Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

SERENDIPIA

Un relato con menos de 200 palabras inspirado en SERENDIPIA

Bienvenid@s a ENTC 2025 ya estamos en nuestro 15º AÑO de concurso, y hemos dejado que sean nuestros participantes los que nos ofrezcan los temas inspiradores. En esta ocasión serán LA SERENDIPIA. Y recuerda que el criterio no debe ser poner menos palabras sino no poner palabras de más. Bienvenid@
días
1
0
horas
0
4
minutos
3
2
Segundos
4
9
Esta convocatoria finalizará el próximo
15 DE NOVIEMBRE

Relatos

FEB15. CARNAVAL DE CÁDIZ, de Alberto Quiles

 Su retrato está en mi mente, la belleza de sus calles, de su espíritu, de su gente y de su fiesta.
Es un compendio de sensaciones el que llega con Enero y se escenifica en Febrero. Descubres que la distancia te hace añorar con una fuerza casi inhumana las calles llenas de serpentinas, el sonido característico del pito de caña o una buena agrupación ilegal en las calles de Cádiz trimilenaria.
De Marzo a Octubre pude convivir conmigo mismo con todo el cariño de sus agrupaciones en 2012. Fue a partir de Noviembre cuando necesité sentir la pasión de los viñeros, el sonido del 3×4 acompañado de viejos y nuevos copleros, sentir La Caleta en una copla o escuchar pasodobles conjuntados de voces perfectamente engranadas y embelesadoras.
Me mordí las uñas en Diciembre, temblé recordando temas de Antonio Martín, Martínez Ares o Quiñones entre otros y disfruté con aquellas que considero mis chirigotas y que amenizaron mis momentos más difíciles del año consiguiendo sacar más de una sonrisa y carcajada.
Y fue hace un par de semanas cuando el Carnaval comenzó de nuevo con una odisea de papelillos e ilusiones inundando felizmente de nuevo muchos corazones.

FEB14. DORIAN, EL RETRATO, de Ángeles Mora

Podía percibir cualquier cosa a través de sus sentidos multiplicada por diez, pero no llegaba a comprender ninguna, como si la esencia de lo que había sido hasta entonces estuviera englobada en un nuevo orden, totalmente desconocido.

Podía saborear, como siempre, pero su paladar encontraba colores en lugar de sabores. El tacto de sus manos, de toda su piel, detectaba tonalidades en vez de texturas.

Los olores que le llegaban se desgranaban en su cerebro en forma de pigmentos y los sonidos se habían transformado en suaves pinceladas de arte que se confundían con sus poros.

Su vista le reveló la verdad y con los ojos de su intuición, ese sentido intangible, descubrió que lo que una vez fue una persona, ahora flotaba convertida en lienzo.

EL RETRATO DE DORIAN GRAY… EN MINIATURA

Ya comienzan a aparecer otras magníficas ideas alrededor de nuestro homenaje… 
y ésta nos antecede y nos supera en originalidad.
Luisa Hurtado nos descubre un proyecto genial iniciado en 2012 llamado BIBLIOTECA CELSIUS cuyo objetivo consistía en «coger las obras magnas de la literatura mundial y utilizar el alambique para extraer la esencia de los grandes clásicos de la literatura en microrrelato» Los micros, además, debían mantener el inicio y el final de la obra… Y el micro de El retrato de Dorian Gray ya forma parte de esa interesante colección de clasicos jibarizados… 
Mejor leerlos en su lugar de origen… mediante este ENLACE
Gracias Luisa, y enhorabuena…

FEB13. EL ENIGMA, de Nuria Casado Marco

Durante las vacaciones estivales, mi hermano y yo pasábamos un par de días en casa de tía Clara. Nos gustaba su casa y nos gustaba ella. Siempre nos deleitaba con mil historias que nos fascinaban, hasta que ella con una palmada nos devolvía a la realidad.
Las habitaciones, estaban llenas de objetos que la tía había ido acumulando a lo largo de su vida. Pero lo que nunca olvidaremos, era un imponente retrato que presidía el salón, en el que aparecía un apuesto muchacho de mirada triste. Recuerdo que en un par de ocasiones le preguntamos por la identidad del joven, pero comprobamos como se ensombrecía su rostro y aparecía un rictus de dolor en su boca, con lo que rápidamente cambiábamos de tema. Pasaron los años y nos hicimos adultos. Un día recibimos la noticia de la desaparición de Clara, de la que nadie supo darnos pistas, y decidimos presentarnos en su casa. Curiosamente todo estaba como lo recordábamos, pero de repente vi a mi hermano que observaba fijamente el retrato, seguí su mirada y horrorizaba comprobé, como aquel rostro había mudado el semblante, y como detrás de él, una figura desdibujada pero familiar nos sonreía.

FEB12. EL RETRATISTA, de Ginette Gilart

Leonardo no tenía suerte con los encargos de retratos. Casi siempre los clientes salían descontentos. No lo podía evitar, por más que quisiera, su mano y su pincel no paraban hasta dibujar seres deformes , totalmente distintos al modelo.
Un día, se acercó al estudio un hombre con un aspecto deplorable, con un rictus extraño en la cara y una enorme joroba a su espalda. En primer lugar Leonardo se negó a retratarlo; el jorobado insistió diciendo que no se asustaría al ver su retrato, además le pagaría muy bien. Leonardo claudicó, pues la necesidad de dinero era imperiosa, sólo acumulaba deudas.
Desde los primero brochazos, iba tomando forma un ser de luz de una belleza sublime.

Al acabar el retrato, Leonardo miró hacia el jorobado, vio que ese ya no estaba allí; en su lugar un ángel le observaba sonriendo. Se acercó a él y le dijo :” Leonardo, tienes un don, es pintar el interior de las personas. Para que ese don no te perjudique en tu trabajo, te otorgaré otro: el de distinguir la verdad de la mentira; de esa manera cuando alguien venga a encargarte un retrato, de antemano sabrás si aceptarlo o no”.

http://ginettegilart.blogspot.com.es/
 

FEB11. R.I.P., de Beto Monte Ros

Ya no me extraña”, oí que me dijo mientras tomo mi café y observo la luz que se enciende en el teléfono móvil que he dejado sobre la mesa. “Ya ni siquiera me dedicas una mirada, durante algún tiempo estuve tranquila, yo fui todo tu pensamiento. Tu rostro frente al mío evitaba que me desvaneciera en el oscuro túnel donde se pierden las almas que nadie recuerda”. Su tono de reproche laceraba mi conciencia y poniendo a un lado la taza con la aromática bebida, alcé mi cabeza, posé mi mirada en sus grandes y hermosos ojos, caminé hacia ella y descolgué su retrato. Le estampé un último beso y lo coloqué, junto con los otros, en el cajón donde guardo mis secretos. Leo de nuevo el mensaje en el celular: acepto tu oferta, me voy a vivir contigo.

FEB10. AFÁN DE ETERNA JUVENTUD, de Anna Jorba Ricart

Aquel fosforescente cartel “Damos vida a tus años” me llamó la atención. Fue cuando la vi salir. Me pareció una Cabbage Patch Kids, hinchada como un globo a punto de elevarse. Pensé que le habrían asegurado, tras un intenso tratamiento estético, que luciría ojos rasgados, pómulos y labios luminosos, cuello erguido, tetas concupiscentes y culito respingón, para resaltar su belleza.
Sentí pena al verla. Me pareció una patética presa humana, en la espiral sin medida, hacia la ansiada “eterna juventud”.
Estuve a punto de recomendarle al pintor Basil Hallward para que hiciera un pacto, como hice yo, con el diablo, y nunca envejecer.
Recapacité. Para qué iba a desearle tanto mal.
Ella, tarde o temprano moriría por ley de vida, sin embargo yo, desde hacía siglos, atrapado en un cuerpo imperecedero, seguía consumiéndome vivo en la lujuria y corrompido en el vicio y los placeres inmorales.
Me sentí solo, sin familia, sin amigos. En aquel instante quise morir.
Al llegar a casa, apuñalé el retrato y me fui con los míos.

FEB09. EL TESORO MÁS QUERIDO, de Jerónimo Hernández de Castro

Mi primer novio era mexicano. Le gustaba cantarme una ranchera a voz en grito bajo su enorme bigote, cuando me veía a lo lejos: ¡tu retratito lo llevo en mi cartera!
Yo, roja como un tomate, a veces me escabullía sin dirigirle la palabra. Él reía fanfarrón y echaba a correr para reunirse conmigo y decirme aquellas ridículas picardías melosas que sólo recuerdo cuando veo a mi marido en el sofá.

FEB08. LA SUPUESTA INFIDELIDAD DE MAMÁ, de Mayte González-Mozos

Al llegar a casa del cole todas las tardes me encontraba sola. Habían pasado ya años de la ausencia de mi padre, y siempre transcurría un buen rato hasta que mamá llegara del trabajo. Sujeto el pan con chocolate a mi mano, me dedicaba a curiosear rincones prohibitivos de nuestra casa, así descubrí la foto. Casi la rompo de coraje… No lo podía creer: ¡Mamá abrazada a un hombre vestido de soldado! No sé qué sentí en la cabeza… no fui capaz de ver otra cosa que la ofensiva cara de felicidad de mamá retratada en color sepia. Con el berrinche tampoco oí nada. Solo mi corazón que tamborileaba en las sienes y un galope en la garganta. Temblorosa lloré, y apunto estuve de arrugar el retrato poseída por la rabia. De pronto escuché la apacible voz de mamá detrás de mí que dijo: “Está guapo tu padre de uniforme en esa foto ¿verdad?”

FEB07. CUBISMO, de Paloma Casado Marco

Cuando tuve un dinerito ahorrado, decidí comprar un retrato que presidiera mi salón, porque -me dije- el retrato de la señora, da tono a una casa. Me recomendaron a un pintor moderno que se había labrado una reputación. Yo, como no tengo ni idea de arte, acepté la sugerencia y me puse en sus manos. Encima de que me iba a costar un ojo de la cara, me impuso como condición no poder ver la obra hasta que estuviese acabada. “Vale, vale, Picasso” le dije.
Cuando acabó el retrato casi me da un pasmo. De perfil, un ojo estaba por encima del otro, la nariz parecía una berenjena espachurrada y la boca, el pico de un pato. “
-Ese esperpento no se parece nada a mí, le solté.
-No se preocupe, señora, si el retrato no se parece a Vd., Vd. acabará pareciéndose al retrato.
Y se quedó tan ancho.
Digo yo que debía tener visión de futuro, porque después de 15 años y tres operaciones de estética, todo el que viene a casa comenta: “Hija, Belén, hay que reconocer que el pintor ese te supo coger muy bien el aire”.

Blog = cantabriaendoslatidos

FEB06. RETRATO DE UNO MISMO ESCRITO PARA UNO MISMO, de Marga González Acinas

Fui, seguramente, alguien radicalmente distinto a quien me hubiera gustado ser y absolutamente diferente a quien vosotros creísteis que era.
Pero la vida es así y no nos queda otro remedio que trenzarla con los mimbres de los que disponemos, alejándonos paulatinamente de nuestros sueños y deseos.
Ahora que pretendo resumir, puedo decir que me sentí un par de veces como una heroína y algunas más como una miserable, pero el resto del tiempo, casi todo el tiempo, “fui” sin complicarme mucho más.
Y no sabiendo ahora definir en lo que el tiempo me ha convertido, puedo hablaros de mi única certeza; vivir lo es todo, no hay tiempo que perder.

FEB05. DUDA, de Juan H. García-Zeballos

«-¿Quién es ése del retrato?\»- Se preguntaba Josefa al mirar insistentemente cada tarde luego de merendar, un pequeño rectángulo de madera colgado en la pared que exhibía la foto en blanco y negro de un apuesto joven.
«-¿Será alguien de la familia? ¿Un amigo especial? – Meditaba la niña.
Interrogantes con una respuesta concreta pero esquiva para quien la aguardaba, ya que ni su madre ni sus abuelos, querían siquiera mencionar el tema.
Oídos sordos a la requisitoria, un seco «no lo sé» o «yo a tu edad no hacía esa clase de preguntas«, era todo a lo que Josefa podía aspirar como contestación.
Varios años después, el hallazgo fortuito en un cajón del escritorio de una carta amarillenta y ajada dirigida a su madre, pareció darle pistas al respecto, sobre todo el final… cuyo texto decía: «hoy partiremos al atardecer, espérame en el puerto, cruzaré el océano para reencontrarme contigo”. Pepe.

Nuestras publicaciones