Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

SCHADENFREUDE

Un relato con menos de 200 palabras inspirado en el tema que te proponemos

Bienvenid@s a ENTC 2024 Este año, la inspiración llega a través de conceptos curiosos de otras lenguas del mundo. El tema de esta tercera propuesta es el término alemán SCHADENFREUDE, que viene a significar la "alegría por el mal ajeno" Y recuerda que el criterio no debe ser poner menos palabras sino no poner palabras de más. Bienvenid@
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Esta convocatoria finalizará el próximo
15 de MAYO

Relatos

OCT02. ESOS MÁGICOS MOMENTOS, de Gloria Arcos Lado

Tres eran las estrellas que lucían más en esa luminosa noche de otoño sobre la bóveda celeste.
  Pero no era eso lo que atraía  más al pequeño, cuando miraba al firmamento, tumbado sobre el fresco  césped del  jardín.
   Lo que más brillaba para él eran  esos gratos momentos, mientras hablaba en voz queda y compartía confidencias con su padre.
    En esos instantes los dos temían  que el ruido de sus voces hiciera desaparecer  esos mágicos momentos, en los que los dos se sentían  en comunión, muy cercanos el uno del otro.
    El pequeño se sentía el más feliz del mundo mientras su padre le hablaba de la  Luna, las constelaciones, los meteoritos, o de que quizás en lejanos  mundos,  existía vida.
   Entonces se sentía transportado a esos lugares lejanos, más allá del  infinito, y sólo deseaba que esos instantes  no terminaran nunca.

OCT01. LA PAUSA, de Juan Antonio Morán


Después de que sus dos hijas se marchasen de casa y que su marido buscase una carne más joven, la emoción de vivir apenas llegaba a la búsqueda, cada noche, de las tres estrellas del cinturón de Orión en invierno, o la cruz perfecta de la constelación del cisne durante el estío.
Fue la soledad de las estrellas la que le dictó su natural facilidad para la paciencia y el cariño. Apenas hizo un par de ensayos antes de elegir definitivamente una misión: paseaba por los parques de la ciudad en busca de viajeros o desorientados, les cocinaba y escuchaba, les ofrecía remedios caseros y les invitaba a que se acostaran con ella antes de irse. Llevaba diez meses haciendo esto con asiduidad y sin obstinación. Pensaba que siempre fue una buena madre y una buena esposa y que nadie la superaría en esmero y atención.
Había sido descubierta por la desgracia de que el azar eligiese un indeseable que le había robado el dinero con violencia. Su hija mayor, indignada, le reprochaba el sinsentido de su comportamiento; pero ella le respondía señalando un viejo reloj de pared.
-Te parecerá parado, pero dos veces al día da la hora exacta.

EN OCTUBRE… MIRAMOS LAS ESTRELLAS

Comenzamos el mes de octubre mirando a lo más alto y buscando allí la explicación de lo que ocurre aquí abajo. Los números no importan porque son confusos, y si miras al cielo en la noche, puede ser una, pueden ser tres estrellas o puede ser una nebulosa de millones con una sola luz… Mira hacia arriba y busca ahí alguna respuesta… ya solo te faltará … encontrar la pregunta.
Durante el mes de octubre,  ENTC te invita a que con menos de 200 palabras… seas capaz de describirnos la historia que te dicten las estrellas…

MARAVILLOSA TARDE EN SANTANDER

La de ayer fue una tarde muy especial.
Tal vez la palabra  que pueda resumir este primer encuentro ENTC haya sido … ilusión.
A los pocos minutos de reunirnos teníamos la sensación de conocernos desde mucho tiempo atrás. Compartíamos un vínculo común: el placer de recrear nuestros propios mundos y saber compartirlos con otros universos distintos. Aunque fue una cita a ciegas de perfectos desconocidos, parecía una reunión de colegas, de socios, de amigos de toda la vida… Susana Revuelta, Begoña Heredia, María Elejoste, Ginette Gilard, Paloma Casado, Jesús Alfonso Lavín por parte de los escritores;  Rosa Sáez, Mari Carmen Cobo y JAMS por parte de los organizadores y el jurado… y unos cuantos amigos y acompañantes más que quisieron unirse al encuentro.
Todos cumplieron con lo solicitado y trajeron sus relatos acerca del tema cita a ciegas (podréis leerlos la próxima semana), con la sorpresa de que una de las acompañantes, Inma,  tuvo a bien escribirnos unas palabras de recibimiento, y cuando estábamos a punto de comenzar la lectura…
-Es usted “James” –dijo la camarera- Me han dado este sobre para usted…
Lo abrimos y era el relato de Kistila, que, aunque no había podido venir, quería estar presente con su aportación sorpresa. Leímos todas las historias, y salvo la de Jesús (que adivinamos enseguida por su particular estilo) las demás nos dejaron bastante perdidos respecto a sus autores. Unas cuantas cábalas por aquí y por allí, y Ginette nos mostró sus dotes de gran investigadora  terminando de adjudicar a cada un@ su papel.
Después un poco de deporte nacional comentando algunas anécdotas, nuestros autores de ENTC favoritos, algunos comentarios recibidos, el misterio que creemos que guardan alguno de los escritores con los que compartimos espacio…  Se nos pasó el tiempo en un suspiro. Ya estuvimos buscando fechas para una segunda convocatoria en Navidades…
Por ahí hemos podido leer una propuesta de una quedada en el sur del país… si la hacéis decídnoslo porque, tras la experiencia, alguno del norte nos apuntamos¡¡¡

SEP148. COSECHA, de Antonia Garcia Lago

Abrió la puerta y se adentró en  el jardín. Fue recolectando translúcidas uvas dulces,  fragantes naranjas, higos de almíbar, moradas brevas, acorazadas granadas, mutantes albérchigos, laberínticas nueces ,  escarchadas sandias,  verdes rosarios de habas, ambarinos piñones , la fruta líquida de las ubres, la madurez de otoño del vino…
Cuando cerró  “ Platero y yo”  las palabras  seguían perfumando la habitación.

 Blog = estimemlaparaula

SEP147. GRAVEDAD, de María José Abia Sainz

No le hizo falta terminar de leer el informe para darse cuenta de que su vida pendía de un hilo. El papel se le escurrió de las manos, como pájaro de mal agüero que huye tras haber cumplido la ingrata misión para la que fue creado.
Dos lágrimas, precursoras de un incontrolable llanto, comenzaron a rodar por sus mejillas. Estaba asustada. Con el alma en vilo, como fruta madura a punto de estrellarse contra el suelo.

 http://tampocotengoprisa.blogspot.com.es/

SEP146. UVA DE MARZO, de Monica Ballare

Yo solía decir, en mi convicción más plena, que no había uva más sabrosa que la de Cafayate. Eso fue antes de la maduración de la pintura de Lina.
  Mi amiga pinta unos cuadros realistas exquisitos. En la pared más importante de nuestra casa tenemos una muestra de ello. Son unas tinajas de barro que nacieron a mi pedido. Toda la composición es de colores tierras a excepción de un racimo esmeraldino que ella agregó por su cuenta. La luz de esa pintura siempre me hechizó y suelo contemplarla por tiempos prolongados.
  Fue en marzo, noté que las uvas pintadas habían adquirido volumen, brillo y fragancia. Sin pensar estiré la mano, tomé una y la llevé a la boca. Después fue una segunda. Más tarde ya no sé. Permanecí  enajenada por la delicia de sensaciones que se producía en mi paladar mientras saboreaba sin apuro. Al mismo tiempo, sorprendida, me encontraba que otras uvas ocupaban el lugar de las que yo comía.
  “Dulces como uva de marzo”, como establece el dicho popular, y más,  el valle de Cafayate y un torrontés en cada una.

 http://blogsdelagente.com/decimequetecuento/

SEP145. ALINEADA, de Mercedes C. Velázquez Manuel

-“No emplees toda la mano, Lucía. Apenas pálpala con tus tres dedos. No tires de ella bruscamente. Vas dándole la vuelta lentamente y poquito a poco con el dedo gordo, el índice y el del medio hasta que el pezón vaya cediendo. Entonces se desgajará de la rama como fruta madura” –
Lucía había aprendido, desde su niñez, a coger las ciruelas del árbol delicadamente, casi acariciándolas. –“Sin despezonar”- cómo decía su abuela  -“No hay que arrancarles el rabillo, ni tampoco debes quitarles  el polvillo fino que las cubre. Una fruta manoseada y despezonada no es fruta fácil de vender al intermediario y tampoco es muy agradable para ponerla en el frutero a la mesa”-
Ahora, frente al viejo y retorcido ciruelo negro, enmarañado de zarzales silvestres y que se alongaba a la vera del barranco, Lucía vuelve a sentir la necesidad de volver a recoger la fruta, experimentando la misma pulsión que, desde siempre, le había llegado a modo de ráfagas momentáneas como si de un mensaje exotérico se tratara. Por más que quisiera negarlo en su interior, Lucía seguía alineada con la naturaleza.

 http://yotanci.blogspot.com.es/

SEP144. COSECHAS, de Antonia Toscano López

No era aún el tiempo. No. Observaba desde aquel recuadro enmarcado por las lilas sus sencillas formas, como las pequeñas bolitas verdes que luego se abrirían en centenares de afrodisíacas flores, cuya aroma envolvía la promesa de su balanceo.
¡Cuántos días acudió a su atalaya para ver el proceso milagroso ante sus ojos! Aquellas largas líneas rectas que se alargaban en su sombra sobre el camino de tierra húmedo o seco, cubierto de hojas o de pétalos o de volutas de polvo diseñadas por el viento, se fueron transformando en arabescos, desde la suave curva de sus pasos pequeños, hasta las voluptuosas olas de la seda dibujando los trazos de su dorado equilibrio rompiendo el silencio con el murmullo del roce del rítmico movimiento en el aire de sus perfumados cabellos.
Fue sólo una niña, que pasó el primer día como un blanco velero en la lejanía, ahora, como fruto maduro, en plena lozanía, le ofrece sus labios. Ahora es el momento. También para el amor ha llegado el día.

 antoniatoscanolopez.blogspot.com

SEP143. UNA MIRADA DE HIGOS A BREVAS, de Amparo Bárcena

Se sentía como fruta madura: almibarada y jugosa.
El aroma que desprendía, y que creyó serviría de reclamo, parecía no ser suficiente para ser admirada por quien anhelaba. De cuando en cuando él le dedicaba una mirada esquiva. Nada más.
La competencia en aquel espacio aumentaba mientras sus esperanzas se esfumaban. -¿Qué será de mí?- solía preguntarse cuando una compañera nueva era incorporada a aquel grupo variopinto.
La que ayer fuese la más bonita, al sentirse ignorada  -aparentemente él no reparaba en ella- reaccionaba arrugándose. El tiempo no pasa en balde para nadie y perder la lozanía le dolía profundamente.
Su fin estaba próximo e intuía que tenía las horas contadas. Aunque procuraba no perder la esperanza, su momento parecía no llegar nunca. Sin embargo, hoy, cuando ya se daba por perdida, él la ha mirado a través del cristal de una manera distinta: con ganas, con deseo. Tras separarla cuidadosamente del resto, la ha tomado entre sus manos y, al acercarla a sus labios,  ha percibido cómo se estremecían los huesecillos de ésa que siempre estuvo ahí, esperándole. Ella, agradecida y acuosa, – ¡al fin juntos!- ha pensado-, en ese íntimo contacto, se ha derretido en su boca.

 http://lamedores.wordpress.com/  (Lindasta07)

SEP142. ARREPENTIMIENTO, de Anais Moutsanas Carela

Un engrudo de venas latientes estaba tan ciego que no tuvo tiempo ni de saber que una luz lo estaba apuntando. No forcejeó cuando una púa gigantesca destrozó su pierna derecha y luego unas pinzas se la llevaron. Afortunadamente, aún no había desarrollado la conciencia. Tampoco hizo nada cuando más púas y demás enemigos rasparon su guarida uterina. No movió ni uno de sus inacabados dedos mientras se notaba desaparecer a cachos.
De pronto podía ver. Estaba sobrevolando un cuarto lleno de personas serias. Era inmaterial. Observó que su anterior cuerpo descansaba en una cubeta, hecho pedazos, sobre el que reventaban burbujas sanguinolentas. Antes había sido aquella cosa, entendió. Cuando dirigió la mirada hacia la mujer que desfallecía con las piernas abiertas, gritó:
—¡Mami!
De inmediato voló hacia sus pechos, deliciosos como frutas maduras, y succionó el izquierdo con sus labios fantasmales.
—Doctor —oyó que tartamudeaba aquella mujer—, lo noto. Mi bebé. Se está amamantando de mi pecho izquierdo.
El muerto observó que el hombre con sangre hasta los codos miraba a su compañero, vestido con bata como él. Vio que aquel hombre tan serio le alzaba una ceja a su compañero.
—Señorita, ahora no me venga con arrepentimientos.
 http://diariodemadridnymphicus.blogspot.com.es/

SEP141. CAPTURA, de Juan Luis Plaza Gómez

No, mi historia no empieza  en un  frondoso bosque en el que sus árboles están plenos de frutos, tampoco es otoño ni se respira un aire limpio que rejuvenece los pulmones.
El decorado de mi historia es otro: Una habitación, por llamarla de alguna manera, cerrada, sin ventanas, con una tenue luz que emana de una lámpara vieja, pequeña, un colchón  no demasiado usado y un váter claramente instalado para la ocasión. El aire está viciado y en sus paredes retumba el miedo que invade mis pensamientos. Puntualmente recibo tres visitas espaciadas en períodos de tiempo que me sirven para dividir el día en tres etapas, mañana, cuando recibo un vaso de leche  y cuatro galletas, mediodía donde el suculento bocado consiste o en una irreconocible mezcla de verduras con pollo hervido o arroz con otra parte del mismo pollo. Por la noche una clara e insípida sopa completa el menú, todo ello servido en vajilla de plástico para que no me autolesione. Pero es igual, perdí el apetito desde que comprendí que la solución a este encierro caerá como fruta madura. El gobierno no cederá y ellos ofrecerán mi sacrificio para deleite de sus adeptos.

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