Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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PRIMER RELATO DEL CONCURSO DE ESCRITURA RÁPIDA 10 º ENTCUENTRO

Este primer relato de nuestro concurso hace homenaje al Hotel A Curuxa de Arzúa, utilizando un elemento muy importante de su entorno y una palabra clave que es fundamental para definir su identidad como lugar de descanso para muchos peregrinos en el itinerario del Camino de Santiago.

 

Estas son las condiciones del primer ejercicio

    • *Máximo 100 palabras. En caso de duda usaremos el contador de la web contadordepabras.com
    • *25 minutos: a partir de la publicación de este post.
    • *El relato debe desarrollar una historia alrededor de un «árbol legendario», por supuesto, el árbol y la leyenda pueden ser reales o completamente imaginados para el relato. 
    • *El relato debe incluir la palabra… CAMINO

Tenéis que entregar el relato en el formulario que se abrirá en ESTE ENLACE

21 Responses

  1. Jugador numero 23
    Legado

    Llego a su hotel preferido unas horas antes de la celebración.
    El camino ha sido largo pero no me apetece subir a la habitación.
    Me siento en un sofá de piel marrón que hay en el lobby. Tenía razón, desde aquí las vistas del árbol milenario son excelentes, se muestra imponente seducido por el atardecer.
    Pido un café y me sugieren acompañarlo con un licor de la casa. Lo acepto, el sol no es el único en sus horas más bajas.
    Mientras el cielo se tiñe de ámbar, disfruto del placer del silencio. Luego recojo el premio en su honor.

  2. Jugador numero 14
    Buena sombra

    Llega por el camino arrastrando los pies, mientras se pregunta qué hace allí persiguiendo leyendas absurdas. Con desgana, cuelga la mochila de una rama baja y se sienta a contemplar el paisaje apoyada en el tronco. Le sorprende el calor que emana de la tierra. Un poco más arriba, una leve humareda empieza a elevarse hacia la copa, con un olor ácido que pronto impregna el ambiente. De las costuras de la mochila empiezan a chorrear decepciones y amarguras, mezcladas con grumos de polvillo de corazón roto. Cuando tocan el suelo, desaparecen, evaporando la tristeza hacia las nubes.

  3. Jugador numero 8
    Promesas

    Me prometió llevarme cada año a un lugar mágico: a una ciudad con historia, a un pueblo con alguna tradición milenaria, a dormir en un hotel con encanto, de esos que esconden alguna leyenda.
    Visitamos Alepo, donde pude vivir el horror de un bombardeo, lloré toda la noche en un pueblo en el que cada año tiran a una cabra al mar. Hoy pasearemos por un bosque en Transilvania, buscando el árbol donde cuenta la leyenda que cuelgan a las esposas que intentan abandonar a sus maridos. De camino al hotel yo solo pienso si me conviene escapar.

  4. jugador numero 13
    VOLVER

    Tres veces he estado en Santiago en año compostelano, en el 65, en el 82 y en 2010.
    Aquel año, ya con 58, yo que no soy ni religioso ni pagano, colgué de un eucalipto un trapito porque me lo dijeron unos parroquianos hartos de vino. Yo también.
    Ahora ya no camino.
    Quiero volver.

  5. Jugador num 15
    Pequeño

    El elefante extraviado quiso dominar el bosque de las Rocosas. Nadie se quería cruzar en su camino. Aterrorizó a los osos, que se vieron destronados, ante semejante poder. Siguió asustando sin piedad, cuando en mitad de una pradera, se quedó bloqueado al verlo. Por primera vez, frente a la gran secouya, se sintió inferior y volvió cabizbajo al zoo.

  6. Jugador num 1
    Un árbol llamado Bosque

    Se llama Bosque. ¿Cómo va a llamarse Bosque un árbol? Es como si un niño se llamara Chavales, o una madre Familia. Justamente por eso nuestro árbol se llama Bosque. Según cuentan, lo plantó el bisabuelo de mi tatarabuelo junto al camino. Ese camino está ahora junto a lo que queda de nuestra casa. Dicen que lo ha llamado Bosque porque en él anidan todos los pájaros del mundo.
    Pero yo creo que lo ha llamado así porque, como al incendio solo sobrevivimos mamá, Bosque y yo, quería enseñarme que una madre puede ser toda una Familia

  7. Jugador numero 2
    AMORES INCONFESABLES

    A la sombra del viejo roble, en el centro de la plaza, habían jugado hasta los más ancianos del pueblo. Por las tardes, era lugar habitual de tertulia, el punto hacia el que cualquier camino conducía. Un día amaneció con un «Te quiero, Elisa» grabado en su tronco. El alcalde, indignado, organizó la búsqueda del vándalo enamorado para imponerle ejemplar castigo. Encontrando a la doña hallarían al pretendiente, y una simple prueba caligráfica aportaría las evidencias. Tras arduas pesquisas, el alguacil concluyó que solo se llamaba como la susodicha, la vaca del tío Faustino, quien, por cierto, no sabía escribir.

  8. Jugador numero 6
    Alimento para un gran árbol

    Las heridas del roble de las siete vidas son hoy huecos ocupados por alimañas. Cuando ocurrió aquella tormenta, yo estaba muy cerca, al gigantesco árbol le salían llamaradas por las heridas que le produjeron los rayos. Cayó un aguacero como un diluvio y apagó el fuego. Sobrevivió a la ira de los dioses. ¿Y ese leñador con su hacha? ¿Aquí en el CAMINO? No sabe que hago guardia para defenderlo. Primer disparo al aire. Es un aviso. No quieres hacer caso, ¿eh? Parece que no tienes ni dos vidas, pero vas a servir de abono. Comencé a cavar la fosa.

  9. Jugador num 10
    El ciclo de sidra

    Las hormigas hicieron su camino. Subían y bajaban adheridas a su tronco. El pulgón medraba en el envés de cada una de sus hojas. De todos es sabido el embrujo de su miel, la verde atracción que seduce a los insectos, que alimenta sus «ires y venires».
    El hombre acudió con sus venenos antes de que el fruto empezara a poblar entre los brazos abiertos del manzano. Disipó el gas de sus pistolas y aplacó la ira de la plaga. Las flores llegaron a su tiempo y después de la cosecha un mar embotellado descansa al final de la bodega.

  10. jugador num 12
    El castaño milenario

    Cuentan que el castaño de Herminio era tan grande que sus ramas se extendían hasta el otro lado del camino y medio pueblo comía pan de harina de castañas gracias a él. Pero Herminio, harto de dar sin recibir, cortó sus ramas más largas para solo él disfrutar de su sombra y sus frutos. Al invierno siguiente, el castaño se secó. Hasta hoy, cuando al volver del cementerio, donde los rezos del cura han sido el único acompañamiento del muerto, hemos visto asomar los brotes en sus ramas.

  11. Jugador num 21
    PEREGRINOS

    Con su llegada, las lechuzas dejaron de ulular. Vuelan en la noche sobre los campos yermos y regresan al campanario sin haber cazado ni un triste ratón. Los cultivos se han secado hace meses y nadie, ni siquiera los más viejos, se ha preocupado por cosechar el grano. Tan solo el árbol que dicen es el origen de todo, merece su atención. Por lo visto sus frutos son del agrado de los visitantes.
    El camino se ha llenado de gentes que arrastran maletas. Llegan a cientos, pero la mayoría espera al anochecer y abandona el lugar donde nacieron sus padres.

  12. Jugador num 18
    Pasar página

    Me he quedado dormido leyendo en el bosque y cuando me despierto ya tengo barba, dos hijos, una hipoteca y un montón de responsabilidades. Se ha hecho de noche y el bosque huele a mojado y a cuento de terror. Tengo que encontrar el camino de migas de pan que me devuelva a la infancia, pero solo encuentro un sendero de baldosas amarillas que me lleva hasta un árbol. Un árbol que un día será un libro o quizás sea un libro que antes fue un árbol.

  13. Jugador num 4
    Genocidio

    De la escuela de su aldea quedaba en pie una pared y una pizarra. De camino a ella, iba atravesando edificios en ruinas, humeantes aún los rescoldos, y socavones donde antes hubo coches aparcados o tenderetes del mercado. Gente que deambulaba gimiendo, de uno a otro lado, y pequeños incendios que los hombres, con cubos de agua, iban sofocando. De vez en cuando, veía bajo los cascotes un brazo o pierna desmembrado.
    Solamente el baobab centenario que presidía la plaza asistía lleno de vida al derramamiento de sangre entre hermanos.

  14. Jugador num 3
    Siglos de sombra

    Los invasores se estaban acercando a la comarca de la casa sagrada. Los lugareños habían intentado llevar a los soldados al otro extremo de la región, sin éxito. Sabían que a su paso dejaban cenizas y desolación. Todavía quedaba un nutrido grupo que, con sencillas armas, pretendían plantarles cara.
    Cambiaron de idea. Horrorizados imaginando el árbol legendario ardiendo, empezaron a cortar trocitos para usarlos como esquejes y se echaron al camino. Si funcionaba, en un tiempo iban a verse muchos árboles con pedacitos de tela colgando de sus ramas, y se podría cumplir el deseo de recobrar la paz.

  15. Jugador num 7
    El tejo

    Podría haber seguido mi camino si el posadero no me hubiera hablado del árbol de las doncellas. Pero la leyenda de las tres hermanas halladas muertas crucificadas en el tejo más anciano del bosque perturbó mis sueños No había amanecido cuando me encaminé al bosque. No tardé en localizar el lugar. El silencio era sobrecogedor. Acaricié aquella corteza rugosa entreverada de manchas oscuras. Él árbol milenario exudaba algo maligno y atrayente al tiempo. Poco a poco mi cuerpo se fundió entre ramas, mi sangre se tornó savia. Ahora, junto con mis antecesores, esperamos por el próximo viajero para seguir creciendo.

  16. Jugador num 20
    Supervivencia

    Era el único árbol en kilómetros a la redonda, pero nadie osaba cobijarse bajo su copa. Nadie que conociera la historia…
    Resultaba tentador apartarse del camino cuando el calor era sofocante o refugiarse si la lluvia caía con fuerza. Así lo habían hecho durante lustros incautos viajeros que jamás llegaban al pueblo. Pero aquel pino enorme había aprendido a defenderse de los humanos, de su instinto arboricida, de su maldad con una soga en la mano y no hacía distinciones. En las grietas de su corteza carnívora podían adivinarse los huesos de todos aquellos que se habían atrevido a tocarlo.

  17. jugador num 19
    Incomunicación

    A las doce junto al carballo, escribí. Metí el papel doblado en tu mochila sin que te dieras cuenta. Y esperé. Toda la mañana y toda la tarde. Sin contarle nada nadie. A las once y media salí corriendo a esperarte. Era demasiado pronto pero el paso de los minutos se me hacía eterno y pensé que el camino hasta el gran árbol me tranquilizaría. No llegaste. Cuando te vi el lunes y me sonreíste no entendí nada. Hasta que me fijé en tu mochila. Y me di cuenta de que ni siquiera habías visto el papel

  18. Jugador num 11
    El momento

    Dentro de su tronco escondía sus pequeños tesoros. Ambos crecieron a la vez. Él parecía cuidar de ella y de los suyos. Ella se abrazaba a él en cada cumpleaños, que celebraba atando en sus ramas un lazo con un deseo. Y escondía otro tesoro.
    Hasta que en su decimoctavo cumpleaños ella tuvo que alejarse de su hogar y de su árbol, para recorrer su propio camino. En ocasiones sentía la llamada de los deseos colgados en su árbol. Sabía que debía volver, pero nunca encontraba el momento. Un día los deseos dejaron de hablarle. Algo se había quebrado.

  19. JAMS

    Este es el listado de los autores de los relatos y su número de participante:

    Juancho Plaza 10
    Esperanza Tirado Jiménez 11
    Patricia Collazo González 1
    Marian Ramos 12
    Alejandro Pozo de la Cámara 13
    Rafa Olivares 2
    Nieves Torres 8
    Esther Gómez Babin 14
    Aurora Tárrega 23
    F.Javier Cano Santa Bárbara 15
    Anna López Artiaga 21
    Eva García 20
    Susana Revuelta 4
    Ernesto Ortega 18
    Manuel Menéndez Miranda 7
    M.Carme Marí 3
    Isabel Torralba Mena 19
    Alberto Muñoz 6
    Gloria Arcos 17

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