz Martinez

Fue inesperado, toda una sorpresa para la preciosa princesa, sentada en el parque bordando Una bonita mariposa de varios colores. Apareció él, todo un caballero medieval montado en su caballo. Sus miradas se cruzaron, aunque ninguno de ellos dijo nada. El siguió su camino con paso tranquilo, ella recogió todos sus hilos de colores, y marcho a palacio. Una gran tormenta se desató, la nubes se pusieron muy negras, algún rayo que otro se iluminaba en el cielo, ella miraba desde la ventana, cuando volvió a ver de nuevo a lo lejos al caballero. Sus pensamientos revolotearon como parajillos encima de su cabeza, tenía dudas, no sabía nada de él, y tampoco sabía porque pensaba en él. Pasaron los días, y se volvieron a ver. Aquel mercadillo medieval los volvió a juntar. La princesa se acercó a ver lápices de colores, y allí estaba el “su caballero” El mismo se los mostró, e incluso se los regaló. Ella ruborizada, no sabía porque, el –Dijo, sé que los utilizara, sabiendo que yo te los regalé. La princesa en ese mismo momento, supo las dudas de sus pensamientos. Sintiendo en su estómago la mariposa, que ella misma aquella tarde bordo.

MAY123 LA PRINCESA DE LABIOS APAGADOS, de Calamanda Nevado Cerro

Aún no había anochecido cuando Irene decidió no dejar de sentirse princesa. Estremeciéndose le descubrió que no la tendría más; ni sería la reina de su casa; suspirosa le devolvió la llave. y recitó…

—No necesito tu coche gris plata, tampoco este triste apartamento de mármol vigilado por ti. Deseo sentir el reflejo del sol, aguardar el metro, y encontrarme con mis amigos. Cerrada la puerta, buscó la proximidad de sus padres para contarles. 
—Me disgusta su parecer y como me exhibe ¿Decidme, debo querer un hombre así? 
—Calla, calla, cielo—, dijo su madre querida, —él te ama.
— ¿Pensáis alguna vez qué hago con mi vida; cómo se marchita mi juventud? Podéis ver que no río.
Y parlanchina su mamá le habló de cosas banales, viajes, diamantes, perlas, y cruceros sobre el mar; con ese estribillo se alejó hasta la cocina ¡Ay!, antaño la pobre princesa fue prisionera de esta adorada carcelera, más brillante que ella, de la que intentó volar. Envuelta en pena, sostuvo su desencantado clamor… 
—Si aceptará mis limitaciones, y me amara papá; pero es un pavo real; no es mi príncipe, solo desea ser mi soberano. Su padre encendido por sus circunstancias si la abrazó.

MAY122. LA CELDA, de Tíndaro del Val

Fue todo demasiado típico, como el guión de una película que ya has visto. Nos conocimos hace hoy veinte años, cuando él paró su motocicleta en el arcén de la autovía. Le dije que no sabía cambiar la rueda y me ayudó. Tenía unos ojos preciosos. Yo ese mismo día estrenaba vestido y acababa de cortarme el pelo, pero no se lo conté. Me invitó a cenar y me enamoré. Nos casamos al cabo de unos meses. Vivimos en una casa grande, para los niños casi un castillo. Con el tiempo he descubierto que tiene celdas que nadie más conoce. Cada aniversario me encierro en una de ellas y, envuelta en un ovillo de remordimiento, lloro en silencio. Me siento una farsante, una intrusa del destino. No soy la princesa de ningún cuento. Sigo siendo la misma chica que cambió de nombre hace ya veinte años. La que no paraba de temblar al ver al policía pararse junto a mi coche. Y mi cuento se difuma cada vez que imagino a mi marido llevando su mano a la culata de la pistola, mientras me pregunta qué hay debajo de la manchada lona del maletero.

GRACIAS POR LLEVAR ENTC A LA MICROQUEDADA DE MADRID

LÍNEA DELANTERA: Xavier Blanco, David Vivancos, Esperanza Temprano, Maria Jose Abia, Raúl Ariza, Mercedes Daza, Nacho Rubio, Mar González, Mei Morán, Esther Nievas. LINEA DE ATRÁS: Fernando Martínez, Mónica Sempere, Jose Luís Puntas, Paloma Hidalgo, Rubén Rojas, Javier Ximens, Elena Casero, Helga Martínez, Marta López (Claudia Ravello), Miguel Ángel Page, Amparo Martínez, Elisa Bryoa, Miguelángel Flores, Fortunata Pérez, Purificación Menaya y Belén Molina… y los que estaban con el cigarrillo o en amistosa charla
CLICKAD LA FOTO PARA VERLA MEJOR
Tengo que reconocer que ayer por la noche viví uno de los momentos más emocionantes de este proyecto al encontrarme esta foto. Siempre intento recordar que detrás de cada «nombre del participante» hay una persona en carne y alma: la frialdad del teclado, a veces, nos lleva a olvidarlo. ENTC comenzó siendo un concurso de relatos, pero cada día se va asentando como una reunión de apasionados por la lectura y la escritura, con todo lo magnífico y lo complejo que eso supone.
No me enrollaré más. Queríamos estar en esa Microquedada de Madrid para poder encarnar muchos de esos cachitos que formáis ENTC (me lo impidió un compromiso anterior que no fui capaz de desmontar) pero ese espíritu común tomó forma en el momento de esta foto. El gesto de hacernos presentes en la distancia es un enorme orgullo y un gran estímulo para mantener la faena diaria. 
Muchas gracias a todas, a todos un abrazo muy grande.
(me váis a tener que ayudar a poner los nombres en su sitio porque no os conozco y por las pistas de facebook no he conseguido cuadrar a todo al personal)

MAY121. ÚLTIMAS CORTESÍAS, de Gabriel Bevilaqua

El hombre arrojó una palada de tierra y recién entonces se dio cuenta de que la mujer conservaba los ojos abiertos. Sin pensarlo, clavó la pala en el suelo y descendió al pozo. Una, dos, tres veces, pasó su mano derecha por aquellos ojos que, en otras tantas ocasiones, volvieron a abrirse. Bufó. Durante veinte años ella nunca le había dado el brazo a torcer, y pese a las limitaciones de su nueva circunstancia, parecía dispuesta a seguir con su costumbre. El hombre, incapaz de resignarse a esta última derrota por pequeña que fuese, salió de la fosa raudamente. Tras desordenar media casa, regresó con el pegamento que su mujer le había encargado comprar. Leyó el prospecto, le cerró los ojos y, manteniéndolos apretados, los colmó de adhesivo. Cinco minutos después, al retirar la mano, la mujer volvió a abrir los ojos con el añadido de que se clavaron, viva e intensamente, en los suyos. El hombre profirió un alarido al tiempo que una palada de tierra golpeaba su rostro. Pensó que era eso lo que súbitamente le vedaba la visión, pero, tras recibir una segunda palada, la mujer dijo:

—Yo tampoco quería que te entrase tierra en los ojos.

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