Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

QUIJOTERÍAS

Un relato con menos de 200 palabras inspirado en QUIJOTERÍAS

Bienvenid@s a ENTC 2025 Comenzamos nuestro 15º AÑO de concurso. Este año hemos dejado que sean nuestros participantes los que nos ofrezcan los temas inspiradores, y el tercero serán QUIJOTERÍAS Y recuerda que el criterio no debe ser poner menos palabras sino no poner palabras de más. Bienvenid@
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Esta convocatoria finalizará el próximo
15 DE MAYO

Relatos

SEP85. TODO DICHO, de Ana Isabel García

Fue un perfecto atardecer de septiembre, el cielo estaba surcado por la más increíble policromía de tonos rojizos que jamás habían visto y una suave brisa jugaba con sus cabellos.
 Allí estaban, sentados frente al mar, fundidos en un cálido abrazo, callados, sin hablar, simplemente sintiendo los latidos de sus corazones.
 El sol caía hacia el mar lentamente, buscando su descanso diario, igual que la  fruta madura busca su descanso en la tierra, cuando llega a su plenitud.
El ocaso era inminente, el suave abrazo se convirtió en un abrazo eterno, cada vez más apretado, mientras, por sus mejillas rodaban lagrimas silenciosas. Se miraron a los ojos, tan profundamente que  sus almas hablaron de nuevo.
Ella se levantó, sus cuerpos se separaron lentamente, solo  sus manos quedaron en contacto y deslizando sus palmas recorrió sus largos dedos hasta las yemas, los dos miraban fijamente esos dedos, que se separaban y que ponían distancia entre ellos, fiel reflejo de todo lo que estaba ocurriendo.
 No hubo palabras, ya estaba todo dicho y a la vez que el hermoso día se terminaba, se terminaba su hermosa historia de amor.
Ella echó a andar y sin mirar atrás, siguió su camino.

SEP84. JUEGOS DE PATIO, de Nieves Martínez Menaya

  Los hubo indios y los hubo vaqueros. Los hubo policías y ladrones. Allí se conocieron: el torpe, el gordinflón , el gafotas, el flaco…Estuvo el que volaba sobre el nido del cuco y aquellos que jugaban con fonendos; quien vendía deberes, cociente y resultados; quien bajaba al recreo con chaleco anti-balas y  copiaba castigos en columnas de a cien. El que robaba cromos y cambiaba meriendas ; el que hizo de las canicas su moneda;  quien ya sabía del norte de las cosas o aquél que conocía las palabras “mundo” y “hambre”.  Aquél  que imaginó a la de francés susurrando el “ yetém “; quien creyó que rosa-rosae era una rama de Botánica. Destinos inconexos. Larvas de  frágil caligrafía. La vida desbordando los muros del colegio en un crisol de fuerzas con piezas de Mecano. Puro ensayo de un mismo cuadrilátero. Ímpetu táctil. Exploración. Proyecto. Alquimia de la vida en danza de alevines.

Y ahora… como fruta madura….nos gobiernan, nos juzgan, nos prescriben, nos cambian las bujías, nos multan, asesoran, nos llevan en su taxi al aeropuerto, nos ignoran o abrazan , o leen de mil amores tus relatos como  ahora tú estás haciendo.

SEP83. LA FLOR DE SUS ENTRAÑAS, de Isabel Fernández Ortiz

La vida se adentró por la ventana entreabierta de aquella vieja morada, topando con la respiración entrecortada de paredes de piedra, y la incertidumbre de un menaje que daba paso a unas escaleras de madera que albergaban el origen de unos alaridos con nombre de mujer. Deslizándose con premura, escalón tras escalón, fue recibida con maestría por  una puerta de color abedul que se abrió ante ella mostrando, como fruta madura, el útero dilatado de una joven, que sin piedad dejaba caer los dulces jugos que su vientre anidaba, entre intensos dolores que estremecían sin pudor su vulnerable cuerpo. Profiriendo con fuerza, alaridos y juramentos, una flor asomó por la entrepierna deslizándose con premura sobre el lecho que les acogía. La vida se unió a la recién nacida, provocando en ella un intenso llanto, mientras sus infantes ojos hinchados, miraban pero no veían, la dulce cara de una madre desencajada por el dolor, pero embriagada de alegría.

UN SEPTIEMBRE MÁS DULCE

Cuando elegimos los temas mensuales lo hicimos con la intención de que cada uno ocupara un tiempo en el que el entorno y la naturaleza nos sirviera fácilmente como inspiración… y vaya que si lo han conseguido: las flores de mayo, el mar de agosto, la lluvia de abril…

Y llega la quietud de septiembre destilando un tiempo dulce de recogimiento y serenidad. Y a través de vuestros relatos los sentidos se han ido despertando… y con tanta fruta madura y tanta dulzura en el ambiente se ha ido fraguando una idea que alguno de vuestros relatos ya ha advertido…   es tiempo de mermelada. Y hemos pensado… “podríamos aportar por nuestra parte un poco más dulzor a este mes.”
Para este mes de septiembre, queremos que los seleccionados tengan un regalo único muy especial, y de paso, nos sirva para hacerle un homenaje a aquel tema que nos reunió a todos por primera vez… el bosque. Por tanto, los autores de los 4 relatos seleccionados en este mes de septiembre recibirán en su casa un botede la exquisita mermelada casera de frutos del bosque que hacemos por aquí: arándanosy frambuesas ecológicas de nuestra plantación, y moras silvestres del bosque recogidas hace unas horas.
Como decían en publicidad hace unos años… probablemente, la mejor mermelada del mundo…

SEP82b. BENDITA MADUREZ, de Jesús Lozano López

En el hospital de campaña me aficioné al laúdano, las botellas cayeron una tras otra como fruta madura. Tal como vi caer uno tras otro a mis compañeros en la campaña del Somme. Recuerdo como las granadas, sazonadas, restallaban en miríada, llevándose tras aquellas columnas infernales de tierra, sangre y humo miles de almas en aquel fatídico primero de julio que jamás olvidaré.
Como en la fruta madura vi gusanos alimentarse de la carne podrida de los heridos y los muertos. Pero son los rostros deformados por la muerte, la locura y la barbarie los que me atormentan cada noche… Y son sus gritos los que acalla el opio, la pierna hace tiempo es un mero fantasma… –¡A ver, abuelo! ¡No cuadran las fechas! La batalla del Somme fue en la primera gran guerra… y tu naciste el treinta y tres… Ah, …no fastidies. ¿Has vuelto a engancharte a la consola? Y ese laúdano del que hablas… ¡Mierda, el ron añejo de papa! ¡Te lo has trincado todo!
–Chico, esos juegos son tan realistas… y claro mi cabeza ya no está a lo que celebra.
–Al menos la pierna está en su sitio.
–¡Ay, qué alegría, pues me veía cojo!

 http://entierrasdelamaquinahumana.blogspot.com.es/

SEP82a. SUEÑOS ALBOROTADOS, de Ana Rosa de Artíñano Comin

Esta niña crece por momentos, como fruta madura a punto de ser recolectada.
Hablaban de mí, las estaba escuchando mientras miraba por la ventana las gotas de agua que caían furiosas y golpeaban los cristales como balas hirientes. Sus palabras me llegaban altas y claras desde el salón donde ellas parloteaban sin darse tregua.
Oía las agujas que chocaban al tejer los jerseys que ambas confeccionaban para el crudo invierno que se avecinaba, después del otoño que había entrado casi de puntillas y ya se iba remoloneando.
– Madre, tú que hablas más con ella, sabes qué es lo que piensa?; ya tiene edad de decidir lo que va a hacer pero yo la veo con la cabeza muy alborotada.
– Se parece a tí cuando eras jóven, se quiere comer el mundo y cualquier día emprenderá el vuelo y desaparecerá como lo hiciste tú, o es que ya no te acuerdas?.
Apoyada en el quicio de la puerta, sonreía para mis adentros y pensaba en que volaría lejos y que intentaría hacer realidad los sueños que cada noche dejaba escondidos debajo de mi almohada.

SEP81. NOTA EN EL FRIGORÍFICO, de Abel Panadero Pallero

Hace tiempo que no puedo mirar a la luz de tu rostro sin estremecerme ni virar hacía otros derroteros, como cuando me sacas el tema principal que me acongoja el alma.
Recoger la fruta madura de mis simientes.
No creo que sea tan raro, tener miedo.
No creo que hacer las maletas y marcharse por la puerta de atrás, sin decir nada, o con un simple: “me voy a por tabaco” sea tan malvado.
Lo único que me pasa es que no puedo aguantar el terror.
No, Gloria, no quiero tener un hijo contigo.
Así que simplemente, adiós.

SEP80. NO QUIERO DECIRLE ADIÓS SINO HASTA LUEGO…, de Rosa Mª Iglesias Yañez

– Papá. ¿Cómo estas?
– Bien hija. Mejorando.
– Felicidades. Hoy es el día del padre. Pasa un buen día ¿Está mamá contigo?
– Sí. Te la paso. Un beso hija.
– Gracias Papá. Nos vemos el viernes. Te quiero.
Hablo con mi madre un rato más. Los ojos se me encienden y de ellos caen  lágrimas que viven conmigo a todas horas, desde hace unos meses.
La noticia de su enfermedad ha cogido a la familia por sorpresa, y no mejora ni mejorará. Como fruta madura cae hacía el suelo para ser recogida mas tarde y de repente desaparecer.
Estoy tan lejos de él que tengo miedo. Me aterroriza no poder
llegar a tiempo, para despedirme y decirle adiós. Sufro cada día la distancia, que por otra parte yo he elegido. Que jamás imaginé que doliera tanto.
No dejo de pensar las ganas que tiene de vivir y lo cerca que está de la muerte. Algún día recordaré su sonrisa y su forma de querernos, dentro de muchos años el dolor se habrá convertido en resignación y no dolerá tanto.
Pero la tristeza permanecerá en mi todos los años de mi vida.

 http://clavametusojos2.blogspot.com.es/

DESDE UN BELLO RINCÓN DE LA MONTAÑA LEONESA…

Una amiga de ETC nos propuso participar en este concurso… otra buena amiga asidua nos acaba de comunicar que ya ha sido fallado, y descubrimos que un tercer amigo habitual de este blog ha sido galardonado con el 2º Premio… No podíamos hacer otra cosa que alegrarnos y compartirlo.
Felicidades Nicolás…
En este ENLACE  tenéis resultados y relatos premiados.

SEP79. ACEPTACIÓN, de Alicia Yustas Humanes

Mi hijo tenía cuatro años cuando le atacó un cáncer de huesos. Un año de quimioterapia después, su pierna izquierda cayó como fruta madura. Desde ese momento, fui incapaz de bañarle o vestirle. Me horrorizaba la visión de su pierna amputada. Mi marido se encargaba de todo, mientras yo lloraba en el dormitorio, hasta que se derrumbó y se fue de casa.
Mi hijo caminaba por la casa con sus muletas de juguete, como buscando algo. Apenas hablaba. Yo seguía sin poder mirarle. Cerraba los ojos cuando le bañaba, llorando. Mi hijo me miraba con ojos tristes, como queriendo preguntarme por qué.
Una mañana lluviosa fui a despertar al niño. Retiré la sábana y vi su muñón. Miré su cara. Me di cuenta de que seguía siendo mi niño. Le tomé en brazos. Un rayo de sol atravesó la ventana mientras jugaba con él en la bañera.

 aliceyhum.blogspot.com

SEP78. FRUTO EXTRAÑO (A B. HOLIDAY), de Mei Morán

Y al borde de la carretera, los árboles cuajados de esos frutos raros, que cuelgan de lo absurdo. El autobús no se detiene y esos peleles se balancean como un péndulo, a la espera de una respuesta. Pero ni siquiera sé la pregunta. Yo, sólo pasaba por aquí. En los arrozales cosen los campos con cruces en llamas y los encapuchados se mofan de aquellos que penden de las astas. ¡Condenados negros, ni los cuervos dan cuenta de vuestra carne!  A la caída de la tarde, cuando el sol dispara sus últimas salvas, relumbran las cabezas, maduras, a punto de cosecha. Listas para el camposanto.

 meimoran.blogspot.com

SEP77. AMOR DE VERANO, de Blanca Oteiza Corujo

Como fruta madura me deja un sabor dulce el recuerdo del verano ya pasado. Contemplo el aire vacío desde el balcón de mi casa y no puedo sino imaginar las olas del mar agitándose al frente. Los coches pasan bajo mis pies sonando las bocinas y derrapando en la rotonda pero yo no hago sino escuchar el canto de las olas rompiendo en el puerto. Las gentes pasan con prisa por la acera pero mi mente viaja a los paseos en el ocaso del día cogidos de la mano. La ciudad se extiende hasta perderse en el horizonte, mas mis ojos miran al infinito de la reminiscencia del aroma de las noches de verano. Dulce recuerdo el que me deja el beso de despedida.

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