PALABRA DE… HONOR
Nuestra Enteciana de Honor 2022 inicia su recorrido dando la bienvenida a un nuevo año.
2022 tiene que ser un año de abrigo, que nos proteja de tantos fríos pasados; de tirita, que sane las heridas que todos en mayor o menor medida hemos sufrido. 2022 tiene que ser el comienzo del alivio. Al menos así lo deseo para todos. Creo que es importante seguir avanzando a pesar de la tormenta, aunque sea a ciegas, para encontrar el inicio de la luz. Por eso quiero que sepáis y que no dudéis que aquí, en Arzúa, seguimos construyendo la posibilidad de vernos y pasarlo lo mejor posible aunque no podamos soltar el acerico y estemos apuntalando todo con alfileres. Atravesaremos estos primeros meses con incertidumbre, pero ya sabemos navegar en ella, y si llega el día de la mano de la posibilidad, tendremos todo preparado para celebrarlo con ilusión: 10 años de vida enteciana lo merecen. Estaremos esperándoos con mascarilla tal vez, pero con los brazos del corazón abiertos. Palabra de EdH2022.
Gracias Eva por esas palabras cálidas capaces de romper el hielo y también por esas fotos llenas de magia. Nos vemos en Arzua.
Bonitas imágenes y unas palabras llenas de magia y valentía, querida Etnciana de honor. Gracias, Eva. Ojalá sea 2022 ese año que todos deseamos. Besos mil
Bellas palabras de nuestra ENTCiana de honor: vamos hacia esa nueva luz que nos ha de traer 2022.
Un beso, Eva.
Carme.
Este año solo puede ser mejor, y qué mejor manera de empezar que con las hermosas palabras de nuestra enteciana de honor. Así da gusto.
Tiene tu sello, Eva, qué bonita foto. Pero si hay algo que te sienta bien es ser nuestra enteciana de honor.
Gracias, por este precioso mensaje, y no te extrañes que igual, aunque sea a la pata coja, me veas por Arzúa… todo se andará… ja ja ja
Feliz reinado, reina.
Reconfortantes palabras Eva, yo también apuesto por un 2022 arrullador y protector y lo deseo para toda la familia Entenciana, abrazos y gracias.
Muchas gracias por tus palabras, Eva. Son el mejor estímulo para comenzar las páginas de este nuevo año. Muchos besos de «corazón».
Gracias, Eva, por ese canto a la esperanza y ese ofrecimiento afectuoso al reencuentro.
¡Gracias por esos alfileres que no pinchan!
Gracias a vosotros por estar, ser y deajrme ser y estar a mi también. Os espero, os esperamos, espero que ya sin hilvanes siquiera. Besos.