95. PEQUEÑO GRAN HOMBRE (David Moreno)
Las cuatro de la tarde. En la televisión pongo la cadena que tiene un espacio dedicado a los westerns. La persiana a medio echar, el volumen bajito y una manta preparada por si me destemplo.
Creo que no tardo en caer, recuerdo la creciente pesadez en los párpados y la levedad de mi cuerpo. El hombre de la pantalla ¿Dustin Hoffman? ¿Jack Crabb? parece mirarme. Lo hace ya con descaro. Incluso me habla, me dice que me acerque. Al hacerlo extiende el brazo y me agarra por el cuello absorbiéndome como un muñeco. Tras unos minutos de confusión me encuentro entre guerreros cheyennes disparando contra el 7º Regimiento de Caballería del general Custer. Esquivo como puedo unas cuantas balas y me refugio detrás de unos cactus a través de los cuales veo a Dustin Hoffman sentado en mi sofá, con mi manta sobre sus piernas. Sigue hablándome, me aconseja que no me despiste, que dispare al enemigo.
Bloqueado, no entiendo qué ocurre y menos cuando mi mujer se le acerca y se sienta a su lado. Cubiertos por la misma manta se ponen a comer mis galletas preferidas.
¡Por Dios que alguien apague la tele y ponga un poco de cordura!
Una voz en off susurra que “algunas veces la magia funciona, y otras no lo hace”.
¿Qué bien supiste elegir la película para el tema del mes! Buen desarrollo y final que nos deja en ascuas. Genial, David.
Suerte.
Gracias Rafa por comentar.
Me gusta que lo veas así, la elección de la pelí, el desarrollo y el final.
Suerte a ti también, aunque vas sobrado de calidad.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Me gusta, David. Hasta el cierre es dubitativo, inesperado. Todo el relato avanza «con sueño», entre sueños, lo que, incongruentemente, le aporta cierto aire de verosimilitud. Y la sonrisa que nos dibujas!!!
pues eso, que me gusta tu relato.
Un abrazo
Gracias Amparo por comentar.
Es verdad que quise jugar con esa mezcla entre sueños y realidad, como dices tú, avanza «con sueño» entre sueños. A modo de interferencias entre lo que es ficción y no.
Suerte a ti también.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
David, cuentas muy bien como es ese ambiente acogedor, y lo radicalmente que cambia todo. Suerte y saludos
Gracias Calamanda por comentar.
En las siestas y en el Oeste todo cambia en cuestión de segundos, jeje
Suerte a ti también.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Me ha gustado mucho. Por la idea y por cómo lo has explicado. A pesar de lo surrealista de la situación lo encuentro tan bien equilibrado que la historia se sostiene con interés hasta el mismo punto y final. Suerte y un abrazo 🙂
Gracias Juan Antonio por comentar.
Me gusta lo que dices, del equilibrio que aporta verosimilitud a pesar de todo.
Suerte a ti también.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Una historia de las que me gustan; de traspasar espejos o puertas. Algunos quieren ser los protagonistas hasta en la realidad que no les toca.
Gracias Lorenzo por comentar.
Si estas interferencias con la realised te han gustado me doy por satisfecho.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
No se si lo que narras es sueño o pesadilla…aún lo estoy valorando.
Lo que si se que el relato me gusta, ¡que desasosiego!
Gracias Reve por comentar
Qué cerca están a veces realidad y ficción, los sueños y las pesadillas…
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Humor negro del bueno.
Gracias M Carmen por comentar y por verlo así.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Relatas muy bien el ambiente que prepara para ver la peli, dan ganas de entrar en tu relato y compartir esa mantita con tu protagonista.
la mezcla de sueños y realidad bien conseguida.
suerte y un abrazo David.
Gracias Mª Belén por comentar.
¿Quién no se ha echado una siesta así alguna vez? jajaja
Suerte a ti también.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Coincido con los compañeros. Llega un momento en que en esa media vigilia se mezcla el sueño y la realidad. Difícil papeleta la del televidente-protagonista. Dan ganas de alertarle para avisarle por donde viene cada bala, y también de compartir la mantita, el sofá y ? unas patatas fritas? con él.
Gracias Gloria por comentar.
En el umbral sueño-realidad ocurren muchas aventuras, también de riesgo, jeje
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Gracias Juan por comentar.
El reconocimiento me lo proporcionais vosotros. Y es mucho.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Buen relato, un ojo abierto y el otro en duermevela.
Feliz 31 de octubre.
Gracias María por comentar.
Duermevela, es una palabra que me gusta mucho, me suena muy bien, ¿verdad?
Un saludo indio
Mitakuye oyasin