Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

FOBIAS

Un relato con menos de 200 palabras inspirado en FOBIAS

Bienvenid@s a ENTC 2025 ya estamos en nuestro 15º AÑO de concurso, y hemos dejado que sean nuestros participantes los que nos ofrezcan los temas inspiradores. En esta ocasión serán LAS FOBIAS. Y recuerda que el criterio no debe ser poner menos palabras sino no poner palabras de más. Bienvenid@
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Esta convocatoria finalizará el próximo
30 DE SEPTIEMBRE

Relatos

FEB158. CAPAS, de Pablo Vázquez Pérez

Enderezó el marco de la obra que decoraba la pared principal del salón. Palpó la pintura, seca. Rozó los trazos con las yemas de sus dedos y llamó al sirviente a viva voz, apoyándose sobre una vara de olivo larga y fina.
El mayordomo caminaba portando una pequeña maleta, dispuesto a huir de la mansión. Un labrador de pelaje claro y ojos amenazantes se interpuso entre el joven y la puerta de entrada, obligándole a retroceder hasta el dueño invidente.
– ¿Óscar, pensabas marcharte sin despedirte de nosotros?
El chico era incapaz de articular una palabra.
– Anda, cuéntame qué ves en el retrato, sin mentiras.
Sobre el cuadro podían percibirse manchas superpuestas fomando un dibujo abstracto. Óscar, atemorizado, tomó aire y dijo
– Señor, sólo veo colores. Son bonitos, parecidos a las formas que se ven al cerrar los ojos tras sentir un fogonazo.
El ciego escuchaba sonriendo mientras el joven se desmayaba y caía al suelo.

– ¡Billeteeees!, por favor muestren sus billetes.
Óscar despertó al grito del revisor. Aturdido, se asomó a la ventana del vagón desde la que miraba desfilar las formas del paisaje como si fuera un lienzo inacabado.

FEB157. LO QUE SIEMPRE ESPERA, de Antonio Toribios

De niño abría el armario y se miraba en el espejo. Le emocionaba ver su figura en sombras reflejada en aquella superficie misteriosa, mientras le envolvía una fragancia espesa, mezcla de espacio cerrado y ropa blanca. Observaba sus ojos más allá del azogue y le invadía la inquietante sensación de estar frente a un extraño.
Pasaron muchos inviernos y el niño, ya hombre, halló otra vida lejos. Trabajó en oficios dispares y tuvo algunos amores; vivió momentos plenos y rachas de amargura. Su rostro se había ido llenado de arrugas y su frente ya no era aquella superficie tersa, como un pergamino aun sin hollar por la escritura.
Una mañana el cartero le trajo un telegrama. Emprendió el viaje sosegado, como quien está esperando una señal para volver. Los días siguientes al funeral apenas paró en casa, la misma en que había pasado la infancia. El día cuarto se dirigió al armario con el aplomo de quien acude a una cita largamente postergada. Abrió la puerta con chirrido y allí estaba. Era el mismo niño, con los mismos ojos y la misma frente, lisa como el mármol de una losa.

FEB156. LO MISMO, de Miguel Jiménez

Suena la campana del tercer despertador y yo sigo, con los ojos del cuerpo clausurados y los del alma, abiertos de par en par, ya sin el refugio de los pliegues gastados de tosco percal, al desamparo de la claridad que comienza a asaltarme a través de la fina piel con vocación de desalojo, buscando aun una excusa para bajarme a un mismo mundo.
Hago intención de nuevo de gastar un mismo día y vuelvo a casa, tras dieciséis horas de arrastrar pies encadenados, argollas de las mismas vacuidades, cadenas de la existencia misma, para encontrar en el viejo almanaque, terriblemente aferrada a su humilde marco, la misma hoja que dejé sobre la mesa al marchar.

UN PUNTAZO…

Me da mucha alegría publicar el éxito de un amigo de ENTC que pasa por aquí menos de lo que a mí, personalmente, me gustaría que lo hiciera, por lo que me gusta lo que hace…
Hoy mismo se ha publicado el fallo del II Concurso de Relatos Punto de libro y su ganador en la categoría de microrrelatos ha sido

JOAQUÍN VALLS
A falta del texto ganador, os invitamos a leer su PARTIDAS INACABADAS que estará en la edición de Esta noche te sueño.

¡¡¡Enhorabuena!!!

FEB155. SIN ARTE NI PARTE, de Mª del Rosario Val Gracia

 Es la última sala, también el último grupo de la tarde, la guía se toma unos instantes ante el cuadro que tiene que explicar…
“Y ahora voy a hablarles de este retrato, cuyo autor fue muy desgraciado… observemos aquí… la intensidad de estos trazos, que expresan su inconformismo con el mundo que le rodea, y a este otro lado… los oscuros círculos, nos revelan la continua pugna con sus adicciones, interesantes estas leves pero continuas líneas rojas que reflejan su desesperación al verse postrado en la silla de ruedas que le acompañará hasta sus últimos días… y hasta aquí, esta visita guiada, muchas gracias por contratar mis servicios, por favor… síganme”.
Detrás del adamascado cortinaje se esconde una pequeña habitación. Esta se abre y sale una mujer con el carrito de la limpieza. Dirigiéndose al único cuadro que hay en la pared, lo descuelga y lo mete en una bolsa de plástico. En su lugar cuelga otro del autor que figura en la chapa, aparece la guía, que como una loca se le encara…
“¡Baldomera!, ¿otra vez el maldito niño del “segurata”?, el día que nos pillen nos despiden, ¡fijo que nos despiden!”

FEB154. EL RECORDATORIO, de Julio Olmos de Prada

El retrato fotográfico materno-filial me describe reservado y yerto sobre el regazo de mi mamá.
Mientras mamá sostiene una sonrisa esquiva y trágica en los labios – activados por un carmín aplicado sin medida sobre la instantánea -, yo me observo abotonado y bien atado. Acicalado y vestido con las ropas de domingo calco ser un niño bueno. El pelo atusado y vivo por la gomina, los pómulos arrebolados por los retoques. En el anular, el sello que me regaló mamá por mi Primera Comunión, y bajo las manos cruzadas, semioculto, el regalo de Padre, la navaja de monte que tanto insistí que me obsequiara por mi doceavo cumpleaños.
Hoy Padre cabizbajo y sosteniendo el recordatorio, no deja de preguntarse qué ocurrió… Nunca imaginará que odiaba compartir a Mi Mamá.

PLANISFERIO CELESTE, de Ana Fúster

Desde que ella murió los demonios habían hecho nido en él y cada noche aullaban y le desgarraban el corazón a zarpazos. Se hizo a la mar en un intento de no volverse loco, pero cuando oscurecía el fragor de las bestias crecía en intensidad hasta hacerse insoportable. En una de sus dolorosas vigilias halló entre sus pertrechos un planisferio celeste. Por distraer sus insomnios, comenzó a marcar en la carta estelar las estrellas visibles noche tras noche, fue aprendiendo sus nombres, a orientarse por ellas y, sobre todo, qué hacía a cada cual singular y única: esta brillaba con fulgor inusitado, aquella emitía ocasionales destellos azules, la otra titilaba con regularidad, sin aquella otra el perfil de la constelación cambiaría sin remedio…
La primera vez que tocó tierra, sentado sobre las arenas de la playa a la luz danzante de una hoguera, el navegante contó cuántas estrellas había marcado. Le costó creer que eran 1197, boreales, australes, todas diferentes, todas especiales, cada una generosa en haberle brindado su luz y su guía, cada una parte imprescindible del paisaje que configuraba el firmamento. Y se dio cuenta de que los demonios hacía tiempo que habían callado. 


Dedicado a las 1197 estrellas que han brillado en esta bitácora en 2012 y a nuestra Estrella Polar particular, que nos ayuda a no perder el norte.

FEB153. NO DEBES RETRATAR EL AIRE, de Rosa Molina López

Al finalizar el libro de Dorian Gray deseé, no un retrato, sino una novela que me inmortalizara. Rozando el delirio culminé una obra que obtuvo una crítica unánime: era perfecta, el canon de belleza. Pero la fama y los vicios disolvieron mi cordura y la vanidad no me permitió advertir que mi obra solo gustaba a los críticos. Y, arruinado, abandoné un arte tan bello como inútil.

Meses después, en la cola del paro, comprendí que la belleza, por sí sola, es como retratar el aire, la nada. Y di un giro a mi vida: decidí escribir retratos de personas ocupadas en vivir, sin escatimar nada a la Historia, sin necesidad de sembrar preguntas. Volví a casa, afilé el teclado, reencontré la conciencia de las palabras y, en lugar de afiliarme, me hice galdosiano. Publiqué, como episodios nacionales, lo del presidente de mi destartalada escalera, que se fugó tras cobrarnos las derramas; las ruinosas preferentes del sociólogo del parque; el proceso de mi propio desahucio. Mil argumentos cotidianos, mil historias a las que solo añadí signos de puntuación, porque nacían manchadas de tinta. Hoy me han ofrecido un sillón, la eñe minúscula. Increíble.

FEB151. PALETA EN BLANCO Y NEGRO, de Mercedes C. Velázquez Manuel

Poco a poco le fueron sacando diferentes tomas en distintas posturas y en diversas partes de su cuerpo. Que si una radiografía, que si una tomografía axial, un escáner o una gammagrafía. Su cuerpo iba recogiendo el color de la paleta que ofrecía las distintas radiaciones ionizantes que la física nuclear ofrecía. Otras veces le aplicaron el color del diagnóstico por imagen que no utilizaba las anteriores radiaciones, como la resonancia magnética o la ecografía.
En cada uno de los casos le fueron sacando, uno tras otro, una gran variedad de retratos. No creo que por esta razón su alma menguara, pero lo que no pudieron sacarle nunca fue su enfermedad.

FEB150. EL PERFIL OCULTO DE PALOMA, de Isabel Martínez Barquero

Hoy recuerdo las palabras de mi amigo Jaime, antiguo novio de Paloma, aquellas que me susurró en el hospital y que aludían a que ella poseía aureola, pero no como la de los santos, sino negra y amenazante. \»Quien la ve, se encuentra con el demonio, está condenado\», me confío poco antes de morir.
La intensa atención que le presté a Paloma a consecuencia de la muerte de Jaime, consiguió que estrecháramos lazos y desaparecieran de mi mente aprensiones. Era luminosa y encantadora, digna de mi amor y respeto. Sólo tenía una rareza: que no la fotografiara.
Pero hoy he disparado mi máquina sobre su perfil distraído: los auriculares la marginaban de los ruidos exteriores. He contemplado en el visor la toma y no me ha gustado una mancha negra que la envolvía, así que he disparado de nuevo. La mancha seguía allí, nunca en el mismo sitio, pero siempre ciñendo su perfil ignorante, ajustada a su cuerpo como una segunda piel. Ni con el revelado he podido evitar aquella sombra oscura.
Lleno de pánico, recuerdo las palabras de Jaime y huyo a toda prisa mientras un sudor gélido me advierte de que empieza mi cuenta atrás.

CASUALIDAD ?

Me llamaréis loco u obsesivo, pero… 
me diréis que es normal que la misma noche en la que presentamos al ganador del concurso (en el que hay un relato de arqueros) programen en TV al arquero más famoso de la historia de la ficción, Robin Hood (además de ser esta película el modelo sobre el que se ha dibujado la ilustración que muestra el video de nuestro montaje), es pura casualidad…
peeeeeero… y si os digo que el miércoles próximo, última noche del concurso mensual, La Sexta ha programado emitir El Retrato de Dorian Gray… 
¿Cómo te quedas?
Será verdad que solo es una muestra, una advertencia del Gran Hermano al que homenajearemos en el mes próximo, será verdad que estamos vigilados y sólo obedecemos a un plan… a  SU plan…
JA JA JA… PASAD BUENA TARDE…

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