Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

ANIMALES

Un relato con menos de 200 palabras inspirado en ANIMALES

Bienvenid@s a ENTC 2025 Comenzamos nuestro 15º AÑO de concurso. Este año hemos dejado que sean nuestros participantes los que nos ofrezcan los temas inspiradores, y el 5º de este año serán LOS ANIMALES. Y recuerda que el criterio no debe ser poner menos palabras sino no poner palabras de más. Bienvenid@
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Esta convocatoria finalizará el próximo
15 de AGOSTO

Relatos

MAR82. NECESIDADES CUBIERTAS, de Arturo Fraga Salazar

 «… de 2084. Temperatura 12º. Llueve. Terapia a las diez. Faltan cincuenta minutos…»
El tiempo justo para ducharme, desayunar y vestirme. «Falta de hierro, potasio y magnesio. Colesterol alto.» Oigo a la máquina mientras me acabo de desnudar. Extiendo la mano hacia la abertura en la que se han deslizado los medicamentos y el vaso de agua al efecto. Me los trago sin pensar.
Maldigo los días de lluvia porque siempre me pongo melancólico. Rememoro viejos tiempos. Salgo con el chubasquero y camino. No me apetece ir a terapia. Al pasar por una estrecha callejuela veo a una mujer que me mira directamente a los ojos incitándome… ¿Una nostálgica como yo?
No pierdo nada por acercarme. No me equivoqué. Al llegar a su lado me toma la mano y me lanza un guiño. El bulto de mi pantalón crece por momentos. Hoy no necesitaré terapia. Tendré sexo natural, como antes. Detrás de un contenedor, me abre la bragueta mientras le subo las faldas. Como animales deseosos de sexo nada más nos dejamos ir. Al terminar, sonrío.
─Hoy no necesitaré terapia. Soy adicto al sexo.
─Yo tampoco ─responde ella. Soy una psicópata asesina y disfruto matando tras el coito, cariño.

INSPIRACIÓN… VIGILADA


El incidente no había durado más de medio minuto. Era un hábito adquirido por instinto ocultar los sentimientos, y además, cuando ocurrió aquello, se hallaban exactamente delante de una telepantalla. Sin embargo, a Winston le había sido muy difícil no traicionarse y manifestar una sorpresa momentánea, pues en los dos o tres segundos en que ayudó a la joven a levantarse, ésta le había deslizado algo en la mano. Evidentemente, lo había hecho a propósito. Era un pequeño papel doblado. Al pasar por la puerta de los lavabos, se lo metió en el bolsillo. 

Mientras estuvo en el urinario, se las arregló para desdoblarlo dentro del bolsillo. Desde luego, tenía que haber algún mensaje en ese papel. Estuvo tentado de entrar en uno de los waters y leerlo allí. Pero eso habría sido una locura. En ningún sitio vigilaban las telepantallas con más interés que en los retretes.
George Orwell, 1984. 

MAR81. RUMBO A LAS ESTRELLAS, de Asun Gárate Iguarán

El hombre mira por la ventanilla y siente una mezcla de rabia y tristeza.
Pronto comenzará la destrucción de la Tierra: los mares se desbordarán arrasando pueblos y ciudades; incontables terremotos abrirán grietas vertiginosas, precipicios sin fondo; soplarán huracanes capaces de llevarse bosques enteros; largas sequías transformarán campos en desiertos; lluvias incesantes cubrirán las montañas más altas; día y noche se confundirán; plagas, enfermedades, se propagarán por todos los rincones… Muchísimas personas decidirán suicidarse. La Vida se extinguirá.
Un feroz rugido le hace volver la cabeza. El tigre de Bengala recorre su jaula mostrando colmillos, lanzando zarpazos entre los barrotes.
Los demás animales parecen tranquilos. Juegan los chimpancés. Pasean los camellos. Rumian vacas, ovejas y cabras. Saltan los delfines. Ponen huevos las gallinas. Sacuden las crines los caballos. Vuelan las golondrinas.
El hombre abraza a la mujer que lo acompaña. Mientras la nave atraviesa la atmósfera ambos permanecen en silencio, viendo empequeñecerse la Tierra hasta convertirse en una perla azul. Cuando alcanzan el espacio exterior, ella dice: «Encontraremos un nuevo hogar«. Y se acuestan uno al lado del otro.
De las ramas del olivo surge una alegre mariposa. Revolotea anaranjada y se posa en el abultado vientre de la mujer.

MAR80-A. UNA TRISTE REALIDAD, de Francisco J. Sánchez Mira

Julia andaba de forma pausada, sin prisas, parecía pensativa y triste, las manos sobre el pecho, en sus labios, en apenas un susurro, una oración. Realmente, pensaba, no tenía una necesidad imperiosa por llegar. ¿Para qué correr si en definitiva siempre iba a ser lo mismo? Además, desde donde estaba veía perfectamente que seguía sin haber acuerdo, no parecía que se fuese a solucionar en ese día del año 2084 ¿Y en qué se había cambiado? Tenía setenta y ocho años, cincuenta y tres desde que llegó a la congregación. ¡Y nada había cambiado! Una pesarosa mirada a la vieja chimenea de la Capilla Sixtina la devuelve a la realidad, es un hecho, el mundo… tiene otro PAPA.

MAR79. VERNE-VISION, de María Elejoste Larrucea

Rosario, México, 23 de Mayo de 2084. Hoy, a petición de mi padre comienzo este diario. Esta tarde nos ha desvelado lo que lleva tanto tiempo ocultándonos. Es el mayor estudioso de la obra de Julio Verne y de niño me fascinaba los cuentos con los que nos sumergía dentro del Nautilus. De joven cuando dimos la vuelta al mundo en 80 días, y luego en 80 horas, y en 80 minutos… qué locura… Y claro, al cumplir los 18 que nos llevó de fiesta sorpresa a la Luna… Cuando descubrieron la entrada al centro de la tierra todo cambió. Musitaba que solo faltaba uno, solo uno. Se encerró durante un año interminable en su despacho con cientos de ordenadores simulando Dios sabe qué… Después se emperró en que aprendiésemos supervivencia extrema, a plantar semillas, a navegar, en fin, cosas del siglo pasado. Al principio fue divertido, pero el día que insistió en venirse a México y comprar un barco, pensamos que el pobre no estaba bien… Hoy me ha demostrado que mañana se cumple la predicción. Hemos dudado sobre cómo bautizar al navío: unos decían Adán, otros Noé, papá insistía en Verne. Al final todos hemos aceptado “eternidad”.

MAR78. REVELACIONES, de Ana Fúster

Tras haber visto una antiquísima película de finales del siglo veinte y haber releído unos artículos publicados en prensa en el ya remoto 2012, el ingeniero de realidad virtual Juan Mukanda Yu había retomado la hipótesis de trabajo, largo tiempo olvidada, de que lo que llamamos mundo es una simulación informática. Aquella noche de otoño de 2084, iluminado por la leve fosforescencia de su multipantalla 3D, que flotaba como un planeta azul y translúcido frente a sus ojos, logró aislar la secuencia primigenia de comandos de la que emanaba todo, y tuvo la certeza de que Dios había sido un ingeniero informático. Bastante chapucero, por cierto.

RELATO FUERA DE CONCURSO, YA QUE SU AUTORA ES JURADO ESTE MES

MAR77. EL SALMO, de Jone Miren

Estaba desesperado. Tenía una crisis de identidad aguda. De repente se vio inmerso en un mundo tan desconocido como solitario y entro a formar parte de esa comunidad tan desprestigiada llamada soledad. La vida ya no era la misma, la ciudad ya no era la misma. Todo había cambiado abruptamente. Es el daño colateral que conlleva el haberse olvidado del código pin. Sin ese código, ninguna puerta se abriría ante él. Sus amigos sólo existían detrás de esos cuatro dígitos que no podía recordar. Era imposible comunicarse con nadie, su campo estaba desierto, lo había perdido todo. Intentó recordar las palabras exactas que decía su madre cuando no encontraba las llaves de casa. Era algo así como una plegaria, una invocación. Se arrodillaba, juntaba sus manos, cerraba los ojos y musitaba palabras fervorosas. Él se reía al verla en ese estado reflexivo y místico. Le resultaba extraño y hasta casi tonto, pero la realidad es que las llaves siempre aparecían. Así que hizo lo mismo, se puso de rodillas, abrió el viejo misal de su madre y leyó el salmo 2084.

MAR76. (sin título), de Marcos Santander Llona

Estábamos a punto de celebrar cien años desde la Gran Inversión. A 1985 le quedaban pocas fechas en sus adentros, e íbamos a iniciar 1984, origen y previsible final del periodo conocido como Gran Hermandad que los bisabuelos de nuestros tatarabuelos habían desarrollado para bienestar, orden y mejor estructura de aquel caos que decían había reinado en la casi totalidad del siglo XX.1

En los primeros años de aquel periodo hubo de soportarse movimientos contrarios a la Fundación y luchas que, afortunadamente, fueron neutralizadas a pocos años del inicio. A partir de dicha acción se vivió un perfecto, agradable y próspero segundo periodo que constituyó el núcleo central de aquella era prodigiosa. La población prole no había conocido nada mejor desde hacía muchos años. Únicamente, desde apenas diez años, habían comenzado movimientos contrarios a la Gran Hermandad que reivindicaban particiones en las tres vastas zonas en las que se dividía la Tierra, propugnando entrada en otros diferentes periodos de organización social propios del primer paso, ascendente, del siglo XX.

En cuestión de pocos años más entraríamos en aquel periodo que, a decir de los intelectuales proletarios del mundo, habría sido el tiempo de mayor abundancia de ideas distintas y de caos.

MAR74. PESADILLA, de Andrés Rodríguez Gimeno

Ángela se sobresaltó. Abrió los ojos y rápidamente dirigió su mirada a su marido; observó cómo, ajeno a su desvelo, dormía plácidamente. Le dio un beso y lo abrazó. Se secó el sudor de la frente y suspiró : «Vaya bobada, cómo iba a acuchillarlo, con lo que le quiero«; tan sólo había sido un mal sueño…otra vez más. Ángela se relajó y se durmió

Al rato, de nuevo se despertó. Como las últimas noches, la pesadilla se le repetía. Agitada y con la boca seca, Ángela encendió la luz de la lamparilla y se tomó un vaso de agua, que habitualmente tenía sobre la mesilla. Fue entonces cuando, aterrada, vio un cuchillo en el pecho de su esposo y sus propias manos ensangrentadas. Se esforzó por poder despertarse de esa horrible y recurrente pesadilla , que no paraba de atormentarla. Pero esta vez le resultó imposible: Ya lo estaba.

MAR73. MEDICACION PARA LA VEJEZ, de Claudia Elcira Díaz

Tengo en mis manos una carpeta que era de mi padre, el fue medico. Cuando fallecio yo guarde todos sus papeles. Pero con el tiempo yo tambien me recibi de medico. Entonces mi curiosidad fue mirar sus papeles de medicina que a lo mejor habia algo interesante que me podria ayudar a mi.
¡Asi fue!…en uno de ellos dice del ser humano 2084 que pudiera valerse por si solo en su vejez, me parecio hasta gracioso, pero… en una parte de este escrito me emocione y mis lagrimas corrian por mi rostro como si tuviera un rio que parecia inundar hasta mi cuerpo. Esta emocion se debe porque en este escrito queria inventar una medicacion que pudiera resolverse este problema. Segui leyendo…y que habia muchos que no tenian paciencia para atender a los ancianos y otros si, y salvarlos de esto. Pero esto quedo asi, inconcluso, porque el fallecio. ¡Pero ahora!…¡estoy yo!.. para resolverlo.Espero tener un resultado satisfactorio,y si no se logra,les voy a pedir a todos que tengamos paciencia y coloquemos nuestro amor porque todos vamos a llegar a ser ancianos, si la vida no se termina antes de lo pensado.

MAR72. PUNTO ROSA TRES-DÉ, de Nieves Martinez Menaya

El vapor de la prisa se expande como una nube incierta que penetra en un desierto de miradas. Tokyo. 2084. Avenida 714 con la 62. Procesiones ingentes de silencios deambulando sin destino aparente transitan como hormigas perdidas con párpados cansados que apenas se sostienen. Sólo el tren que vomita los despierta con su canto marchito anunciando paradas. El neón, exultante, te invita desde el cielo con gestos y promesas. Y tú accedes.

He olvidado mi nombre y ya no sé del olor de la carne. Hoy necesito recordarme en mi cuerpo y llevo unas monedas. Busco una de esas cabinas rosas y voy al Menú Opciones : “Sudor I , sudor II , sudor III…. satén, seda, algodón….” En las Sex- Point hay más gente esperando, pero hoy no tengo tiempo.
Vuelvo a casa algo más relajado. Ese abrazo virtual “ Algodón, lavanda, nuca, 3 minutos…”,
me ha hecho recordar esa boca almendrada que se cruza conmigo en la oficina.
Esta noche , los “Reponedores de Fluidos” tienen mucho trabajo; mañana es sábado y habrá mayor demanda, aseguran. Volveré. Con más tiempo, sin duda

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