Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

NEPAKARTOJAMA

Un relato con menos de 200 palabras inspirado en el tema que te proponemos

Bienvenid@s a ENTC 2024 Este año, la inspiración llega a través de conceptos curiosos de otras lenguas del mundo. El tema de esta última propuesta es el concepto lituano NEPAKARTOJAMA, o ese momento irrepetible. Y recuerda que el criterio no debe ser poner menos palabras sino no poner palabras de más. Bienvenid@
Esta convocatoria finalizará el próximo
31 de DICIEMBRE

Relatos

SEP10. MADUREZ, de Irene Pastor


Mi padre lleva toda la vida acusándome de una falta de disciplina y rigor en lo que hago. Soy consciente de que he desilusionado a gran parte de la familia, a todo aquel que se ha empeñado en decirme cómo debo ser y no he dudado en romper mi relación con ellos. Contemplan mi vida como una continua amenaza dispuesta en tópicos ridículos: los amigos del fútbol son unos bárbaros, las partidas de cartas de los jueves son un vicio, consumo sustancias ilegales que destruyen mi salud, no busco un trabajo serio, mis novias siempre les parecen unas golfas, llevo una vida por encima de mis posibilidades…
Al final son ellos los que me echan de casa y me incitan a buscar fuera lo que es imposible encontrar entre los míos. Al fin y al cabo a los amigos los elige uno y la familia es un impuesto obligado, un empeño en vigilar un supuesto interés común que casi nunca coincide con el propio. Mi padre dice que voy a caer como la fruta madura, y que entonces ya será tarde. Mis hijos opinan algo parecido.

SEP09. IMÁGENES, de Jesús Urbano Sojo

Se siente como fruta madura, cuando se mira al espejo y observa arrugas, donde antes había tersa piel, y patas de gallo, rodeando esos hermosos ojos verdes que tantos kilómetros de cielo y horizonte han observado. Usa cuatro tallas más que hace treinta años, puede que la buena vida le haya ganado la batalla a la delgadez. Tiene varices decorando como tatuajes sus largas piernas, eróticas en otro tiempo, cansadas en la actualidad. Sin embargo, no suspira, no siente melancolía, ni tristeza, porque nota las manos de su pareja rodeando su cuerpo. Para él no han pasado décadas, la sigue viendo como el primer día.
-¡Qué bella eres princesa!- Escucha a su oído.
Y el reflejo del espejo le muestra la mujer que era antaño, tal y como él la ve.

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SEP08. NO HABÍA MONSTRUO, de Francisco Javier Sánchez

Como fruta madura…
Así me devuelve la imagen el espejo, tan madura ya que a poco, se pudre.
― ¡Amor! ¿Qué haces? ― La voz de mi esposa me sacó del trance.
― No es nada, amor, solo quiero estar guapo para ti ―. La dije para quedarla tranquila.
Pude contemplar la belleza espléndida de mi esposa. ¡Qué maravilla de juventud! Nunca podré entender qué vio en este ser espantoso que contemplo en el espejo, esos ojos, apenas visibles por la oronda capa de grasa que cubren sus parpados, de «color mierda» y sin brillo. Si continúo por su grasiento rostro, sólo veo arrugas y surcos, y mucha grasa… bajo la vista por su cuello, su pecho ya no esconde la decadencia. ¡Qué asco! Lo que debería de ser unas simples “tetillas” son dos enormes pechos, caídos a lo largo de su enorme barriga, inflada a lo largo de años de abusos por los dulces y las grasas animales…
― Cielo, Ven a la cama, «te necesito… estoy caliente»
Volví a echar un vistazo al espejo… No había monstruo.
Siempre que ella me llamaba salía la «bestia, que vivía en mi interior» y el monstruo, huía como un cobarde.

SEP07. COSECHA DE VERANO, de Nicolás Megías Berdonce

Como fruta madura que se recoge a finales de cada verano, así se encontraba ella rodeada de todos los suyos, estaba preparada para ser recogida después de su  largo verano, había nacido regada con el mejor amor, como lo hacen los tomates en sus vegas, se había desarrollado igual que lo hace el maíz en sus extensas tierras,  rodeada de las personas más hermosas que había conocido  y estaba esperando, de la misma manera que lo espera la hermosa mora en su moral,  para ser recolectada.
Sabía que como la sandía o el melón su vida había terminado, pero se iba feliz porque su estancia mereció la pena y logró que todos disfrutaran con ella, igual que lo hace un niño al tomar una tajada de una roja sandía.
Al  verlos a todos rodeando aquella cama, les recordó a los agricultores que a finales de cada verano vendimiaban las uvas que daban aquellos viñedos plantados por sus abuelos  años atrás.
Lo que no podía imaginar, es que como una fruta podrida en un cesto, su herencia acabaría pudriendo a toda esa familia que ahora la rodeaba en su lecho de muerte antes de ser cosechada por Dios, como creyó siempre.

SEP05. ESCUCHA, de Graciela Carroz

Silencio. Expectativa. Cientos, miles de personas congregadas aguardaban soportando el calor intenso .En lo alto, una ventana se abrió anunciando su llegada. El asombro dio paso a la atención…
Como una fruta madura que cae en tierra entregando su semilla, en cada corazón,desde esa ventana , la  voz¡ sembró!

 www.nuevodestello.blogspot.com

SEP04. LA FRUTA DE LA HERENCIA, de Jesús Alfonso Redondo Lavín

1955, Septiembre.
En nuestra casa de Lezama, con 6 años cumplidos, jugaba  con la “plastilina” de harina que hacía mi madre para entretenerme, cuando llegó el “cablegrama”. Mi madre rompió a llorar. Había muerto en Orejo el abuelo Victoriano.
Pasado el trance, todos los hermanos estaban en pie entorno a la mesa. Hablaban en voz baja. Nueras y yernos silenciosos, en un segundo plano.
Fonso, que sin ser el mayor era reconocido como el más cabal de los hermanos, mostraba sobre un gran plano las particiones. 2.000 “carros de tierra” de pasto en la margen derecha de la rectilínea zanja del arroyo del “Cerizo”, entre 10 hermanos, salían a 200 carros por familia. Que yo sepa todos quedaron o contentos o resignados. Nunca oí reproches ni se rompió la familia por aquel hecho.
Todo se repartió; excepto los frutales que bordeaban el camino a la poza de los “cuetes”, en el lugar llamado el Bastón. Eran unos pocos manzanos y perales en hilera. Quedó entendido que cualquier Lavín, de los de Victoriano, podría coger fruta de los mismos.
Aunque las peras eran duras y las manzanas ácidas, cada verano, yo, ejercía con orgullo, mi derecho como miembro del clan.

SEP03. CRISIS DE 1.930, de Claudia Elcira Díaz

HOY ADULTO,Y MIS LAGRIMAS A VECES…
CORREN POR MI ROSTRO,CON NUMEROSAS ARRUGAS,ESTO ES LO DE MENOS,ES PARTE DE MI TRAYECTORIA.
COMPARANDO A MI NIÑEZ,DONDE A VECES LOS HOMBRSS GENERALIZANDO NO SE PUEDAN ENTENDER,COMO SI FUERAMOS ETERNOS. SIENTO AHORA LA NOSTALGIA,DE LA TRISTEZA,CUANDO LA CRISIS DE 1.930,MI
ESTOMAGO,TENIA SONIDOS DE NOTAS MUSICALES,PODRIA HABER HECHO UNA MUSICA POR LA HAMBRUNA.
NO TENIA UNA FUERZA PARA ENFRENTAR A MI  CORTA EDAD,YA QUE MI PADRE,HABIA QUEDADO SIN TRABAJO,POR ESTA CRISIS.
¡YO NO ENTENDIA ESA PALABRA CRISIS!…
ERA UN NIÑO,YO ESCUCHABA SOLAMENTE.MI SUEÑO ERA JUGAR Y SER UN BUEN MEDICO, PERO MIS DOLORCITOS Y SONIDOS EN MI
ESTOMAGO,LA IDEA QUE TENIA EN ESE MOMENTO,ERA ESPERAR VER PASAR EL CARRO QUE LO MANEJABA UN ITALIANO,Y GRITANDO
¡CON FUERTE VOZ!…Y OFRECIENDO SUS FRUTAS.¡YO LE DECIA!… BASTANTE COSAS DESAGRADABLES,PARA QUE EL ME ARROJARA LAS FRUTAS,¡Y YO!… LAS COMIA.Y ASI POR MOMENTOS CALMABA MIS SONIDOS DEESTOMAGO.ASI LO HICE,POR UN TIEMPO. MIS PADRES FALLECIERON,CRECI,ESTUDIE Y SALI DE LA OSCURIDAD,QUE NO ME DEJABA TENER UN PORTE DE HOMBRE.VAGAMENTE… RECUERDO…COMO FRUTA MADURA,QUE LLEVABA ESCRITO EN SU CARRO,
¡QUE FUE!…UN SELLO PARA MI VIDA.

SEP01. ALAS DORADAS, de Juan Antonio Morán (JAMS)


Se había plantado en mi hombro y luego la noté reposar sobre mi cabeza. Era una mariposa dorada con manchas oscuras en el extremo de las alas. No tuve más remedio que acordarme de mi hermano fallecido, Fran, y su afición por la entomología. Al principio expliqué su insistencia por un probable gusto por la fruta madura que yo recogía en el jardín, pero en los días siguientes volvió con el mismo interés por mí.
Una tarde encendí el ordenador de Fran para consultar su catálogo y saber más de ese ejemplar. Era un programa de datos multientrada con una búsqueda compleja. Conseguí ver varias galerías de imágenes sin ningún éxito.
Fue entonces cuando encontré un archivo histórico y comprobé que la última entrada correspondía a unos días antes de su muerte. Cliqué sobre el último día y allí encontré una perfecta foto de la mariposa que buscaba con este apunte:
La Argynnis Adipe o mariposa dorada es una especie poco común aquí. Según los alquimistas el polvo de sus alas provoca la muerte, así que me deben de quedar pocos días, porque el ejemplar de la foto me sigue desde hace días, empeñada en posarse sobre mí constantemente.”

RELATO FUERA DE CONCURSO 

EN SEPTIEMBRE… COMO FRUTA MADURA

El verano camina a su fin, y todo el proceso que se inició con la primavera va a comenzar a tener su fruto a partir de ahora… podemos estar hablando de las faenas agrícolas o estar usando solo una metáfora para contar cualquier historia que se encuentre ya en su momento preciso… Tal vez el fruto sea dulce o tal vez amargo, tal vez seas de los que prefieren la acidez o tal vez hayas descubierto que era fruta prohibida…
Seguro que ya conoces las demás condiciones, desde ETC te invitamos a que durante este mes de septiembre nos hagas llegar tus historias de menos de 200 palabras… como fruta madura…

TERMINÓ EL AZUL DE AGOSTO… CON UN MAR DE HISTORIAS

El plazo para los relatos azules de agosto ha terminado a las 12…
Podríamos resumir este mes como… el huracán azul¡¡¡  Estábamos convencidos de que este mes terminaría siendo unas vacaciones para todos y nos ha sorprendido con los números más altos de lo que llevamos de concurso. Hemos vuelto a romper todas las fronteras: 141 estupendos relatos (¡¡vaya sorpresón!!), una barbaridad de páginas vistas en este mes de agosto que supera las 29000  ¡y más de 2300 comentarios…  Habría que felicitar ya (creo que merecidamente) a los relatos de NUDISMO de Alejandro Pozo y el PESCADOR DE LÁGRIMAS de Javier Ximens porque su espacio han superado de largo las 300 visitas en este mes.
Cada mes nuestra responsabilidad aumenta, con vuestra activa participación motiváis nuestra iniciativa y el trabajo que nos supone mantener este proyecto y solo os podemos responder con… agradecimiento. Seguiremos trabajando con la misma ilusión, con el objetivo de terminar esta convocatoria lo mejor que sepamos hacer: estamos preparando un jurado de mucha categoría para la final; nos gustaría aprovechar la oportunidad, y vuestro interés manifestado en los comentarios, para entregar los premios en un acto que sirviera para el encuentro de los participantes del norte y los que se quisieran apuntarse (ya estamos viendo posibilidades para celebrar nuestra particular CANTÁMICRO 2013), y hasta nos estamos planteando alguna posibilidad para alargar este proyecto un año más… Tendremos que ir cubriendo etapas…
De momento, lo que toca es que  nuestro jurado (os recuerdo que este mes lo formamos María Cobo, Paloma Casado, Joaquín Valls y JAMS) vuelva a llevarse el mal rato de tener que elegir alrededor de una decena de relatos entre las estupendas historias que hemos compartido. Solo os podemos prometer que llevamos todo el mes leyendo cuidadosamente todos los relatos participantes y que intentaremos ser todo lo  justos que nos permita nuestro personal y plural criterio.
Mientras tanto, pasado ya el verano, habrá que esperar unas horas para que nos vayan cayendo los relatos de septiembre… como fruta madura.
Gracias. Un saludo.

AGO141. ATARDECER DE MAREA VIVA, de Verónica Martín

«Me gustas cuando te mueves lentamente y susurras con la paz de caricias calmadas, pero también me gustas  cuando ruges, te elevas, golpeas, revientas, mueres y vuelves a nacer con furias renovadas.
Me gustas cuando callas y también cuando gritas. Me gustas cuando llegas y cuando te vas y cuando vuelves. Siempre me gustas
Me gustan tus colores cambiantes, todos ellos, pero me gusta,  sobre todo, ese color oscuro de lejanía imperfecta, el mismo con que visten los amaneceres,  los atardeceres y  las noches. Azul marino, azul de mar, azul de soledad y eternidad
Me gustas desde siempre, pero hoy me gustas más
«..
Sobre el malecón, frente a un mar calmo y transparente, levantó la cabeza saludando a una luna recién descubierta, la que mueve los mares;  luego levantó un brazo, haciendo a una señal a quien tenía que empujar su silla de ruedas.
Mientras se alejaba, sus pensamientos seguían flotando en  aquel mar azul.
  «Ya ves que hoy he venido a verte y  no te he regalado ni un poquito de sal de mis entrañas. Hoy por fin descubrí en qué nos parecemos:  tú también necesitas quien te arrastre«.

AGO140. CREER, de Esmeralda Medina

Cogiendo el pajarillo inerte entre sus diminutas manos, apoyó su rostro contra él. Resbalaron sus lágrimas con suavidad y posó un beso en su cuerpecito. Cerrando los ojos fuertemente, murmuró palabras incomprensibles en una lengua arcana. Levantó los bracitos al Cielo y el gorrioncillo voló.

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