Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

SCHADENFREUDE

Un relato con menos de 200 palabras inspirado en el tema que te proponemos

Bienvenid@s a ENTC 2024 Este año, la inspiración llega a través de conceptos curiosos de otras lenguas del mundo. El tema de esta tercera propuesta es el término alemán SCHADENFREUDE, que viene a significar la "alegría por el mal ajeno" Y recuerda que el criterio no debe ser poner menos palabras sino no poner palabras de más. Bienvenid@
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Esta convocatoria finalizará el próximo
15 de MAYO

Relatos

EL JURADO… Y OTRO VIENTOS

Primeramente anunciaros que ayer mismo hemos batido nuestro número de visitas diarias, llegando a superar las 1500; es la muestra de una vitalidad del blog que queremos compartir (como es justo) con vosotras, con todos vosotros. Gracias, es una gran motivación para esforzarnos en hacerlo lo mejor posible.
Agradeceros también  la buena acogida de la selección del jurado, y aprovechar para agradecer públicamente la colaboración de Xavier Blanco que ha sido un excelente compañero en esta labor ingrata de elegir honestamente entre obras de nivel muy muy parecido a sabiendas de que algunas autoras, algunos autores, son amigos, familiares o compañeros de una misma pasión. Lo ha resuelto con una honradez y un parecer exquisitos.
Por último anunciaros que el nuevo jurado ya está listo. No cambian los miembros que corresponden a los organizadores: Rosa Sáez representará al Molino de Bonaco, y Juan Morán por el Sendero del Agua. En cambio hay cambios en los representantes de los participantes, que hemos duplicado además de intentar  obtener la paridad entre mujeres y hombres. Como sabéis, nuestro jurado proviene de los relatos finalistas del mes anterior; y para este mes de junio serán Rosa Molina y David Moreno. Ya han aceptado el reto, y seguramente que ya se encuentran buscando el viento que mejor les parezca

JUN39. HACE MESES CAMBIÓ, de Julio Olmos de Prada

Como una amable y balsámica brisa llegó al barrio hace años, revestido de un halito de bondad que cautivó a todos por igual.
Hace meses cambió como el viento. Todos estaban atónitos.
A soplos se alejo de aquellos que le necesitaban. A ráfagas modificó su opinión. Al socaire de la ambición traicionó a sus amigos. A rebufo de los poderosos medró. Con el aire se ubicó en otros lares. Como un torbellino destrozó todo buen recuerdo.
Parecía otro… Nunca nadie advirtió que su gemelo le reemplazó.

JUN38. RECUERDO DE FAMILIA, de Sara Lew

El viento, como la suerte, tiene rachas. Eso pensé cuando la pelota con la que jugábamos en el jardín cambió súbitamente de dirección y entró en la casa, destrozando de un golpe el jarrón chino del siglo XVIII. Era el único vestigio de la antigua riqueza familiar y que inexplicablemente la abuela se negaba a vender, a pesar de las penurias que pasábamos. Temiendo una buena reprimenda, Marcos y yo corrimos hasta el armario donde papá guardaba sus herramientas y escogimos el pegamento ultra rápido. Aun así la tarde se nos hizo eterna procurando juntar las piezas. Nunca supimos si fue a causa de los vahos que desprendía el potente adhesivo o era el jarrón el que se negaba a recomponerse. Nuestras manos se volvían torpes al intentar atrapar los dragones azules que escapaban de los trozos de porcelana, y que giraban enloquecidos por la habitación, junto con el espíritu del abuelo, aguardando a que una ráfaga de viento se los llevara.

 http://microrelatosilustrados.blogspot.com.es/

JUN37. EL CIRUELO, de Ignacio Rubio Arese

Todo el pueblo estaba al corriente. Fueran ciertas o no las afirmaciones, poco importaba. Ni el más valiente de la zona hubiera osado rozar aquel árbol,  mucho menos trepar a lo alto. Los más viejos afirmaban que las ramas agarraban al intrépido y le impedían bajar, transformándolo en fruto. Más de un leñador intentó talarlo, pero al segundo tajo las hachas se quebraban y el tronco les disparaba astillas hasta abatirlos. El ciruelo crecía solitario en lo alto de un cerro, sin que nadie se atreviera a probar las frutas que rodaban loma abajo. Se decía que quien lo hacía perdía el juicio y acababa ahogado en el río o saltando del campanario.

Cuentan que un día la comitiva real atravesó aquella aldea, y que al infante don Carlos le entró un hambre atroz. Era un joven gallardo, amante de las ciencias. Lanzó una mirada desdeñosa a los lugareños que le advertían sobre aquel árbol maldito. Supersticiones de plebeyos, repuso altivamente, y se metió varias piezas en la boca. Lo cierto es que algo cambió desde entonces. Llegó a ser rey, sí, aunque nada quedó de su lucidez o hermosura. La historia olvido el ciruelo, pero no al rey hechizado.

JUN36. VENGANZA, de Emilio Magdalena García

Nadie fue a su entierro. Ni las nubes, ni el sol, ni siquiera la luna con la que solía jugar al escondite. No hubo plegarias de duelo. Ese día además, los pájaros extrañamente se despistaron, y tampoco se vieron flores por allí.
Sólo un rígido ciprés fue testigo del adiós para siempre del viento.
Lejos de allí, apuntando en dirección contraria al camposanto, la veleta sonreía.

JUN35. DESENGAÑO, de Fernando Sopeña Lopez

Algunas veces, cuando menos me lo espero, siento la necesidad de salir a la calle y expresarme, entonces voy a la habitación de los trastos y busco mi vieja guitarra con su funda de cuadros, me pongo lo primero que encuentro en el armario y bajo al portal, se que si cierro su puerta a mis espaldas ya nada me detendrá. Busco un autobús que me traslade a la otra punta de la ciudad y allí camino mirando al suelo avergonzada buscando alguna placita o parque que me agrade. Cuando encuentro mi lugar me da por llorar y surgen sentimientos a flor de piel, entonces saco la guitarra de la funda y me pongo a cantar aun con lágrimas en los ojos. Mi canción preferida es “Vientos de cambio”. Muchos me dicen que al día siguiente todo será otra vez igual, pero yo no les creo.

JUN34. LA NOVIA DEL VIENTO, de Inés Zapirain López

Es horrible vivir sin amor. Daniela lo sabe. Cada noche simula afectos y cobra por sus caricias. Algunos de sus clientes son amables. Pero otros,borrachos de angustia,descargan toda su frustración sobre esta mujer pequeña y frágil,casi etérea. Cuando Daniela llega a casa no puede respirar. Está cansada. Se aproxima a la ventana y la abre; el cielo es de un color azul intenso, la tramontana sopla vehemente. Se despoja de la ropa y cierra los ojos,quiere sentirse libre, olvidar. El viento al verla se detiene, juega con ella, refresca sus penas. Se torna cálido y suave explorando su cuerpo.Y enredado en su pelo, le susurra al oído hasta hacerla estremecer. A partir de esa mágica noche, la ventisca no la abandona y la visita en el ocaso.Daniela se siente amada y no quiere despertar de ese enigmático sueño. Se perfuma de azahar para deleite del aire, y deja que la recorra lentamente cada noche, hasta llevarse su aroma con él. Pocos pueden sospechar lo que sucede en esa casa cuando termina el día. Pero murmuran contrariados por el cambio del viento. La tramontana es ahora un soplo tórrido y ligero…perfumado de azahar.

JUN32. NO SÉ SI ME EXPLICO, de Javier Sánchez Campos

Soplan vientos que manipulan. El aire, inclemente, moldea las palabras como si fueran plastilina. Ladrón y desfalco= positivo; trabajo y mendigo= negativo. Esto explica por qué los primeros dictan las normas y los segundos las acatan. Algún día se producirá un huracán.

RESULTADOS… DE UN MAYO SIN FLORES

El mejor resultado de este mes de mayo ha sido poder contar con más de un centenar de relatos otra vez. Además, estamos muy contentos porque el número de los comentarios ha ascendido considerablemente, lo que creemos que supone mayor motivación para todos y un mayor aprovechamiento de los relatos mediante la distinta visión y opinión que suscita cada uno de nuestros textos.
La primera selección ha vuelto a ser lo más complicado, ya que la opinión del jurado ha sido bastante amplia y variada; las siguientes rondas de votación nos ha supuesto el siguiente resultado:

RELATOS SELECCIONADOS (orden alfabético):
Los relatos que tienen premio de finalistas, son candidatos al premio final y se aseguran aparecer en la publicación de la 2ª Edición son:

RELATOS MENCIONADOS (orden alfabético)
Los relatos elegidos como «mencionados«, que podrían ser incluidos en la edición final como finalistas mediante la repesca que realice el jurado de la final son:

A gracias a todos los que seguís participando.
Ya estamos esperando que el viento nos siga trayendo otra bonita colección de historias…

JUN31. EL PUEBLO TRABUCADO, de Paloma Casado Marco

Cuando la veleta del campanario cambió de dirección, en el pueblo pasaron cosas muy extrañas. La madre de Juan, el maestro, se le murió dos días seguidos a pesar de gozar de buena salud, y Pili, la peluquera, embarazada de ocho meses, parió tres veces sin dolor ni complicaciones a su futuro bebé. La mujer del alcalde le fue infiel con Paco, el tabernero, aunque él no se enteró de nada, porque se había mudado a Madrid, para presidir el Gobierno de la Nación. Otras parejas también cometieron adulterio, sin que sintieran por ello, ni pizca de remordimiento. Los adolescentes volaban libremente sobre los campos y los niños pequeños, jugaban con los regalos que les traían los Reyes Magos casi todos los días. Incluso el cura, de hábito raído, llegó a ser nombrado Cardenal, y se paseaba muy ufano dejándose besar el anillo.

Pasada una semana, el viento volvió a cambiar de rumbo, y los sueños regresaron a las almohadas. Los vecinos volvieron a sus anteriores rutinas ojerosos, melancólicos, y mirándose con pudor si se encontraban por la calle. Solo Martín, el pastor, pudo suspirar aliviado. Al fin y al cabo, a él, el lobo siempre le comía las ovejas.

JUN30. VIENTO Y SECRETO, de Zunilda Moreno

Mientras te miro, pienso: ¡Si supieras! . . . Fuiste el dueño de mi amor, aquel  invierno de hace tantos años. Acostumbrados a corretear  por el campo de tu abuela, la amistad con tu hermana me había unido a ti. Recuerdo, y sonrío: Habíamos concluido la primaria y ese año comenzábamos un nuevo ciclo. ¡Por Dios, qué orgullo! Ya nos sentíamos grandes. Ese domingo de invierno, fuimos al campo; ya no corríamos tanto, hacíamos juegos de ingenio y tú trajiste el de magia. Eso sí, a lo que no podíamos sustraernos, era a las escondidas. Precisamente, jugando a ellas fue cuando me robaste el primer beso, en el galpón de las herramientas, mientras tu hermana trataba de encontrar nuestros escondites. Para ti no fue nada, para mí, todo. Te amé en secreto hasta el próximo verano, en el que esperaba verte. Pero, de premio de cumpleaños –catorce- mis padres decidieron llevarme al mar. Y allá, querido mío, mi sentimiento cambió como el viento, así de rápido, como cuando llega el viento del sur y despuebla la playa. En ella, conocí a Ricardo y me enamoré de él. No me sentí mal, porque afortunadamente, tú jamás te enteraste de nada.

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